¿Equipo económico de lujo?
El Ministerio de Economía y Finanzas(MEF), a través de su equipo económico corrigió su proyección de crecimiento económico, recientemente del 5%, a un 3.7% más modesto aunque en la realidad será de aproximadamente 3%. Y atribuyó esta reducción a las obras paralizadas como consecuencia del caso Odebrecht.
El equipo económico está en problemas técnicos, tras errar las proyecciones de crecimiento para el 2017, donde se nos dijo que con la aprobación de los aproximadamente 100 Decretos Legislativos la economía crecería 5% en el PBI y se contribuiría a la modernización del país, al parecer todo ha quedado en palabras y palabras no bien explicadas a la opinión publica, para saber que podemos realmente esperar de ellas.
Desde el segundo trimestre del año 2016 y este año, el MEF ha empleado una amplia gama de herramientas de política fiscal mediante los denominados paquetes de reactivación para intentar contrarrestar la desaceleración. En total, esos ‘paquetes’ (cuatro hasta la fecha) contienen cerca de 80 medidas orientadas a estimular el gasto corriente y la inversión pública, destrabar la inversión privada, y reducir costos laborales y tributarios.
El impacto no ha sido el esperado. El gobierno esperaba que el estímulo de la política fiscal de corto plazo incrementara en 1.2 puntos porcentuales el crecimiento del PBI, sin embargo, sería tan solo cercano a 0.2 puntos porcentuales y debe quedar algo para los próximos años.
Los metales que son el 60% de nuestra canasta exportadora y tienen precios bajos, la minería tiene un peso del 12% en el PBI, solamente el cobre 6%, y competimos con la importación de Asía. El sector exportador ha tenido un papel importante en el proceso de cambio económico en el Perú y en la especialización primario exportadora.
El Ministerio de Economía espera que una gran parte de las medidas, especialmente el último paquete, contribuyan al crecimiento del año. Sin embargo en un escenario optimista donde se aprueben todas las medidas, habría un impacto significativo en el
PBI de 2017.
Aunque Peruanos por el Kambio (PPK) le ha bajado el tono a una de sus propuestas más controversiales de campaña, la reducción del Impuesto General a la Ventas (IGV) de 18% a 15% en forma gradual durante tres años, esta iniciativa sigue generando preocupación, pues se podría generar un efecto contrario al que el nuevo gobierno espera en lo que respecta a la formalización de la economía y la promoción de la inversión privada, además del perjuicio que ocasionaría en las arcas fiscales, hoy en déficit.
La Inversión privada caerá, la inversión extranjera no crecerá, la inversión no transable de la economía, ni la construcción. Según el Banco Mundial, la economía peruana comenzará a desacelerarse el 2018. El crecimiento será de 3.8% el 2018 y 3.6% el 2019. Sin inversión pública y privada no hay crecimiento económico. Lo único que crece son el desaliento y el malestar ciudadano.
Lo que los economistas deben pensar que el incremento de la población en el Perú es del 1.5% y el PBI crece en 3% entonces el crecimiento per-cápita es la diferencia 1.5%. Si creciéramos a 4.5% entonces este sería del 3%, que es el doble de lo que tenemos ahora. Por eso es importante llegar al 4.5%. En el Perú falta capital humano para crecer de 2% a 3%, a 5%, y 6%.
El 22% de la población (7 millones de peruanos) se encuentran en una situación de pobreza, el 47% de la PEA es sub empleada, y se requiere crecer al menos en el rango de 3.5% al 4.0% para dar empleo a los 270 mil que se incorporan por año al mercado de trabajo.
“Un economista es un experto que sabrá mañana por qué las cosas que predijo ayer no han sucedido hoy” decía Laurence Peter.
Lo que se debe es pensar en el mediano y largo plazo. Debemos cambiar nuestro modelo actual de apoyar la inversión para la explotación y la exportación de materias primas, los cuales deberían generar recursos que sostengan la economía doméstica.
El problema que tenemos es el carácter inestable del crecimiento. No se ven los resultados del “equipo de lujo” del gobierno.
*Economista