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Historia de la Fotografía en el Perú

La tradición fotográfica es una de las más importantes del Perú, desde su aparición en nuestro país allá por el siglo XIX. Aproximadamente en el año 1842 se iniciaría el registro fotográfico del Perú y a través del tiempo estas imágenes serán estudiadas por historiadores e investigadores de diversos campos debido a su aporte como objeto de estudio de nuestra memoria, elevándolo a la categoría de documento histórico, además de lo artístico, porque nos permitirá conocer de algún modo nuestro pasado como un registro gráfico de su tiempo.

Ese mismo año, Maximiliano Danti arribó a Lima para dar inicio a la práctica comercial del invento de Daguerre en Sudamérica. Por su alto costo no se desarrollaron estudios fotográficos estables en el Perú. En 1845 el peruano Jacinto Pedevilla lo llevó al Cusco. A diez años de la llegada del daguerrotipo en Lima se empieza conocer la fotografía en papel. El desarrollo de esta técnica, que permitía obtener un número infinito de copias, coincide con el inicio de una etapa dominada por grandes estudios a cargo de fotógrafos empresarios, principalmente franceses y norteamericanos. Entre 1859 y 1861 se abrieron en Lima los nuevos locales de Benjamín Franklin Pease, Emilio Garreaud y Eugenio Maunoury. Este último llegaría a ser luego, bajo la administración de los hermanos Courret, el negocio fotográfico más acreditado del XIX y permanecería activo hasta el siglo XX. Los fotógrafos peruanos documentaron la Guerra con España de 1864-1866, originando ciertas rivalidades entre los estudios fotográficos por tener las mejores tomas.

En 1859, el fotógrafo francés Felix Carbillet introdujo en Lima la tarjeta de visita, una fotografía de pequeñas dimensiones que dado su bajo costo sería muy popular en Lima como frecuente objeto de intercambio y colección de cierta élite social. Lima llegaría a convertirse en la capital más importante para el mercado fotográfico en América del Sur y en la fotografía quedarán grabadas escenas del proceso de transición del Perú hacia la modernidad a través de las grandes obras de ingeniería, el trazo de las líneas férreas o la explotación de yacimientos minerales y guaneros. Estas imágenes se vieron complementadas con otras que describían tipos y trajes tradicionales, como la tapada, evocando así los usos y costumbres de la colonia que ya iban desapareciendo, al tiempo que afirmaban una identidad criolla basada en el legado colonial.

Desarrollo de la tarjeta postal y de la prensa ilustrada a partir del siglo XX. El auge de la tarjeta postal durante ese tiempo contribuiría a la reproducción masiva de imágenes de monumentos, tipos indígenas y sitios arqueológicos de todo el Perú. Miguel Chani, Luis D. Gismondi y Max T. Vargas siguieron la pauta iniciada por Garreaud y abrieron un nuevo camino para la fotografía: la reproducción comercial de imágenes del país que contribuyó a construir una imagen -con nuevos aires de modernidad- del Perú. En la década de 1890, la reconstrucción nacional será propicia para la apertura de nuevos estudios que marcarán el renacer de la actividad fotográfica.

A principios del siglo XX, los estudios surgidos en Arequipa, Cajamarca, Cerro de Pasco, Cusco, Iquitos, Trujillo y Piura, entre otras ciudades, irán construyendo una tradición fotográfica propia. Fotógrafos humildes como Sebastián Rodríguez en Morococha, y establecimientos elegantes, como el de los hermanos Carlos y Miguel Vargas en Arequipa, adquieren notoriedad. En el Cusco, surgió en torno de los estudios de Martín Chambi y José Gabriel Gonzales. Este panorama incluye en fotógrafos de cierto “status” como Juan Manuel Figueroa Aznar, en estudios más sencillos como los de Crisanto Cabrera y Avelino Ochoa. En el sur andino, el estudio de Max T. Vargas en Arequipa a inicios de siglo XX será muy influyente en la formación de toda una generación de fotógrafos: figuras destacadas como Martín Chambi, Enrique Masías y los hermanos Vargas.

El fotógrafo puneño Martín Chambi (Coasa, Puno 1891- Cusco 1973) es sin duda la figura dominante de la fotografía peruana de la primera mitad de siglo XX. Respecto a lo andino, la fotografía en Lima tuvo como temática recurrente al indio y el folklore contemporáneos. Sin embargo, en el Cusco la fotografía poseía una perspectiva histórica y arqueológica, revalorando a la civilización andina en todos sus aspectos. El interés por la cultura regional llevaría a Chambi a emprender un extenso trabajo documental, que abarcó el registro de la etnografía, los monumentos coloniales y los sitios arqueológicos del sur andino. Además de ser un fotógrafo comercial, Chambi cultivó la fotografía artística convirtiéndose desde entonces en el fotógrafo más emblemático del Perú.

Desde mediados del siglo XIX hasta nuestros días, casi todos los acontecimientos importantes de la historia nacional han sido registrados por la lente de la cámara del fotógrafo. Asimismo, en el arte servirá como herramienta para perennizar escenas que luego serán reproducidas al lienzo evitando así largas horas de posado en estudio o de acudir frecuentemente a un espacio abierto a una determinada hora para aprovechar la luz solar. Esto último en el caso de los pintores paisajistas, y posteriormente (y eso será tema de comentario en una siguiente publicación) será vital dentro de la prensa escrita en el Perú contemporáneo de los siglos XX y XXI.

*Este post es una colaboración de Rosa María Vargas Romero, docente de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte.

Fuentes bibliográficas:

 Majluff, Natalia/Wuffarden, Luis Eduardo (Editores) (2001). La Recuperación De La Memoria Perú: 1842-1942 / El Primer Siglo De La Fotografía En El Perú: 1842-1942. Lima: Publicado por el Museo de Arte de Lima.

Fotografías:

Chambi, Martín (1926) Macchu Picchu.

Hermanos Vargas, Polladoras de lana.

http://www.machupicchublog.com/2013/08/foto-de-la-ciudadela-inca-de-machu.html