¿Qué hacer con la economía?
El Ministro de Economía y Finanzas debe considerar con prioridad que hay aspectos que se deben promover con la finalidad de mejorar incrementar el PBI nacional, como:
Impulsar un mayor crecimiento del PBI: Crecer a una tasa anual de 4% al 5% es bueno para la actividad económica empresarial, en términos absolutos, es más que un crecimiento de 10% hace 10 años, implica más ingresos por ventas y la posibilidad de reinversión.
Hay un error de proyección para el 2019, la expectativa de crecimiento del BCR es 4% y puede ser de 3.5%, el FMI 3.8%, la CCL 3.7% y el Banco Mundial 3.8%.
Debemos ponernos como meta crecer 4.5% o más en el PBI. Esa cifra resulta de un cálculo sencillo.La población del Perú crece, más o menos, a 1.5% por año y si nosotros crecemos a 3%, entonces el crecimiento per cápita es la diferencia, o sea 1.5%.
Si nosotros creciéramos a 4.5%, entonces tendríamos que el crecimiento per cápita sería 3%, que es el doble de lo que tenemos ahora, por eso es importante lograr 4.5%.
Promover, y sobre todo realizar reformas estructurales: Se requiere crecer más, para absorber la nueva fuerza laboral que crece 1.7%, si no son 300,000 personas que van a la informalidad o al desempleo, disminuir la pobreza que afecta a 6.5 millones de peruanos, y la pobreza extrema a 1.1 millones, así como aumentar la cobertura, y sobre todo la calidad de los servicios públicos.
Una reforma es la educación, pero el interés del MEF por la ciencia, investigación y la tecnología es limitado, con participación comunitaria.
Según Esko Tapani Aho (ex primer ministro de Finlandia) la investigación es invertir dinero para obtener conocimiento, mientras la innovación es la inversión en conocimiento para obtener dinero, lo que expresa muy bien del fenómeno de retroalimentación que se produce con una estrategia de Inversión, Desarrollo e investigación.
Impulsar la productividad laboral: Es una tarea urgente, porque si no tendremos a la misma gente trabajando en lo mismo y ganando igual.
El Estado no contribuye a la expansión y creación de mercados con inversión en infraestructura para conectar la economía con la geografía. El financiamiento es clave para la creación de mercados, no se pueden expandir sin inversión, un efecto grave del modelo económico se da en el mercado laboral, que da oportunidades de empleo de baja calificación, productividad e ingresos. El modelo genera un sistema laboral que no beneficia al ciudadano. Los mercados requieren regulación estatal porque, sin ella, se genera dominación y discriminación.
Enfrentar con eficacia y eficiencia la corrupción: El Poder Judicial genera costos a las empresas, a las familias y las personas, que pagan sobornos. Esto resulta más costoso para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
Michael Porter, el gurú de la competitividad, en su visita al Perú dijo: “La corrupción es una de las deficiencias graves que limitan el desarrollo”; y afirmó que los éxitos pueden irse al demonio si no se limpia el sistema judicial.
Adam Smith, padre de la economía moderna, en su obra “La riqueza de las naciones”, y considerado el primer libro moderno de economía, señala que el Estado debe proteger a los miembros de la sociedad de la “injusticia”, y concluía que la riqueza de un país depende de un esquema jurídico funcional para todos.
El célebre pensador afirmó que el ejercicio y la financiación de la justicia es una responsabilidad, ya que está relacionada con las disputas sobre los derechos de propiedad y las relaciones económicas. Por tanto, el gobierno, tiene por obligación garantizar la seguridad de las propiedades. En nuestro país, existe impunidad judicial y el sistema se ha convertido en obstáculo para la competitividad.
Este grave problema genera desconfianza en las inversionistas, lo cual resulta clave para mantener el incremento del PBI.
Combatir la evasión: Con 2% de déficit fiscal, la situación es insostenible, se tiene que reducir a 1% al 2021, para mantener la deuda pública debajo del 30% del PBI. El Perú es un país solvente, por ello no le han bajado la calificación crediticia como a otros países de la región, pero 2% de déficit fiscal es alto, en vista que solo recauda 14% de su PBI”.
Hay que luchar contra la evasión del IGV: Hay empresas formales que tienen parte de su facturación formal y otra informal. Esta es la parte central del problema de la evasión, no las mypes que no tienen ingresos para pagar. El problema se puede enfrentar con la emisión obligatoria de comprobantes electrónicos.
Hay que reducir la informalidad, combatir la subvaluación, contrabando, piratería, y falsificación de productos (obviamente reestructurar a la SUNAT), desaparecer los monopolios y oligopolios (reestructurar el sistema privado de pensiones y eliminar las AFP´s).
Tomar una medida frente a la caída del precio del cobre: El mercado internacional sigue a favor, solo que ahora en menor medida. Si los precios de los metales se mantuvieran como están ahora con la bajada que ha habido por la guerra comercial (Estados Unidos-China) la situación seria favorable.
Sin embargo, para que se reduzca la pobreza necesitamos que la economía crezca 4% o más. Y para ello requerimos divisas para financiar las importaciones básicas que necesitamos: combustibles, insumos industriales, maquinaria y bienes de capital, entre otros productos.
Nuestras exportaciones dependen de la minería (oro, plata, plomo, zinc y cobre con algo de mineral de hierro y también fosfatos). La estrella de la exportación minera es el cobre. Si los precios del metal mejoran, crece nuestro Producto Bruto Interno (PBI), los ingresos fiscales, las reservas internacionales netas y la inversión. Somos el segundo productor mundial del metal.
El cobre representa el 30% de la producción minera nacional. Nuestra competitividad en nos ubica dentro del primer cuartil de menores costos a nivel global. Su exportación representa el 52% de las exportaciones mineras.
Dicen que, sin hacer nada, Perú crecerá 3.5% por año con el impulso externo. El factor externo es importante, pero hay reformas que también lo son. En el último boom de precios de metales, la región crecía 4%, y Perú 6%, y viceversa. A veces, se exagera la influencia del precio del cobre en nuestras economías. Influye, pero la tendencia, ciertamente, la hacemos nosotros.