Detras de la cortina

Derecho Penal al rescate

Mientras seguimos distraídos con el Mundial de Fútbol, continuamos padeciendo los estragos las consecuencias de mantener este sistema político que ha generado una “disfunción institucional”, la cual hace dos grandes problemas que tiene el país, la corrupción y la inseguridad tengan que ser enfrentados por el derecho Penal.

Como el sistema es ineficiente, poroso, personas casi con prontuario llegan a poseer algún tipo de poder, y como no se realizan los filtros adecuados, se presentan casos de corrupción y el derecho penal tiene que subsanar las fallas del sistema.

En el caso de la inseguridad ocurre exactamente lo mismo. Como los operadores oficiales y judiciales no se dan abasto en la prevención, son la fuerza y el derecho los que terminan enfrentando el asunto. El derecho al rescate, en un asunto que ya ha desbordado largamente la capacidad de respuesta del estado.

Si el sistema funcionase, la educación, formaría realmente en valores y capacidades a los ciudadanos, y entonces la delincuencia sería menor y la corrupción también

De la misma forma, si el sistema político permitiría captar a los elementos más capaces y honestos, tendríamos menos corrupción, y las fiscalías no tendría la pila física o electrónica de legajos y expedientes. No se suspenderían colaboraciones, y los ciudadanos ya sabríamos, de una buena vez, quiénes son los buenos y quiénes los malos.

En otras palabras, las falencias en nuestro sistema político generan problemas que se pueden prevenir con políticas públicas, como la educación, pero al no existir o ser deficientes, al final se abordan únicamente desde el derecho penal, con muchos operadores incapaces, cuando no corruptos.

Este es el mensaje que deseamos transmitir en esta ocasión, y donde nosotros como publicación digital, cambiamos la forma, pero no el fondo.