< Detras de la cortina

Historia de Marcas

Nuevas marcas que dinamizan el mercado.

En el Perú, hoy, el índice de pobreza es de 33%, pero existen muchos peruanos que salieron de esa condición, generando productos, trabajo, marcas y competencia. Estas son algunas historias.

A principios de los 90, un comercial de ropa apareció en televisión, era de básicamente pantalones, con un nombre singular: Pieers. La primera impresión en estos casos es de sorpresa ante un producto desconocido, y sin el respaldo de una marca.
30 años después, factura más de 47 millones de soles anuales. La empresa tiene tiendas en todo el país, sobrevivieron hiperinflación, robos y cuarentena.  Wuilliam Monterola, su propietario, nacido en Huancavelica, preside una compañía que vende jeans y antes vendía corduroy a muy buen precio, y de calidad. Es la clásica compañía pequeña que se abre un espacio que lucha con marcas extranjeras y caras. 

Cualquiera que haya visitado sus tiendas, puede ver productos a precios módicos. La compañía se ha consolidado como una importante marca nacional y trasciende fronteras. Monterola, debido a dificultades económicas, a los cinco años tuvo que trasladarse a Chincha. A fines de los 80, viajaba a Lima para ayudar a su padre en la venta mayorista de ropa a los ambulantes del mercado de Surquillo. 

En 1990 fundó Pieers. Rápidamente, el negocio creció y se expandió, trasladándose a una planta más grande, con lo cual aumentó su capacidad de producción. Tres años más tarde, abrió tiendas en el centro de Lima y Gamarra. En sus locales, por ejemplo, ofrecían pantalones de corduroy de calidad (hoy los dejaron de producir), y a buen precio.

Pieers cuenta con más de 40 tiendas en todo el país. Pero no todo ha sido color de rosa. Durante los 90, la hiperinflación representó una enorme pérdida económica, y los llevó a reiniciar sus operaciones prácticamente desde cero.
Durante la pandemia. como otros negocios y emprendimientos, lamentablemente, tuvo que cerrar 6 locales, pero lo sobrellevaron.

Artika

En lo que se refiere a helados, desde siempre, fue D’Onofrio. Sin embargo, vaivenes gerenciales y coyunturas complicadas, hicieron que la empresa sea vendida, finalmente, al emporio Nestlé. Los nuevos dueños conservaron la marca, pero el mercado reaccionó de la manera más previsible. Apareció un competidor pequeño y peruano: helados Artika.

En la actualidad, Lima representa el 70% de sus ventas, según reveló un funcionario de la compañía a Gestión. Para tal fin, la compañía ha tenido como aliado las redes sociales, donde los consumidores han destacado sabores y precios. El año pasado lograron gran éxito en sus ventas, apoyados por un insufrible calor, por cierto. La empresa inicia sus actividades en 1978, en Quillabamba Cusco (tierra de café). La popularidad del producto aumentó por el boca a boca. La estrategia de mercado era destacar la experiencia de consumidores, lo que hoy podríamos llamar “creación de contenidos”.

La compañía avanza en Lima, y aunque en el país la mayor cuota de mercado la tiene D’Onofrio Nestlé, la competencia está avisada. Y los peruanos servidos. 

Intravedco

Otra historia es la Intravedco, la cual empieza cuando en 1949, un emprendedor estadunidense y un ingeniero peruano fundan Interamerican Trade Development Company en 1949. En 1964, obtienen la autorización para producir el betún Kiwi.
En 1992, un grupo de jóvenes empresarios adquirió la empresa, y le compró a Procter and Gamble, un poderoso, la marca Sapolio, un producto de limpieza de utensilio de cocina, muy reconocido. 

Años más tarde, incursionan en lo que es higiene personal, con productos buenos y económicos como Dento, y Aval, que dinamizan un mercado dominado por grandes compañías, y benefician al consumidor. Sin embargo, en enero del 2019, la marca, ya consolidada, fue adquirida por el grupo Alicorp. El desodorante Aval y la crema de afeitar, el repelente VT-buenos productos de precios módicos- de la misma marca desaparecieron de su portafolio y de las tiendas, pero es de esperar que aparezcan competidores.

Laboratorios Portugal

También podríamos hablar de Laboratorios Portugal, con más de 150 años en el mercado, que fabrica más de 2000 productos de Línea Cosmética (Bahia, Portugal Cosmetics y Floresta), Línea de Productos Naturales, Suplementos Nutricionales, Vitaminas, y Línea Farmacéutica. 

De esa marca destacan, desde repelentes hasta jarabes para la tos (genéricos) a precios sin competencia.

Y también podríamos mencionar a Sidney, que produce ropa de cama, y miles de pequeños y medianos comerciantes e industriales, en Lima y en todo el país.  Estas historias de marca son la prueba palpable de que, en nuestro país, si se puede-a pesar de nuestro Estado- hacer buena empresa.