Luis Montoya: “Fallamos en la prevención del delito porque hemos abandonado la comisaría”
El tema de la inseguridad en Lima y en el país ya sobrepasó a otros males nacionales como el desempleo y la corrupción. Para el general PNP (r) Luis Montoya, el incremento de este fenómeno se debe a la decadencia cada vez más evidente de nuestra sociedad, y mientras luchamos contra este drama, el ex Director General de la Policía propone potenciar las comisarías y reforzar los patrullajes.
Ddlc: Durante estos últimos años, con la inseguridad ha ocurrido lo mismo que con la economía de los años 80. Pasan los ministros, y el problema se agrava. ¿Cuál es su interpretación?
LM: La inseguridad es un problema social. La sociedad tiene un comportamiento anómalo, en el cual influyen varios factores, desde los hogares, la migración. Esto incide en la seguridad, porque en todas las grandes ciudades hay desorden social y caos en el tránsito. Las leyes no se cumplen, y el ciudadano hace lo que quiere. Cuando hay desorden, hay inseguridad. No hay orden en las ciudades grandes, menos en los pueblos.
Otro factor es la informalidad. El 61% de la P.E.A es informal. La informalidad puede ser un camino a la delincuencia y a la corrupción. Cuando se corrompen a las instituciones encargadas de la seguridad, como el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Policía Nacional, los gobiernos regionales y locales, y los sectores sociales como el Ministerio de Salud, de Educación, esa informalidad lleva a la corrupción de los quienes deben de luchar contra la criminalidad, y no hacen nada para prevenir el crimen.
En tercer lugar, en estos últimos años estamos nombrando profesionales no competentes en los cargos políticos que tienen que luchar con el problema, mientras que en el Ministerio Público y el Poder Judicial, ya no abundan los jueces y fiscales probos y eficaces de hace 50, 60, o 70 años. Día a día vemos que están cuestionados, al igual que congresistas y ministros.
En cuarto lugar, la estructura orgánica de la Policía Nacional no ha cambiado en 100 años.
Ddlc: Tenemos una policía del siglo XX y una delincuencia del siglo XXI.
LM: Claro, por esos factores. La Policía ha debido ir adecuándose a la realidad, y no lo ha hecho.
Quinto, los egresados de las escuelas de oficiales, al igual que en otras carreras, no son tan calificados como eran antes.
En sexto lugar, no valoramos la profesión ni del médico, ni del maestro, ni del policía. En otro país son bien pagados, porque son la base de la sociedad. Todo eso hace que quienes postulan a las escuelas policiales no sean los mejores elementos. Quien se presenta a la escuela es porque no tiene otra salida. Y esos son los que salen a combatir el delito.
Ddlc: Lo mismo ocurre en el magisterio, y en este caso, todo eso afecta la formación del personal subalterno.
LM: Tenemos 28 escuelas, y tener esa cantidad ha sido uno de los peores errores de los últimos gobiernos, el personal egresa con muy bajo nivel. En esas escuelas no hay catedráticos que formen en valores a los policías. Lo ideal sería que tuviéramos 3 o 4 escuelas, con infraestructura y personal.
Ddlc: Tendría que haber una maestría en seguridad.
LM: La tenemos, y en criminalística. Pero al subalterno hay que capacitarlo, y hay que captar mejores elementos. ¿Un estudiante del Champagnat o Roosevelt postula a la escuela de Policía? Ahora hay chicos con bachillerato. Ninguno postula. Ni a la Fuerza Armada.
El problema es social, y el gran error de los políticos y la ciudadanía está en creer que la inseguridad es un problema exclusivo de la policía. Hay niños sicarios, que han sido criados violentamente, que matan y no sienten nada. Ése es un problema de salud mental, y los únicos hospitales que atienden esos casos son el Hermilio Valdizán y el Larco Herrera.
Ddlc: Estamos generando las divisiones menores de la delincuencia día y día.
LM: Día a día. Ahí sí tienen buenos elementos, bien formados, mejor administrados y con menos corrupción, porque respetan sus códigos.
Ddlc: ¿Cómo lidiar con el problema?
LM: Hay que combatir las causas. Cuando el enfermo está grave, se le lleva a emergencia.
Ddlc: ¿Declarar la seguridad en emergencia?
