Alfredo Astiz, el hombre que no ofrece perdón
El conocido “Ángel de la muerte”, que se infiltró en el movimiento de las “Madres de la Plaza de Mayo” para asesinar a sus fundadoras, defiende su actuación en la dictadura.
Astiz no se arrepiente de nada. “Nunca voy a pedir perdón por defender a mi patria”, dijo frente el Tribunal que lo juzga por su enésimo crimen, el de la adolescente sueca Dagmar Hagelin.
Han transcurrido 40 años desde entonces. El acusado tiene ahora 67 años, y es uno de los más conocidos genocidas argentinos. De aspecto angelical y ojos azules, aprovechó para infiltrarse en el movimiento, y participó en el asesinato de su primera líder, Azucena Villaflor, y otras once personas de su entorno, entre ellas dos monjas francesas. Todas murieron en los llamados “vuelos de la muerte”, que consistían en arrojar vivos a los detenidos-desaparecidos vivos al Río de la Plata.
El día decidido para el secuestro a la salida de una Iglesia, el oficial fue abrazando a las fundadoras del grupo, para identificar a las dirigentes ante los militares, que observaban de lejos, quién debía ser apresado (y luego asesinado). Casi como el beso de Judas Iscariote.
¿Heroína o villana?
La actual líder, la polémica Hebe de Bonafini, ha sido procesada en mayo pasado, acusada de desviar 13 millones de dólares a pesos sociales. El juez federal Marcelo Martínez, decidó abrirle juicio junto con Sergio Schocklonder, su exapoderado en la fundación de las Madres de la plaza de Mayo, por el presunto desvío de fondos de “Sueños compartidos”, un programa de construcción de viviendas sociales que se finació con fondos públicos.
Hebe de Bonafini, de 88 años, delegó desde el 2011, el manejo de los fondos de la fundación a Schocklender. La relación se cortó cuando la dirigente del movimento responsabilizó de todos los cargos a su exapoderado.
El plan era construir 4757 casas, pero sólo entregó 822, y dejó de pagar a los albañiles.
Por la misma causa, también está procesado el secretario de Obras públicas del kirchnerismo (peronismo) José López.