Puno: entre el error y la inacción
Luego de muchas semanas, el problema de Puno sigue pendiente. A casi tres meses de las protestas que dejaron cinco muertes como saldo la destrucción de locales públicos y privados, apenas hay una suerte de tregua.
Sin embargo, lo que queda claro por enésima vez es la incapacidad del estado para resolver problemas en una zona clave para el país donde existe la minería formal e informal, el contrabando, narcotráfico y el extremismo, representado en el Movadef y otros grupos afines.
Días antes de las elecciones, el panorama fue dantesco, y luego de ver las imágenes en la televisión, a los ciudadanos nos dejó la sensación de extrema gravedad del problema y la convulsión social que podía generar un conflicto no resuelto, en medio de elecciones disputadas y algunas frases delirantes que hablaban de fraude.
Como si esto no fuera poco, se sumó la demora y la inacción del gobierno para resolver el conflicto, que costaba una vez más pérdidas humanas y económicas para la región y la economía del país.
Puno es un ciudad estratégica, pero requiere una institucionalidad por parte del estado y, según nuestro entrevistado Paulo Vilca, un replanteamiento de las condiciones en las que opera la minería en la zona, y por supuesto, el combate a la minería informal, factores que ocasionaron, según Vilca, la penosa situación que una vez más nos tocó vivir, haciendo añicos esa percepción que avanzamos hacia el desarrollo y la estabilidad.
También queda claro que junto con ello es imprescindible que el trabajo de inteligencia tenga un correlato en la acción política, para evitar que grupos extremistas quieran aprovechar una situación de por sí delicada.
Menuda tarea tiene en frente el próximo gobierno. Crecimiento con inclusión, y paz social.
"Detrás de la cortina" cumple dos años, y lo celebramos con humildad, agradeciendo, desde luego, la acogida de los lectores.