La vida en bici: la apuesta por un nuevo modelo de ciudad
Desde hace mucho tiempo, en el Perú, especialmente en Lima, se ha venido privilegiando el uso del automóvil en detrimento de otros medios de transporte cuyo uso resulta más ventajoso para la ciudad y sus habitantes, como lo comprueban diariamente los ciudadanos de otras latitudes. Uno de estos medios es la bicicleta. Su uso extendido en diversos países (en distintos continentes) genera enormes beneficios tanto al usuario como a su entorno. Veamos algunos de esos beneficios.
En primer lugar, contribuye a la salud general y al bienestar personal. En efecto, el ciclismo mantiene a la gente sana. Montar bicicleta diariamente para desplazarse al trabajo, a los centros de estudio o para realizar otras actividades cotidianas reduce el riesgo de obesidad, lo que vuelve prácticamente innecesario ir al gimnasio. La gente que utiliza la bicicleta diariamente tiene menos estrés, menos enfermedades, vive más y permanece saludable por más tiempo. Un dato curioso, pero significativo: el absentismo laboral de los ciclistas es menor que entre los no ciclistas. Los ciclistas, entonces, le cuestan menos a la sociedad en cuanto a gastos de salud y a pérdida de horas productivas de trabajo.
Por otro lado, una bicicleta requiere menos espacio en comparación con otros medios de transporte: entre diez y doce bicicletas ocupan el espacio de un auto estacionado, por ejemplo. Las ciudades que han logrado que la bicicleta sea un modo importante de movilidad cotidiana han tenido que apostar por un sistema de transporte público masivo de calidad, una red peatonal potente y de buena calidad, así como una dotación importante de espacio público al servicio de las personas y no de la circulación motorizada. Todo esto favorece la integración social, mejora y preserva la calidad ambiental, facilita una mayor autonomía de niños y ancianos, y hace más rápidos los desplazamientos para viajes de menos de cinco kilómetros.
Además, debemos desterrar la equívoca idea de que la bicicleta solo debe ser usada por aquellos que no pueden tener automóvil. Hay una expresión muy popular entre los europeos que afirma que “una ciudad avanzada no es aquella donde los pobres pueden moverse en auto, sino una donde los ricos usan el transporte público y la bicicleta”. Este es el paradigma que se debería tener en cuenta a la hora de plantear una reforma de la movilidad y el transporte en Lima.
Por supuesto que detrás de esta promoción del uso de la bicicleta hay una idea de ciudad que se parece muy poco a la que tenemos ahora, en la que el automóvil es el rey de las pistas y carreteras, y es más importante que el peatón, el ciclista y el transporte público. Usar masivamente la bicicleta implicará sin duda construir otro modelo de ciudad en la que la seguridad vial supone reducir el peligro que producen los vehículos motorizados que circulan a velocidades importantes y gestionar el riesgo de los usuarios vulnerables, entre los cuales está evidentemente el ciclista. Hacia este modelo deberíamos encaminarnos, comprometidos todos: ciudadanos y autoridades.
En: http://puntoedu.pucp.edu.pe/opinion/la-vida-en-bici-la-apuesta-por-un-nuevo-modelo-de-ciudad/ del 18 de noviembre del 2014
(*) Docente del Departamento de Ingeniería de la PUCP