El rompecabezas electoral del país
A un mes de las elecciones municipales y sin resultados oficiales en muchos lugares, y con segunda vuelta, apenas se puede hacer un balance preliminar.
A un mes de las elecciones municipales y sin resultados oficiales en muchos lugares, y con segunda vuelta, apenas se puede hacer un balance preliminar.
Uno de los problemas que nos afectan a todos los limeños por igual, junto con la seguridad, es el transporte. Si somos pasajeros y viajamos en transporte público tenemos que soportar viajes muchas veces prolongados o que se hacen interminables (aún cuando los trechos son cortos), unidades sucias, en mal estado, con choferes y cobradores de malos modales, un entorno del que sólo podemos librarnos con un MP3, o algo que nos distraiga.
La salud mental es tan o más importante que la física. Si el deporte es importante para la salud física, como nos señaló Eddie Fleischman en la edición de Junio, la salud mental es complementaria con la física. ¿De qué sirve la salud física sin salud mental? Ya los griegos lo dijeron en la antigüedad: “Mente sana en cuerpo sano”.
El deporte cumple múltiples funciones en una sociedad: es catarsis, fiesta, bálsamo para curar, o al menos aliviar las heridas de un país. Un estadio, un coliseo, puede ser el único lugar, junto con un templo, que ciudadanos como nosotros, tan lejanos de ser una nación, podemos confundirnos en un abrazo en una jornada de triunfo. También puede ser empleado para fines políticos deleznables como mantener a una dictadura como ocurrió en Argentina y en los países europeos durante la segunda guerra mundial, o puede usarse válidamente para unir a un país como se puede ver en la extraordinaria “Invictus” la película sobre el mundial de rugby de 1995 y cómo el mismo Nelson Mandela - cuyo país es anfitrión de esta fiesta- promovió y usó el deporte para crear un tejido social en la sociedad sudafricana.