LM: No. Escuché decir a Salvador Heresi…
Ddlc: Que había que militarizar la seguridad…
LM: En 11 años no ha hecho nada. Me refiero a enfrentar el problema inmediatamente. Existen cuatro instituciones que luchan contra el crimen y el delito común: el Ministerio Público, el Poder Judicial, el INPE, y la Policía Nacional. ¿Cuál es la que está más cerca al ciudadano? La Policía, a través de las comisarías.
Lo primero que habría que hacer es repotenciar las comisarías, revalorar la función policial, empoderar al policía que cumple su función por orden constitucional.
Hemos abandonado las comisarías, y no sólo en lo que se refiere a sus instalaciones. La delegación puede funcionar en una carpa, pero la gente tiene que trabajar y brindar un buen servicio. Nadie ha afrontado este problema. Yo creé 3 comisarías modelo, una de ellas la de Surquillo. El alcalde despachaba con el comisario todos los días a las 8:00 a.m. Nos dio resultados. Renuncié, y desde ese entonces, no se ha retomado.
Un buen ejemplo es el del sector Salud, con sus famosos hospitales, empezó con Solidaridad, ahora Sisol, y en Surco, por ejemplo, existen centros de Salud donde cobran 5 soles. En eso se está mejorando. Algo similar se puede hacer en seguridad, pero el personal tiene que tener mística.
Hay que nombrar un líder social como comisario. Si se envía una autoridad indolente, pusilánime, con problemas familiares, económicos… ¿Qué se puede esperar?
El comisario tiene que ser un líder, seleccionado, con maestría en seguridad, administración, criminalística, y capacidad de gestión.
Ddlc: ¿Por qué la policía no hace convenios con ESAN, Centrum Católica, para que los oficiales puedan tener una maestría en Gestión de Seguridad?
LM: Tenemos un convenio con ESAN, pero es importante mencionar que alguien que pasa el grado de comandante tiene que ser administrador.
Ddlc: Hay una sugerencia de contratar gerencias externas, para que la policía se dedique a la parte operativa.
LM: No estoy de acuerdo con esa iniciativa. ¿Quién puede administrar mejor que quien conoce la organización?
Ddlc: Ése es justamente el problema. Pareciera que quienes administran el Ministerio del Interior no lo conocen.
LM: Eso no es así. La Policía no ejecuta el gasto. Lo ejecuta el Ministerio del Interior a través de la Oficina General de Administración (OGA), que está conformada por civiles nombrados por el poder político de los gobiernos de turno. Ellos manejan el presupuesto. La Policía hace sus proyectos, pero quien los ejecuta es la OGA. En el organigrama hay un viceministro de Administración. En la práctica no funciona, y la presencia de la policía se limita a dos plazas en una comisión de licitación. A la Policía no la dejan gestionar, y esto viene desde la época del APRA, Toledo, hasta Belaúnde…
Ddlc: Es un asunto de Estado.
LM: La policía no tiene pliegos, sólo en alguna de sus unidades ejecutoras.
Ddlc: ¿Qué más se puede hacer desde el punto de vista operativo?
LM: Prevención a través del patrullaje. Que la policía diseñe y realice el patrullaje a pie y motorizado, y lo integre con el serenazgo. En cada distrito debe haber una unidad de patrullaje motorizado, un trabajo coordinado entre ambas, en función a un mapa del delito.
Distritos como Surco y San Borja son los más vulnerables, porque no se hace un trabajo conjunto, pese a que se gastan ingentes cantidades de dinero. Circulan Camionetas HILUX 4X4, con un sereno no capacitado, y que a las justas maneja un auto con una circulina que afecta la vista. Peor que los ruidos molestos. En eso se ha convertido.
Ddlc: En muchos distritos, ni el Serenazgo ni la policía pueden controlar una fiesta ruidosa o una celebración fuera de control.
LM: En los parques ubicados cerca de la Universidad Ricardo Palma, los mocosos bebidos se ponen a tomar y el serenazgo es incapaz de poner orden.
Ddlc: Es una muestra palpable de la ineficacia del estado peruano. En otro lugar, se pone la multa y se acabó.
LM: Si, pero el sereno no tiene autoridad para poner multas, tendría que ir con alguien de fiscalización.
