Detras de la cortina

Ley de Cine: pros y contras

 

En estos momentos existen dos propuestas para la “ley de cine” que están en debate (en realidad se está buscando crear una ley en este respecto hace ya tiempo). Ambas propuestas tienen como principal punto el pretender fomentar la producción y exhibición de películas peruanas. Ambas propuestas recalcan lo importante que es una manifestación artística que sea un espejo de nuestra sociedad.
En lo personal, pienso que una manifestación artística debería también incluir su aporte como fuente motivadora para plantear objetivos para esta sociedad y la manera de cómo llegar a ellos. No imponiendo ideas, pero si proponiendo opciones. Creo que tenemos todos, y los artistas también, la obligación moral de contribuir a hacer de este país uno justo, en el más amplio alcance de la palabra. Pero es precisamente esa obligación moral, la que estas dos propuestas, y todas las demás propuestas nacionales de cualquier índole carecen. La consecuencia de un debate para escoger una propuesta no es en ver cuál de las dos se impone sobre la otra sino como ambas propuestas llegan a un punto medio que origine una tercera propuesta que reúna los mejores aspectos de ambas. Pero más allá de los aspectos que ambas propuestas plantean; existen puntos, que a mi parecer, deberían tenerse en consideración.
El cine es un arte muy particular, y por ese motivo las consideraciones hacia el cine deberían diferir con las otras artes. El cine requiere de una financiación muy por encima de cualquier otra arte. Una película de largo metraje en el Perú no puede ser hecha por menos de 300 mil dólares (Si se pretende tener las condiciones mínimas de calidad en el acabado para que se pueda ofertarla en los mercados internacionales, aunque sacrificando sueldos justos para los profesionales que participan en la producción.).
Además, una película cuenta con la participación de varias decenas de personas que le dedican tiempo y esfuerzo a su trabajo. Son estas características las que vinculan a este medio audiovisual también con la industria. El deseo de crear una industria cinematográfica en el Perú implica la producción de más películas, y por ende no sólo películas que sean medios de expresión de un autor, sino también películas que tengan como objetivo principal el entretenimiento (al menos eso es lo que prefieren los espectadores, llevándonos por los resultados en la taquilla).
Es en este punto en donde todavía existe una disociación entre lo que los realizadores cinematográficos quieren hacer y lo que el público quiere ver. Estamos divididos en dos grupos cuantitativamente diferentes. Un grupo numéricamente insignificante (cineastas) y otro grupo numéricamente grande (espectadores). Si a este inconveniente sumamos la piratería, que es ignorada ampliamente por las autoridades y consumida por casi todos, los prospectos de generar mayores audiencias son limitados.
Según un artículo del crítico de cine Ricardo Bedoya y aparecido recientemente en el blog de cine “Páginas del Diario de Satán”, las películas “Paraíso” de Héctor Gálvez y “Ella” de Francisco Lombardi fueron vistas por casi 5 mil espectadores cada una. “Octubre” (probablemente ya no en cartelera en el momento que se publique esta nota) ha sido vista por unos 10 mil espectadores y “Contracorriente” de Javier Fuentes-León por casi 50 mil espectadores. En uno de los conversatorios de “Cómo se hace Cine en el Perú” que organizaron recientemente Pablo J. Ruíz y José Tsang en el Británico de Miraflores, las productoras Nathalie Hendrick (“Una Sombra Al Frente”) y Ana María Roca Rey (“Tarata”) dijeron que una película recauda 0.85 dólares por cada espectador que acude a los cines. Se necesita ganarse la confianza del público masivo. Este acercamiento se va a conseguir reconociendo y aceptando sus preferencias. Está en la habilidad de los cineastas en hacer este acercamiento con calidad.
A continuación les proporcionamos los enlaces que les permitirán revisar ambas propuestas de ley. Agradecemos a Rosita Rodríguez, a Laslo Rojas y a la página “Cinencuentro” por proporcionar los documentos.
La propuesta conocida como “Ley Cabrera”
La propuesta conocida como “Ley Pro Cine”
 
 
 
*Comunicador Social, Universidad de Lima