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Fernando Cillóniz: “El mayor beneficio de la agroindustria es su aporte al empleo”

En los últimos 15 años, el país ha vivido un verdadero boom agroexportador. Para Fernando Cillóniz, empresario vinculado a este sector dinámico, las perspectivas son positivas en la medida que los mercados son crecientes y disponemos de las bondades de una economía libre y desgravada. 

 

Ddlc: ¿Cuál es el balance y perspectiva para la agroindustria este año?

 

FC: Bueno, lo que se puede decir es que es un sector que ha crecido en los últimos diez años, a un 15 y 25% anual, y creo que el crecimiento va a continuar, quizás a menor ritmo, porque es más difícil crecer a medida que uno tiene dimensiones mayores, pero el esfuerzo y la competitividad del sector nos hace ver que van a seguir viniendo capitales, y los que están instalados van a incrementar sus inversiones y ampliar sus operaciones.

 

Las perspectivas son positivas, en la medida que el mundo no deja de comer. 

 

Ddlc: ¿Cuánto aporta la agricultura al PBI?

 

FC: El agro aporta más o menos 8% del PBI, y de esa cantidad la agroindustria le corresponde un 3%, aproximadamente.

 

Ddlc: Estamos en ciernes…

 

FC: El mayor beneficio de la agroindustria es su aporte a la generación de empleo. Nunca va a pesar mucho en el PBI.

  

Ddlc: ¿Cuánto empleo genera esta actividad y por qué se ha desarrollado mayormente en la costa, no en la sierra, ni mucho menos en la selva?

 

FC: La agroindustria genera alrededor de 500 mil puestos de trabajo y viene creciendo a un ritmo de 15 o 20% al año. La infraestructura es una limitante, en la sierra y selva no es la ideal para llevar a cabo este tipo de emprendimientos. Inclusive la costa está quedándose chica…

 

Ddlc: Además del problema del agua que es crítico en ciudades como Ica.

 

FC. Esta agricultura requiere de agua, buenas carreteras, puertos modernos, y efectivamente el agua es una limitante, pero estamos para resolver los problemas, trayendo aguas de otras cuencas. A Ica se le puede traer agua de Pisco o de Huancavelica. 

 

Ésos son los retos que hay por delante, pero es necesario que el estado haga más y mejores carreteras y autopistas para la sierra y la selva, pero también para la costa, porque las actuales están muy congestionadas. Aunque la gente crea que no es necesario.  

 

Ddlc: ¿Eso está relacionado con los precios que se pagan en las distintas regiones del país?

 

FC: Se vincula con el transporte y el transporte es una intermediación.

 

Ddlc: Y también se afirma que los intermediarios ganan mucho y los productores poco. 

 

FC: Los productores ganan poco, los intermediarios son un montón y hay muchas mermas, y no conozco ningún comerciante de la parada que sea un millonario. 

 

Ddlc: ¿A qué atribuye usted el despegue del sector?

 

FC: A la Constitución del 93 y el cambio de modelo económico que despertó el interés de muchos empresarios. 

 

Ddlc: ¿Cuáles son los productos estrella de esta actividad?

 

FC: El café de la Amazonía es el número uno y siempre lo ha sido. Le siguen el espárrago, la uva de mesa, y hay otros frutos como el plátano orgánico que viene creciendo de manera muy fuerte, la alcachofa, el pimiento, la palta, los cítricos…

 

Ddlc: ¿Qué nos puede decir sobre la idea de producir y exportar “berries” o frutos como la fresa, frambuesa u otros? 

 

FC: En nuestro país se producen muy pocos. Es una idea, no una realidad. Ojalá se concrete. Lo único que se produce en poca escala es la fresa, y recién se está empezando con los arándanos que es un fruto azul como la cereza, muy sabroso, pero no se puede decir que ya somos exportadores de estos productos. Recién estamos empezando. Así se empezó con el espárrago y la uva.

 

Ddlc: Sobre el espárrago algunos afirmaban que había llegado a su tope. 

 

FC: No creo, pienso que su producción y demanda aumentará, el mercado es cambiante y creciente. Algunos señalan que ya llegó a su tope. Yo no conozco ningún cultivo que haya llegado a su tope, pienso que los cultivos van a seguir al mercado mundial y cada vez hay más bocas que alimentar y muchos países de Europa no son competitivos en agricultura, porque su población está envejecida y no puede trabajar bien el campo, entonces si la producción tanto ahí como en Estados Unidos no crece, y la población sí, los países del hemisferio sur podemos aprovechar esta situación. 

 

Ddlc: ¿El Perú debe producir arroz, a pesar de ser un país desértico? Algunos hablan de sacarlo de la mesa popular, y que se importa de países como Uruguay.