El otro gran paso para combatir eficazmente la delincuencia es la inteligencia policial, que significa saber todo lo que ocurre en mi jurisdicción. Y después viene la inteligencia operativa, que es aquella para trabajar contra el crimen organizado, narcotráfico, terrorismo, trata de personal, el personal y equipos.
La inseguridad se combate con planteamientos estratégicos, de abajo hacia arriba. Acá llega un ministro pone un nombre, hace un plan. Puro efectismo. Desde García II, Toledo, Paniagua, García I, Belaúnde. Con Fujimori fue peor, sacaban los carros de un lugar y los llevaban a otro, y la prensa se prestaba, como se presta hasta ahora a seguir al ministro, no sé por qué, pero le hacen un gran daño a la sociedad, mientras la victimización va en aumento.
Ddlc: No se avanza.
LM: Se plantea que no haya lunas polarizadas, ni licencia de armas. ¿Acaso los delincuentes obtienen licencia para portar armas? Son los buenos ciudadanos, los comerciantes, empresarios. Gente que quiere proteger la vida de él y su familia, pero con esta ley quieren perjudicar a estas personas, al igual que con el caso de las lunas polarizadas.
Una dama anda sola en su carro, y como no tiene vidrios transparentes, le rompen el parabrisas, la atacan y asaltan. Los delincuentes no usan este tipo de lunas, sólo para asaltos. Quieren que la norma prohíba esos vidrios sólo para particulares, y los funcionarios pueden usar lo que quieran, entonces los delincuentes van a ponerle placas faltas a esos autos, van a asaltar y el policía se va a cuadrar ante los delincuentes. Nadie mira este problema con seriedad.
Ddlc: ¿Si la pobreza supuestamente ha disminuido veinte puntos, por qué la delincuencia ha aumentado?
LM: Porque aparte de ese hecho, y el aumento del consumo, como dije, un sector de la sociedad presenta ahora un comportamiento patológico. Quiere vivir sin trabajar. El narcotráfico, el tráfico de personas, la piratería, el contrabando, la minería ilegal, la tala ilegal, son actividades económicas ilegales, y delitos, ahí está la informalidad, y la posibilidad de obtener fuertes sumas de dinero. Si hay más drogadictos hay más delincuentes, y ya no es como antes que la droga iba a Colombia, ahora se consume aquí. Y el consumo de alcohol también tiene que ver. Por eso hablo de descomposición social como causante de delincuencia. Un niño que toma y se droga a los 12 años, si está angustiado, va a robar un celular.
Repito, hay que ver este problema con seriedad, como se puso en el Acuerdo Nacional.
Ddlc: Nadie le hace caso…
LM: Nadie quiere invertir.
Ddlc: El ex ministro Remigio Hernani acaba de mencionar que durante el segundo mandato del ex presidente García, el ex ministro de Economía, Luis Carranza, ofreció 30 millones de soles para combatir la inseguridad.
LM: El ex presidente García ofreció mucho, pero al final no dio nada. El ministerio de Interior se maneja desde Palacio.
Ddlc: Eso no estaría mal si se nombrara gente idónea.
LM: Pero para qué se tiene un ministro, o un director de carrera. Uno jura como director general. La ley dice que uno es responsable de la capacitación, conducción, operaciones, del personal, de economía de toda la Policía. Sin embargo, no compra los patrulleros, ni decide dónde deben estar las escuelas.
Ddlc: ¿En su opinión, cuántas escuelas deben haber?
LM: Seis, como máximo.
Ddlc: Casi tipo Harvard.
LM: Non plus ultra.
Ddlc: ¿Hay alguna experiencia exitosa en Latinoamérica que se pueda tomar como referencia?
LM: Nuestro país con la Guardia Civil y la Policía de Investigaciones…
Ddlc: ¿Fue un error unificar la Policía?
LM: Unificar no, pero no se debió perder la especialidad.
Ddlc: ¿Y en 27 años no se ha podido corregir eso?
LM: Siempre se decía, pero nadie lo quiso hacer.
Ddlc: Se afirma que la policía carece de investigación criminal.
LM: Tenemos fortalezas, los grandes casos se resuelven rápido. El problema es el delito menor. Fallamos en la prevención del delito porque hemos abandonado la comisaría. Antes el comisario sabía hasta cuál era la farmacia de turno. Ahora es nombrado por 2 años, lo paran cambiando.
