Conocido el resultado de las elecciones, para usar una frase de moda, tenemos más dudas que certezas. El Perú ha elegido a un candidato que no ha deslindado sus vínculos con Chávez, un oficial que no ha demostrado vocación democrática al levantarse dos veces en armas, que por un lado declara a Sendero como grupo beligerante, pero al cual también se le sindica como violador de derechos humanos en los tiempos que sirvió en el Ejército combatiendo a Sendero.
Incluso, según su novísimo socio, Javier Diez-Canseco, el flamante presidente posee vínculos con Vladimiro Montesinos.
La señora Fujimori, por su parte, tiene el estigma del apellido, y un movimiento también de rasgos autoritarios pero en nuestra opinión resulta más fácil de controlar que el candidato elegido.
Quizás a Keiko Fujimori le faltó enfatizar mucho más el tema de la inclusión social, tanto como lo hizo con el tema del crecimiento económico. Y en este sentido, puede tener razón el periodista Ramón Lobo del diario español El País, cuando en su artículo de hoy “Perú, capital Lisboa” opina que muchos votantes se cansaron de “…lo que digan los mercados y de tanta macroeconomía que provoca aplausos en el exterior pero no llena los bolsillos de la mayoría de los peruanos".
La primera tarea urgente de Ollanta Humala será terminar de convencer a los sectores que no lo ven con simpatía, un 50% de la población que incluye a los empresarios, clases medias, y la Policía Nacional, con quien, por cierto, va tener una relación tirante por el Andahuaylazo.
La segunda tarea que se le presenta es con quién va a gobernar. Cuál de sus planes aplicará - esperemos que sea la llamada Hoja de Ruta - y con qué entorno, porque los tiene variados y contradictorios. Por estos tiempos, se comenta, por ejemplo, que escucha más a Kurt Burneo que a Félix Jiménez. Ya se habla de Beatriz Merino en el premierato, Óscar Dancourt en el BCR y Jaime Quijandría al Ministerio de Energía y Minas, quien fue el primer presidente de Petro Perú durante la época del ex presidente Alberto Fujimori, y de un independiente para el Ministerio de Economía y Finanzas.
Estas definiciones son urgentes, pues ya los inversionistas institucionales han mostrado su incertidumbre con la caída en el movimiento bursátil de hasta un sorprendente 12%, repercusiones que han llegado a la bolsa chilena, especialmente en el sector de las ventas minoristas, representadas en los centros comerciales.
La pregunta es entonces. ¿Cómo puede promover la inversión quien sólo o con sus allegados no ha hecho más que ahuyentarla? ¿Y la seguridad, quién la ha perturbado?
Ollanta Humala ha ofrecido un gobierno de concertación al estilo chileno, y se esperan señales concretas en ese sentido, y no sólo de concertación, sino también de una mínima coherencia.
Por esa razón, será decisivo en la acción gubernamental quién lo rodeará y a quién le hará caso, como bien nos señaló nuestro invitado de esta edición, el periodista y aún congresista Guido Lombardi. Y que tenga ideas muy claras: la economía de mercado es la única que genera riqueza y al Estado le corresponde administrarla con justicia, y también el respeto escrupuloso de las libertades políticas, si es quiere diferenciarse de la autocracia fujimorista.
Pero también debe administrarse esa riqueza con responsabilidad, pues la inclusión social no debería significar la formación de un Estado de bienestar que es el que ha llevado a la quiebra a EE.UU. y a varios países europeos. Se trata de que existan condiciones para un acceso mayor a las oportunidades de negocios y de emprendimientos, con una institucionalidad más solida, la que incluye a un Poder Judicial más autónomo.
A quienes serán oposición, les reclamamos un esfuerzo constante, no solo para criticar o advertir sobre los excesos e imprudencias que puedan cometerse, sino también para renovar totalmente la dirigencia y los cuadros técnicos de sus partidos y movimientos.
Con esta elección se confirma lo que desde esta página hemos señalado insistentemente, lo mismo que varios de nuestros entrevistados: el sistema político peruano actual está agotado. De alguna manera necesitamos remontar este sistema insuficiente que solo nos ofrece algunas libertades políticas y económicas, empezando, como insistimos, con una renovación absoluta de la clase dirigente: en los partidos, en los sindicatos, en los gremios empresariales y profesionales, así como en innumerables organizaciones de nuestro país. De otro modo, nos volverán a imponer candidatos que no representan las aspiraciones de gran parte del electorado. En las próximas elecciones queremos escoger entre las mejores opciones, ya no entre los menos malos.
Mientras tanto, la expectativa es igual de intensa en los países de la región. Para el sociólogo brasileño Williams Gonçalves en una nota publicada en el diario “O Globo“ de Brasil, el gobierno de Humala puede ser auspicioso, pues podría fortalecer la integración económica entre ambos países, abriendo aun más las puertas al comercio brasileño en la cuenca del Pacífico, y hasta promover la participación plena del Perú en el Mercosur. Para el especialista chileno en ciencias políticas, Guillermo Holzmann, en entrevista para La Tercera de Chile, el ingreso de Perú al Mercosur sería favorable a Chile. Holzmann piensa que el gobierno de Humala tendrá una alianza con Brasil, pero no con Bolivia o Venezuela, aunque sí un acercamiento mayor que el del gobierno de García.
En este momento a los ciudadanos nos corresponde pues una actitud vigilante y mientras el presidente no disipe estas dudas, estaremos en la dimensión desconocida.
Nota de los editores: Aunque el presidente elegido fue absuelto en el caso "Madre mía" por falta de pruebas, durante la campaña surgieron en Perú21 nuevas denuncias sobre el caso. Las declaraciones de Javier Diez-Canseco sobre Humala y Montesinos, han aparecido en Correo, y también lo ha mencionado Gustavo Gorritti. Y acerca de su relación con Hugo Chávez, hay que observar su acción y entorno, no sólo su discurso.