El año pasado se conmemoraron los 400 del fallecimiento de Santa Rosa de Lima y que mejor que recordar los rincones limeños que aún se conservan y que están relacionados con la vida de la primera santa americana.

Su santuario ubicado en la avenida Tacna, es en estos días, el más visitado. Construido donde originalmente estuvo la casa donde vivió la santa, desgraciadamente a sufrido muchas transformaciones no solo por los terremotos que cada cierto tiempo azotan Lima, sino también, debido a diferentes proyectos que intentaron ampliarlo o transformarlo, quedado la mayoría de ellos inconclusos y en la actualidad es muy poco lo que conserva de la época en que aquí vivió Rosa de Lima. De la iglesia original construida en 1728 hoy queda muy poco, su fachada fue demolida en 1961 debido a la ampliación de la avenida Tacna, este hecho no se consumó fácilmente, hubo protestas, reclamos y se plantearon diversas alternativas para poder salvar la histórica iglesia, desgraciadamente no quedo más que demolerla en nombre del “progreso”.

Durante 25 años la iglesia quedo mutilada hasta que a mediados de los años 80 se iniciaron las obras para ampliar la iglesia y reconstruir su fachada original, pero ya no en su posición original, esta reconstrucción se haría a un lado de los restos de la antigua iglesia, siendo estos restos anexados a la iglesia moderna. De la iglesia original aún se conserva el altar mayor ahora ubicado en la parte lateral de la iglesia y una cripta debajo de ella.

En el santuario se conservan dos imágenes históricas de la santa, el cuadro de Angélico Medoro del cual se afirmaba fue pintado Post Mortem y por tanto nos presentaba la única imagen real de Rosa de Lima. Desgraciadamente como se comprobó posteriormente por testimonio del mismo Angélico Medoro, en una carta encontrada, el no pudo llegar ver a la Santa en su lecho de muerte “Por la multitud que rodeaba la casa donde había fallecido” y pinto el cuadro un tiempo después de acuerdo a algunos testimonios.

El otro cuadro histórico que se conserva en el santuario, es la imagen de Rosa que se encontraba en el cuarto de mando de Miguel Grau en el monitor Huáscar y ante la cual rezaba nuestro máximo héroe de la guerra del Pacifico. Esta imagen presenta varios impactos de bala y se encuentra con restos de sangre, una imagen histórica que no solo nos habla de la fe de Miguel Grau, también de su heroico final.

El santuario conserva también las áreas donde Rosa se dedicaba a la curación de los enfermos y la zona donde nació, hoy convertida en una capilla.

Quizás lo más visitado de este santuario sean la ermita y el pozo de los deseos que si bien han sufrido muchos cambios a través del tiempo e incluso se duda de   ser los mismos de la época de la santa, son parte de una arraigada tradición.

 Otro rincón histórico es el jirón Conde de Superunda, el que recorría diariamente desde su casa   rumbo al convento de Santo Domingo donde le rezaba a su querida virgen del Rosario. Sera el     convento de esta orden, el que recibirá su cuerpo el mismo día de su muerte el 14 de agosto de   1617 para ser enterrada en la cripta de los sacerdotes del convento, ubicada debajo de la sala   capitular. Sera en este lugar donde el cuerpo de Rosa estará dos años, luego será llevada al altar   mayor de la iglesia donde luego de algunos años regresara a su tumba original.

 En la actualidad lo que queda de sus restos (algunas partes han sido enviadas a otros países como   reliquias) se puede apreciar en el altar de los Santos peruanos ubicado en el altar ubicado a la     derecha del altar mayor y que ha sido denominada altar de los santos peruanos.

No podemos dejar de nombrar el lugar donde murió, este espacio que en aquellos años fue la casa del contador Gonzalo de La Masa y en ella residió Rosa los últimos cuatro años de su vida, aquejada de diversos males y será en esta casa donde entregara su alma al señor el 24 de agosto de 1617. Hoy esta casa se ha convertido en el monasterio de Santa Rosa de las Monjas y se ubica en la esquina de los jirones Ayacucho y Miro Quesada.

Otros rincones relacionados a la vida de la Santa, son la iglesia de San Pedro, en ella se conserva la imagen de la virgen de los Remedios, una de las imágenes más antiguas de Lima y ante la cual oraba. También en San Pedro será la campana la “Abuelita” ubicada de la torre derecha de esta iglesia, la que anuncie a todos los limeños la muerte de santa Rosa y la iglesia de San Sebastián ubicada en la esquina de los jirones Chancay e Ica donde Rosa fue bautizada a solo dos meses de su nacimiento.

Definitivamente nuestra santa limeña ha dejado su huella en nuestra ciudad, ciudad que la recuerda cada 30 de agosto, para veneración de todos los limeños.

Publicado en www.laabeja.pe

2/9/17