< Detras de la cortina

Billy Wilder: el crepúsculo de un dios

Con pocas fuerzas para contener la sangre que la herida de bala le ha causado, el hombre continúa su confesión en la grabación que escuchará la persona que busca al asesino y a quién burló haciéndole creer que no fue él. “Yo maté a Dietrichson. Yo, Walter Neff, vendedor de seguros, 35 años, soltero, sin señas visibles, eso hasta hace poco. Sí, yo lo maté. Lo maté por dinero y por una mujer. No obtuve el dinero y tampoco a la mujer. Bonito, ¿no?”. De esta manera empieza “Perdición” (“Double Indemnity”), brillante película que marcó en 1944 las pautas del “film noir”, ese cine de personajes duros, cínicos y pesimistas, que resultó ser el último género cinematográfico en aparecer en el cine americano.No en consolidarse, porque ese mérito le corresponde a la Ciencia Ficción.   

Si bien es cierto las películas de Gangsters, un género por sí sólo, ya nos habían presentado a personajes que actuaban al margen de la ley. Podíamos identificarnos con ellos porque eran víctimas de una sociedad que los marginó desde muy jóvenes y que los empujó sin más opciones a la vida delincuencial. En “Perdición” la película tiene la valentía de empezar con la confesión de un hombre común, sin más problemas que los de la vida cotidiana, que por avaricia y por su propia voluntad, comete un asesinato. Sin embargo, la habilidad del guión permite que no lo rechacemos, sino incluso que lo acompañemos en este relato de su crimen premeditado. Es importante mencionar que la película está inspirada en una novela de James M. Cain y cuenta con Raymond Chandler en la elaboración de la adaptación, ambos novelistas del género.
En 1950 en “Sunset Boulevard” (“El crepúsculo de los Dioses” o “El ocaso de una vida”) el mismo cineasta-escritor va más lejos. El relator de la historia es un hombre ya asesinado, que se confiesa a la audiencia, y no solamente al hombre que busca al asesino como la grabación al inicio de “Perdición”. Decimos que va más lejos porque este personaje no tiene opción de escapatoria o arrepentimiento como si tiene Walter Neff. Pese a estar herido de bala Neff, como dirá en la confesión, planea cruzar la frontera para escaparse de la ley. Joe Gillis, el personaje muerto que relata “Sunset Boulevard” ya no tiene esa oportunidad.
El cinismo y la ironía que puede llegar a la denuncia y a la queja, pero jamás a la burla ofensiva que encontramos muchas veces en los programas de nuestra televisión, es la característica dramática de este Director, quien la utiliza también en la olvidada, pero brillante “Ace In The Hole” (“El Gran Carnaval”-1951), una historia que podría aplicarse -esperemos que no- a la desgracia que hoy día viven los mineros atrapados en Chile.
Si a estas alturas se preguntan si el Director de quien hablamos en esta nota, fue capaz de aplicar con maestría esta característica suya a la comedia, “Piso De Soltero” (“The Apartment” – 1960) es el mejor ejemplo. La película ganó 5 Oscares, incluyendo mejor película del año). Una película que con acierto hace humor y reflexión de las debilidades y errores de sus protagonistas de la manera más deliciosa posible.
Hace unos días volví a ver su penúltima película, “Fedora” (1978). Una película que vimos por primera vez hace unos 25 años o más, en el desaparecido Cine Club de la Cooperativa Santa Elisa. La película que nos deslumbró como toda una experiencia la primera vez, y nos satisfizo las dos veces posteriores, sin embargo, en esta ocasión nos dejó en deuda. En medio de películas como “La Guerra de las Galaxias” (1977) o “Tiburón” (1975) que conquistaban a las masas y películas como “Taxi Driver” (1976) y “Apocalipsis Ahora” (1979) que reflejaban una toma de conciencia sobre problemas sociales, “Fedora” aparece desfasada incluso en los setentas. Este melodrama no cautivó a sus inversionistas, quienes ni siquiera la apoyaron en su promoción. La ironía tan presente en la obra del cineasta-escritor se tornó en una crítica  a una modernidad que terminó obligándolo a no hacer más cine.
Sin embargo, esa frescura casi ausente en “Fedora” (que realizó cuando ya tenía más de 70 años) sí permanece presente y vital en las películas ya mencionadas y en otras que esperamos puedan ver: “Días Sin Huellas” (“The Lost Weekend” – 1945), “Sabrina” (1954), “La Comezón Del Sétimo Año” (“The Seven Year Itch” – 1955), “Amor Al Atardecer” (“Love In The Afternoon” – 1957), “Testigo De Cargo” (“Witness For The Prosecution”-1957), “Una Eva Y Dos Adanes” (“Some Like It Hot” – 1959), entre otros.
A propósito, el nombre del Director, Productor y Guionista de quien hablamos es Billy Wilder.
*Comunicador Social, Universidad de Lima.