< Detras de la cortina

Sobre el asesinato de John Lennon

Un crimen que conmocionó al mundo. contintaroja.cl

El 8 de diciembre de 1980 John Lennon, uno de los iconos del siglo XX, moría a manos de Mark David Chapman a las puertas del edificio Dakota de Nueva York. Todavía hoy el crimen queda abierto a hipótesis conspirativas que involucran al gobierno de los Estados Unidos.

Al terminar de grabar, con su mujer Yoko Ono, unas pistas, el ex beatle fue asesinado por un fanático desequilibrado, Mark David Chapman, que le disparó con un revólver seis balazos, de los cuales cuatro le alcanzaron de lleno, después de haberle pedido un autógrafo esa misma mañana a las puertas del domicilio de Lennon, el mítico edificio Dakota.

Así de simple, así de estúpido, un desequilibrado cose a tiros a su estrella favorita. ¿Tiene sentido? ¿Quién es Chapman? ¿Un loco psicópata, o, como sugieren algunos teóricos de las conspiraciones, un mercenario de los Servicios de Inteligencia Norteamericanos, léase la CIA o el FBI? Analicemos los datos después de 27 años. Focalicemos la atención en el asesino y en la secuencia de sus actos perturbados.

Reconstrucción de los pa sos de un perturbado 

 Mark David Chapman (Fort Worth, Texas, Estados Unidos 10 de mayo de 1955) ya en su juventud fue hospitalizado por enfermedad mental. En 1977 intentó suicidarse de manera infructuosa. La novela El guardián entre el centeno de J.D. Salinger, tuvo un gran significado para él, hasta el punto de querer modelar su vida al estilo del protagonista del libro, Holden Cau lfield. Parece ser que lo que más le impactó de esta novela fue el carácter de su protagonista, quien por encima de todo odiaba la hipocresía.

Días antes del vil asesinato, en una biblioteca, Chapman se fija en un álbum de fotos de Lennon y se pregunta cómo un hombre tan rico nos puede decir (en la canción Imagine) que imaginemos que no hay posesiones : Él -concluye- es un farsante, un hipócrita. Entonces, empieza a urdir un plan para asesinar a Lennon mientras escucha canciones de los Beatles. Chapman viaja a Nueva York, hace guardia durante días frente al apartamento que Lennon y su esposa, Yoko Ono, poseen en el edificio Dakota y el 8 de noviembre de 1980 se levanta con una premonición: Hoy es el día.

En la mañana del 8 de diciembre de 1980 compró un ejemplar de El guardián entre el centeno, en una librería de Nueva York en la cual él escribió "Esta es mi declaración", y firmó El guardián entre el centeno novela de la que ya tenía varias copias.

Chapman estuvo la mayor parte de ese 8 de diciembre cerca de la entrada del edificio de apartamentos en el que vivía John Lennon, hablando con otros fans y con el portero.

Alrededor de las 5:00 P.M., cuando John Lennon y su esposa, Yoko Ono salieron del Edificio Dakota para una sesión en los Record Plant Studios. Mientras que Lennon caminaba hacia la limusina, Chapman consiguió estrechar la mano del cantante y que éste le firmara un ejemplar de su último disco, Double Fantasy, pese a ello, permaneció esperando en la entrada hasta que la pareja regresara.

Ya alrededor de las 10:50 P.M., la limusina de Lennon volvió al Dakota, Lennon y Ono pasaron junto a Chapman camino hacia la entrada del edificio. Desde la calle, Chapman llamó a John diciendo "Mr. Lennon" y cuando John se dio vuelta Mark realizó seis disparos, cuatro de los cuales impactaron en la espalda y el hombro de Lennon. Una de las balas perforó la aorta de Lennon, causando pérdida severa de sangre por la disección aórtica.

Chapman permaneció en la escena, sacó su ejemplar de El guardián entre el centeno e intentó leerlo hasta que llegó la policía. Los oficiales del Departamento de policía de Nueva York, que fueron los primeros en responder a los disparos, reconocieron que las heridas de Lennon eran muy severas así que decidieron trasladarlo al Hospital Roosevelt en el vehículo policía. Chapman fue arrestado sin ninguna complicación. Lennon fue declarado muerto a las 11:20 P.M. después de haber perdido más del 80% de su sangre.

¿Y la teoría de la conspiración?

El hijo más joven de John Lennon, Sean, culpa del tiroteo a su padre a una conspiración del gobierno norteamericano. Declaró a la revista New Yorker que su padre fue un revolucionario contracultural a quien el gobierno norteamericano no pudo ignorar. Y, realmente, no es descabellado pensar que John Lennon fuera un famoso demasiado incómodo para el gobierno de Nixon, que veía con preocupación la creciente admiración que despertaba entre la juventud. Lennon se había convertido en un icono, símbolo de causas que removían las aguas de los intereses establecidos porque defendía la paz, combatía contra la injusticia, denunciaba las bestialidades cometidas en Vietnam, comprendía la lucha de Irlanda y gritaba al mundo que aún faltaban muchas revoluciones.

En realidad hay muchos puntos oscuros en la autoría de Chapman: no siguió los patrones habituales de alguien que asesina a una celebridad, ya que evitó la publicidad y rehusó dar entrevistas. Hay quien cree que Chapman estaba trabajando para el FBI. Este organismo tiene archivos sobre John Lennon que, todavía por razones de seguridad nacional, se niega a hacer públicos. Otros hasta piensan que Chapman pudo haber sido hipnotizado por la CIA, la cual se aseguró de que pudiera atravesar dos importantes aeropuertos sin que su arma fuera descubierta. Sin embargo, la exhaustiva investigación del Departamento de Policía de Nueva York no encontró ninguna evidencia de que el perturbado Chapman no actuara por cuenta propia.

Pendiente el futuro de Chapman

Mark David Chapman, cumplió su condena de 20 años en el año 2000, pese a ello, permanece en su celda del Correccional de Attica. Le ha sido denegada la libertad condicional en cinco ocasiones, la última en agosto de 2008, debido a la "naturaleza inusual" de su delito. Yoko Ono, la viuda de Lennon, ha dicho en varias ocasiones que se opone a la liberación de Chapman.

28 años después, Chapman, admitió por primera vez que estaba arrepentido de lo que hizo. "Siento que ahora, a los 53, tengo una mayor comprensión de lo que es una vida humana, he cambiado mucho. Estoy avergonzado. Ese es mi primer pensamiento. Lamento lo que hice”. Esta declaración la dio a principios de agosto en una junta de libertad condicional, la cual negó su liberación.

Mito eterno

Lo que es innegable es el hecho de Lennon, sobre todo su canción Imagine, sigue siendo un icono mundial de la paz, y para muchos una víctima más, como lo fue Kennedy, de los oscuros entresijos de la política norteamericana, que alimentará el imaginario colectivo a través de películas, libros y leyendas. Su vida se truncó cuando regresaba con fuerza al mundo de la canción con letras que decían cosas como cierra tus ojos, no tengas miedo, el monstruo se ha ido.