< Detras de la cortina

Allende y el fracaso de la vía chilena al socialismo

Salvador Allende, durante el asalto militar al Palacio de La Moneda UPI/BETTMANN.

El contexto

“No estamos seguros de que en este singular proceso el pueblo chileno esté aprendiendo y fortaleciéndose más rápidamente que los reaccionarios”. Las palabras con la que Fidel Castro se despidió en el Estadio Nacional de Santiago de Chile de los miles de entusiastas seguidores de la Unidad Popular de Salvador Allende no podían ser más premonitorias. Corría diciembre de 1971, el mandatario chileno llevaba un año escaso en la presidencia y su “vía chilena al socialismo” sólo había contado con el apoyo de Cuba.

Más allá de un periplo de tres semanas del líder cubano por todo el país, esta colaboración externa no sirvió más que para resolver el desabastecimiento de azúcar que sufría la población chilena. Porque ni la Unión Soviética ni los países del bloque socialista creyeron en la fórmula de Allende ni arriesgaron a poner en peligro el equilibrio internacional con la crisis de los misiles de Cuba de una década antes aún coleando.

Como predijo Fidel, sólo Estados Unidos y la oposición chilena se movieron para resolver lo que desde Washington ya se vislumbraba como una amenaza en su patio trasero cuando el presidente Richard Nixon movilizó a la CIA aconsejado por el entonces asesor de seguridad Henry Kissinger para que trabajase por la derrota electoral de la Unidad Popular en 1970. Con Allende ya en el poder, la inteligencia estadounidense diseñó hasta dos planes para derrocarlo e inyectó recursos para la desestabilización económica de Chile.

El terreno, en cualquier caso, estaba suficientemente abonado. Allende no contaba con una amplia mayoría política en una sociedad polarizada y ya en el primer año de mandato la economía chilena presentaba graves síntomas de debilidad. Ni la nacionalización de la minería del cobre, ni la aceleración de la reforma agraria, ni el congelamiento de los precios de las mercancías, ni el aumento de los salarios a cuenta de una emisión de moneda que acabó siendo contraproducente resolvieron la situación ni consiguieron estabilizar la crisis social.

Ni la Unión Soviética ni los países del bloque socialista creyeron en la fórmula de Allende ni arriesgaron a poner en peligro el equilibrio internacional con la crisis de los misiles de Cuba aún coleando

El incremento de los conflictos de carácter político hasta alcanzar el centenar de muertos, el enfrentamiento del Gobierno con el Poder Judicial chileno a raíz de las expropiaciones y nacionalizaciones y la presión de la oposición fueron conduciendo a Allende a una situación límite. El Ejecutivo chileno consiguió hacer frente a la primera insurrección armada, el denominado tanquetazo del teniente coronel Roberto Souper en junio de 1973. Pero el ruido de sables no se acalló ni Allende consiguió ganarse la confianza del entonces general leal Augusto Pinochet, que el 11 de septiembre de ese mismo año lideró una rebelión acordada entre los mandos de los tres Ejércitos de las Fuerzas Armadas chilenas.

Las palabras de un Salvador Allende recluido en el Palacio de La Moneda que rehusó cualquier tipo de salida resuenan en la historia del pueblo chileno. Son las que se transcriben a continuación como parte de las cinco alocuciones que el presidente realizó a través de Radio Corporación y Radio Magallanes antes de morir empuñando un fusil de asalto que le había regalado Fidel Castro durante su visita.

El discurso

7.55 horas. Radio Corporación

“Habla el presidente de la República desde el Palacio de la Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el Gobierno, del Gobierno legítimamente constituido, del Gobierno que está amparado por la ley y la voluntad de los ciudadanos.

” En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y la serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.

” En todo caso yo estoy aquí, en el palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo".

Salvador Allende

” Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero presidente de la Repúbica.

8.15 horas

Trabajadores de Chile:

”Les habla el presidente de la República: Las noticias que tenemos hasta estos instantes no revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del Ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista".

”Deben esperar las instrucciones que emanan de la presidencia. Tengan la seguridad de que el presidente permanecerá en el palacio de la Moneda defendiendo el Gobierno de los trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de noviembre de 1976. Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la patria".

8.45 horas

” Compañeros que me escuchan:

”La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de Estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas. En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás. Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré la Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno porque es el momento que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo. Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada".

"Que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás”

Salvador Allende

” Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse".

” Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en la Moneda inclusive a costa de mi propia vida.

9.03 horas. Radio Magallanes

” En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato consciente de un presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas.

” En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Ésta es una etapa que será superada. Éste es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.

Salvador Allende

” Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra... Roto la doctrina de las Fuerzas Armadas.

” El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.

9.10 horas

” Seguramente, ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las antenas de Radio Magallanes. Mis palabras no tienen amargura, sino decepción. Que sean ellas un castigo moral para quienes han traicionado su juramento: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifiesta su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado director general de carabineros. Ante estos hechos sólo cabe decir a los trabajadores: ¡No voy a renunciar!

Salvador Allende

” Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos".

” Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción crearon el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector que hoy estará esperando, con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

” Me dirijo a ustedes, sobre todo a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios clasistas que defendieron también las ventajas de una sociedad capitalista".

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía , la cobardía y la traición ”

Salvador Allende

” Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo los oleoductos y los gasoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

” Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la patria. El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

” Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

” ¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

” Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.

Publicado 28/02/20

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