Mientras que la candidata Keiko Fujimori demanda la nulidad de 802 actas que, de ser resueltas a su favor, le darían una victoria, el candidato Pedro Castillo se proclama ganador. Sobre este dramático escenario, conversamos con el Dr. Aníbal Quiroga, constitucionalista, docente, hombre de Derecho, y de una aguda visión política.

Ddlc: Dr. Quiroga, con una inconclusa segunda vuelta, nos encontramos aún en una situación de incertidumbre, donde la diferencia entre las votaciones de ambos postulantes es de 67 mil votos, ¿se puede revertir por una acción legal de impugnación y anulación de actas? ¿Es esto utópico?

A.Q: No es utópico, pero es difícil, porque se encuentran en un empate técnico, y aritméticamente es posible, pero resulta difícil que con un 1% se pueda revertir un resultado.

Ddlc: ¿Qué opina sobre la marcha y contramarcha del JNE, acerca de ampliar el plazo para presentar recursos de nulidad?

A.Q: Como le he manifestado, resulta penoso que la máxima instancia electoral diga y se desdiga en pocas horas, afectando con esta decisión el proceso, afectando su imagen, y empleando además argumentos pueriles. Los hechos cobran relevancia porque existe un empate técnico, y hay una disputa voto a voto.

Ddlc: ¿Cuál es el balance que puede realizar de esta segunda vuelta?

AQ: Un Perú polarizado, fruto de dos países, donde en general la costa es la que ha alcanzado un mayor desarrollo, mientras que en grandes sectores de sierra y selva la situación de pobreza y abandono se ha agravado por la pandemia, y también por la pésima gestión de las autoridades regionales y locales.

Algo similar ocurrió en los 90, donde el expresidente Fujimori capitalizó la situación de pobreza, violencia y caos que vivió nuestro país. En este caso, Castillo se encontró con esa población, logró conectarse con un discurso muy general, pero que fue efectivo.

Ddlc: ¿Una de las interrogantes que nos hacemos sobre Pedro Castillo es saber quién es realmente, un oportunista, un sindicalista, un radical, un comunista? ¿Cuál es su opinión?

A.Q: En principio, es un advenedizo. Una persona que, sin preparación, cuadros, planes, logra personificar un mensaje de insatisfacción frente a gran parte de la población.

Ddlc: Le planteo esta observación porque el Sr. Gonzalo Alegría, quien es allegado al profesor, ha afirmado que es un postulante progresista.

AQ: Lo que ocurre es que siempre hay un sector que busca a un candidato progresista, y cuando este no aparece, puede optar por uno más radical. Algo muy similar ocurrió en 1990, con el expresidente Alberto Fujimori.

Ddlc: Uno de los mayores temores en torno a él son las posibles acciones que vaya a tomar, sobre, por ejemplo, la disolución del Congreso y la convocatoria a una Asamblea Constituyente. ¿Cómo contempla esa posibilidad?

A.Q. Este es un caso de real politik, que establece el arte de lo posible, de lo que se quiere hacer, y lo que se puede hacer. En caso de que resulte elegido, Castillo no puede hacerlo, porque no tiene una mayoría absoluta en el Congreso. Con los votos de Juntos por el Perú tiene poco más de 40 votos. No le alcanza.

Ddlc: ¿Y sobre la posibilidad de cerrar el Congreso? Lo hicieron en el pasado Velasco y Alberto Fujimori, para no hablar de Vizcarra.

A.Q: Son casos totalmente diferentes. El General Velasco era presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, y como tal comandó un golpe de Estado. En el caso del expresidente Fujimori, tuvo el apoyo de las Fuerzas Armadas. Castillo no tiene vínculo alguno con las Fuerzas Armadas, que no son como las de Ecuador, Bolivia y Venezuela, son fundamentalmente de derecha, y muchos de cuyos oficiales poseen además, trayectoria antiterrorista.

Ddlc: No lo ve posible, entonces…

A.Q: No, salvo que tenga una fuerza paramilitar, que tampoco la tiene.

Ddlc: Y qué cree que ocurriría si Castillo quisiera hacer un viraje al centro izquierda - que sería lo más razonable - con su bancada, conformada por elementos no solo radicales, sino hasta violentistas.

A.Q: Como lo he afirmado, Perú Libre no tiene mayoría en el Congreso, y su bancada no es mayoritaria. Cerrón es el testaferro político del presidente.

Hay que recordar, por otro lado, que en el primer gobierno de Fujimori tuvo marcada presencia progresista, para luego ir virando hacia posiciones más de derecha. Algo similar ocurrió durante el periodo de Ollanta Humala, quien terminó haciendo un gobierno muy parecido al segundo de Alan García.

Ddlc: ¿Cómo cree que sería la relación de un gobierno de Pedro Castillo con los gobiernos de Bolivia o de Venezuela?

A.Q: Espero que no sea algo más que de afinidad o empatía, o uno que otro guiño.

Ddlc: Recientemente, tanto Pedro Castillo como Pedro Francke, probable ministro de Economía, señalaron que no habrá estatizaciones ni confiscaciones, y que se respetará la autonomía del BCR ¿Cómo evalúa usted esas afirmaciones?

A.Q: Hay que reiterar que ninguna estatización ni confiscación las puede hacer el presidente sin la participación del Congreso, y reitero, Perú Libre no tiene mayoría en el Parlamento. Por lo tanto, son afirmaciones líricas.

Ddlc: Y un intento de calmar a los agentes económicos…

A.Q: Desde luego.

Ddlc: ¿Cómo sería un gobierno de Keiko Fujimori?

A.Q: Un gobierno conservador, que no haría mayores cambios al modelo. Enfrentaría a un vasto sector de la población, aproximadamente el 50%, que demanda cambios, por lo menos, moderados. Acá hay que recalcar que gane que gane, nos esperan tiempos de inestabilidad política y económica.

Ddlc: ¿Cuál es el futuro político de la Sra. Keiko Fujimori si no gana esta elección?

A.Q: Bueno, probablemente pueda evaluar regresar a la vida privada con su familia, porque políticamente estaría muy afectada.