Esos raros vocablos y giros nuevos
Una de las cosas que nos asusta más de estos tiempos, es la degradación del lenguaje oral y escrito. Y aunque con los errores que tenemos, procuramos siempre usar el término correcto o el más preciso. Porque es nuestra carrera, y nos gusta que nuestro mensaje llegue de la forma más clara posible.
Sin embargo, observamos que, cada vez, con mayor frecuencia, especialmente los comunicadores, líderes de opinión, y académicos, emplean términos erróneos o, no del todo apropiados, y frases confusas.
Nosotros somos los primeros. Pareciera pues, que por dedicarnos, supuestamente, a esa actividad, nos creemos con derecho a acuñar términos y hacer un uso descuidado del lenguaje.
Comencemos por lo más simple. Decimos recepcionar en vez de recibir, esclarecer en vez de aclarar, desestresarse en vez de relajarse o distenderse, desincentivar en vez de desalentar o ahuyentar (algo que hacemos con las inversiones), desmotivado en vez de desganado. O peor aún. Coberturar en vez de cubrir, o aperturar en vez de abrir, o promocionar en lugar de promover. ¡Apersonarse en vez de presentarse¡ Una creatividad nefasta y sin límites. Y decimos presidentes reelectos, en vez de reelegidos. ¿O el verbo es electar? Direccionar en vez de dirigir, o sesgar, accionar en vez de actuar. Como nos dijo nuestro ex profesor, Winston Orrillo. ¿Si se puede aperturar, se podrá cerradurar? Dentro de esos raros vocablos nuevos está posibilitar (permitir), imposiblitar (no permitir, impedir), o hablar de la persona humana (¿cuál es la otra?) Y se insiste en decir figuretismo, en lugar de figuración, o notoriedad.
Una de las muletillas terribles y que se repiten como una letanía es “vuelvo a repetir”, si repetir es decir dos veces. ¿Qué es volver a repetir? ¿Trepetir? Y también se confunde pedir una disculpa con ofrecer una disculpa. Y disculpen si nos equivocamos. También hablamos de opiniones personales y amigos personales. ¿Pueden ser nuestras opiniones de otro? ¿Podemos tener amigos impersonales?
Otro de los vicios más frecuentes es usar extranjerismos innecesariamente, como decir que la economía cayó en default (moratoria), y que los productos se venden al retail, es decir al por menor. O cuando en las tiendas o catálogos se dice que hay artículos on sale (en oferta), o decimos que tenemos un e-mail, en lugar de hablar de un correo electrónico o cosas por el estilo, y agregamos slash, en vez de guión, y password en lugar de contraseña. Y en el mundo académico decimos Master in Bussines Administration, en vez de Maestría en Administración de Empresas. ¿Si lo decimos en inglés la maestría será mejor?
Y hasta donde sabemos, no se debe decir la Internet, o el Internet, porque no tiene género, y por lo tanto no requiere artículos. Pero si se debe decir hoy se inicia, no hoy inicia...
Pero los comentaristas deportivos son los más audaces, dicen que un jugador camisetea cuando jala de la camiseta. Y un experimentado narrador usa frases tan rimbombantes como “la televisión deportiva de la patria”, o “acéptalo arquero, que el delantero fue más”. Dicen "descargar", en lugar de pasar la pelota, o abrir juego. Hablan de un tiempo adicionado en vez de uno adicional. Y un montón de frases insufribles, de las que sólo nos libra el control remoto.
Y ahora se escucha decir la “contra”, en vez de contragolpe, e interna (¿linterna?) cuando pueden decir grupo o manejo de grupo, y variante en vez de cambio. Y una seguidilla de errores y barbaridades, como al confundir despejar (o reventar) una pelota con simplificar ¿?
Implementar es otro de los verbos que ya puede ser correcto, pero tiene infinidad de sinónimos. Hacer, realizar, ejecutar, implantar, poner en práctica…Pero claro, la Real Academia de la Lengua no tiene un ejército ni una fuerza de choque que vigile su buen uso.