 

FC: Nuestro país produce todo su arroz de Piura, Lambayeque y Tumbes en el norte, Camaná en el sur, y por supuesto la Amazonía. Ucayali, Loreto, San Martín, Amazonas. Los peruanos somos arroceros, y eso no es un problema, no tiene por qué serlo. Lo que se importa de países como Uruguay es mínimo. 

 

Reconozco que mucha gente dice eso, pero cada uno cultiva lo que más le interesa cultivar, lo que es más rentable, y lo que ocurre es que en el Perú no cobramos por el agua, y en esa medida la gente va a seguir sembrando arroz porque es rentable. Si se cobrase por el agua, lo pensarían dos veces, y sería un cambio natural hacia cultivos de mayor valor.

 

Ddlc: El problema del agua es uno de los grandes problemas del agro peruano.  

 

FC: Bueno, es increíble que habiendo poca agua se regale. Ahí desde un punto de vista político y cultural hay un tema por resolver. 

 

Ddlc: ¿Se hubiera podido desarrollar la agroindustria sin los Tratados de Libre Comercio? 

 

FC: Hubiera sido muy complicado. Estos tratados fueron muy favorables. En esto se necesitan mercados abiertos y el tiempo ha demostrado que fue una buena decisión. 

 

Los Tratados de Libre Comercio han sido muy buenos precisamente porque se desgravaron todos los productos tanto de entrada como de salida, con reciprocidad, y nos ha ido bien. Obviamente un agricultor egoísta podría pedir un gravamen para su cultivo, pero no a los tractores, fertilizantes y a los insumos que importa. La agricultura peruana ha crecido mucho en ambientes de desgravación. 

 

Ddlc: ¿Cuáles son los problemas de la agroindustria?

 

FC: Uno de los principales problemas del sector es la existencia de barreras fitosanitarias. 

 

Ddlc: ¿Son barreras o realmente en el Perú no tenemos estándares de control de calidad para competir?

 

FC: Pienso que nuestro país tiene mucho que trabajar en el aspecto fitosanitario, y de eso a veces se aprovechan los países competidores y cierran sus fronteras, so pretexto de que no estamos limpios. Nos falta mejorar. 

 

Ddlc: Se habló de fortalecer Senasa…

 

FC: Senasa viene acompañando, dentro de sus posibilidades, nuestro trabajo. Si algo deseamos nosotros es que se impulse su labor con más recursos, porque el personal técnico del Senasa es muy calificado.

 

Ddlc: ¿Cuáles son los países con los que tenemos mayores problemas a nivel fitosanitario?

 

FC: Todos los países que tienen zonas tropicales. Muchos países de Europa y Rusia no los tienen, porque tienen inviernos muy fríos, pero el sur de los Estados Unidos es mucho más susceptible de una infestación de plagas, al igual que China.

 

Ddlc: Estaba poniendo bastantes trabas… 

 

FC: Repito, todos los países tienen derecho a proteger su agricultura de plagas.

 

Ddlc: Lo que ocurre es que detrás de eso podría haber un proteccionismo disfrazado. 

 

FC: Efectivamente, creo que en cierta medida también hay algo de eso, muy sutil. 

 

Ddlc: En un artículo reciente mencionó que si algunos pequeños agricultores podrían vender sus terrenos para expansión urbana sería mejor para ellos. Según otros, lo que hace falta es un marco promotor para que puedan continuar con esta actividad. 

 

FC: Yo estoy de acuerdo en todo lo que sea capacitar a los peruanos, pero lo que observo es que muchos agricultores están dejando el campo para irse a trabajar a las ciudades, y no es el mismo caso del proceso migratorio que hubo en la época del terrorismo donde abandonaban las parcelas por un tema de seguridad. La gente trabaja en las ciudades y le va bastante mejor.

 

Lo ideal sería que esto no ocurriese y que en el campo pudiesen hacer una vida digna, pero la realidad es ésa y algunos agricultores están vendiendo sus parcelas a muy buen precio. Muchos compran sus casas y viven su vejez dignamente. La mayoría es gente de edad. 

 

Ddlc: Usted ha sido presidente de la Empresa de Mercados Municipales. ¿Qué se puede hacer para mejorar la comercialización agraria?

 

FC: Pienso que las cosas se han hecho muy mal. La información que tengo es que el Mercado de Santa Anita está aumentando sus ventas. Es un proceso gradual, y repito, lo que conozco es que las ventas mayoristas están creciendo, lo cual me da muchísimo gusto. 

 

Ddlc: La medida era correcta, lo que se cuestiona es político. 

 

FC: A mí me hubiera gustado ver una mejor organización y administración, pero no quiero criticar algo que ya se hizo. Mi total apoyo a quien tomó la decisión.