En Chile, al director lo nombran por 4 años, sólo lo sacan por falta grave. No lo sacan. Pero la sociedad chilena es ordenada. Cuando hay orden hay seguridad. Chile tomó como ejemplo nuestra Guardia Civil. Su policía de carreteras, policía rural…
Ddlc: Y la nuestra no maneja presupuestos.
LM: Nosotros seguimos cursos. Se egresa como administrador en ciencias policiales, se sigue un curso de teniente, luego otro curso de capitán, de mayor hace un curso que es como una maestría, luego de coronel un año de investigación científica en el CAEN, que es como un doctorado. A mí me mandaron a ESAN a estudiar alta gerencia. En capacitación estamos bien, pero muchos vamos a estudiar por el cartón.
Pero cuando uno es coronel y está capacitado, muchas veces lo invitan al retiro. El estado invirtió 5 años en preparar a un oficial, para nada. Estudiamos 10 años, casi como médico. No estamos mal preparados, y eso la gente no lo sabe. Lo ponen a un improvisado y maneja mal todo. Y el policía como quiere ascender, agacha la cabeza.
Ddlc: ¿Cómo enfrentaría el tema de la corrupción policial?
LM: Yo la he combatido.
Ddlc: Mucha gente que le teme más al policía que al delincuente.
LM: Hay corrupción como la hay en todos los estamentos del estado. ¿Cuántos policías de la época del fujimorismo de alto rango están presos? Sólo Dianderas. Sin embargo, en el ejército más de 20 oficiales, además de jueces, fiscales, un ex contralor.
La Policía sola tiene más gente que las fuerzas armadas juntas.
Ddlc: Hay quienes dicen que los policías corruptos deben tener una sanción doble.
LM: Efectivamente. Yo he sido jefe de región de 40 mil hombres en Lima Callao, y salía con civiles con cámaras y grabadoras, formé un equipo, nos llamaban, se filmaba e íbamos con el fiscal, y se registraba y quedaba detenido, denunciado y preso. El policía corrupto es un delincuente infiltrado, y no me interesa el grado. Puede ser un general, o un subalterno. La policía tiene que dar el ejemplo, y ser una institución confiable.
En el Perú se ha perdido la confianza en las instituciones, y para recuperarla hay que hacer profilaxis.
Fundé y dirigí la dirección anticorrupción por 3 años, realizamos la campaña de “Al policía se le respeta” con buenos resultados. También es necesario combatir el abuso policial, como cuando las mujeres maltratadas van a la delegación y son maltratadas por frases de “qué habrás hecho”, o similares.
Ddlc: ¿Qué tan importante es la participación ciudadana en la lucha contra la inseguridad?
LM: Es vital. A veces son para la foto y la prensa, y uno que otro allegado al alcalde, pero no hay juntas confiables. El día que los vecinos participen y cambien. Cuando vean algo o alguien sospechoso, deben llamar, aunque sea al 105.
Ahora, mayormente son para la foto, porque les regalaron un silbato, un polo, un refrigerio. En la Guardia Civil teníamos clubs de menores en las comisarías. Enseñábamos básquet, vóley, fulbito. Había policía escolar, y se trabajaba con los boy scouts, y la PIP.
Ddlc: Y la Republicana.
LM: Creo que ahí se cometió un error, debió unificarse PIP y Guardia Civil, y la Guardia Republicana transferirla al Ministerio de Justicia.
Ddlc: ¿Y qué se puede hacer sobre las penas y los ladrones que reinciden en hurtos menores de 300, 400, 0 500 soles, o celulares?
LM: El año 2003 trabajamos en la instalación de juzgados de paz en comisarías. Al delincuente hay que quitarle libertad en el momento, y aplicarle multas. 15 días y multas de 2000 soles, para que trabajen. Eso se hace en coordinación con el Ministerio de Justicia.
Ddlc: ¿En su opinión, el plan Bratton era positivo?
LM: No.
Ddlc: ¿Por qué?
LM: No se ajustaba a nuestra realidad. Ni remotamente. Hay que afrontar este problema con seriedad, responsabilidad, políticas de estado, y adelantarnos al 2030, porque la sociedad se va a seguir desintegrando, pero se puede combatir siendo proactivos y ordenados.