José Antonio García Belaúnde:
En estos tiempos de globalización, resulta imprescindible aplicar una política internacional que propenda, principalmente, al desarrollo económico, la protección de nuestros compatriotas, que son alrededor de 3 millones en todo el mundo, y la defensa de los derechos humanos. En esta entrevista exclusiva, el ex-canciller José Antonio García Belaúnde, ex estudiante de literatura y de la Academia Diplomática, con un diplomado en Relaciones Internacionales en Oxford, analiza y comenta con sencillez y claridad la acción presente y futura de Torre Tagle.
Ddlc: ¿Cuál es la política internacional más adecuada para un país como el Perú y cómo evalúa la acción de la cancillería durante este gobierno?
J.A.G.B: En política exterior lo importante no son sólo los valores, sino las aproximaciones pragmáticas. En muchos casos ciertas recetas han resultado insuficientes. Cuando hablamos de integración diplomática no hay que pensar sólo en esquemas de integración tradicionales, sino en lo que hemos logrado con Ecuador bilateralmente y eso es una aproximación pragmática. Son dos países vecinos, con una frontera densa y muy pobre, con poblaciones que intercambian mucho. Para mí hay que generar intereses de la mejor forma y tener la suficiente flexibilidad para entender que tengo un socio que no es igual a otro, y con el que necesito establecer una relación diferente.
Este gobierno ha dado las señales correctas. Primero estuvo la región, luego Estados Unidos, que es nuestro principal socio, luego el presidente Humala fue a APEC, el espacio del futuro, Asia-Pacífico, y ahora está en Europa, que es un segundo socio comercial y primer inversionista, y deja muy en claro que su política exterior considera que los vínculos con la región son muy importantes, pero eso no es excluyente de buscar distintas formas de integrarse con otras realidades.
Ddlc: Entonces las observaciones son de un carácter político…
J.A.G.B: Yo nunca cuestioné nada en ese sentido, y creo que se emitieron - en lo fundamental- mensajes claros.
Pienso que ellos al principio insistían mucho en la integración andina, pero es un proceso que hay que revisarlo, establecía un objetivo que no se va a cumplir. La integración andina no va a convertir la zona en un mercado común. Pero sí hay forma de integrar a los países andinos, no con la receta antigua que consistía en crear una zona de libre comercio y luego el mercado común, que importamos de Europa que intentamos hacer una y otra vez en América Latina y que hoy está claro que no es posible hacer por las circunstancias políticas…
Ddlc: Las visiones propias de cada país…
J.A.G.B: Efectivamente.
Ddlc:¿ En ese sentido, sigue siendo importante nuestra presencia en la CAN? ¿Qué cambios institucionales requiere para que tenga un rol destacable en la región?
J.A.G.B: El Perú es miembro fundador, país huésped, debe permanecer y no me queda la menor duda que así debe ser. Como dije antes, el proyecto original planteado por la CAN originalmente de un mercado común, no tiene futuro. Pero hay otras cosas que se pueden hacer. La integración no es sólo económica ni cultural, puede ser de infraestructura física…
Ddlc: Con proyectos binacionales…
J.A.G.B: No sólo binacionales, sino trinacionales…Nuestro territorio está muy desconectado. Tenemos un déficit en ese sentido, y ahí podemos trabajar proyectos de desarrollo fronterizo, para zonas limítrofes que son paupérrimas, y hay políticas de agenda internacional como biodiversidad y medio ambiente, donde tenemos una posición y una situación común, poseemos 20% de agua del mundo, ¿Por qué no trabajar y defender esta biodiversidad y el medio ambiente ? Hay temas que deberían ser de unidad y que no tienen que ver con la integración económica.
En cuanto a la estructura de la CAN, no se justifica su organización. Si usted tiene una zona de libre comercio para cuatro países no necesita tribunal y parlamento. Sólo necesita arbitrajes o paneles, llámelo como quiera.
Ddlc: Un lugar común en la diplomacia señala que los países deben ser más socios que amigos. ¿Comparte usted esa apreciación?
J.A.G.B: En general, es complicado de hablar de afecto entre los países, pero soy un convencido que ahí dónde hay intereses existen caminos para la paz y para la amistad. Cuando no hay intereses, sólo quedan las palabras y éstas se las lleva el viento. Cuando realmente hay intereses, los pueblos se acercan y negocian, como por ejemplo, en el caso de Perú-Ecuador. La gente de la frontera se puede atender en hospitales peruanos como ecuatorianos. ¿Cómo el ciudadano no se va sentir en un país hermano y amigo si le está ofreciendo lo mismo que en su país? Es necesario generar intereses que tengan efectos positivos sobre la población, porque que de eso trata la integración, de hacer las cosas para que la gente viva mejor.
Ddlc:.. Y ese debe ser uno de los fines ulteriores de la política internacional.
J.A.G.B: Así es. La política exterior tiene que ser complementaria a la política interna. ¿Qué busca un gobierno? Que su pueblo viva mejor. ¿Qué deben buscar las relaciones internacionales? Ayudar a que se viva mejor, dando seguridad (que también es un elemento importante), y desarrollando todo lo posible en programas de integración, cooperación, etc.
Ddlc: ¿Qué medidas de Derecho Internacional ha previsto el estado peruano en el caso que Chile incumpla con lo dispuesto en la sentencia del Tribunal de La Haya sobre el caso de la delimitación marítima entre ambos países?
J.A.G.B: Mire, creo que es un escenario improbable. Si se desconoce el fallo de la Corte, está la posibilidad de ir al Consejo de Seguridad. Pienso que hay que mantenernos dentro de lo que prescribe el derecho. Hemos asumido una posición jurídica, apegada a la norma, y eso no lo debemos abandonar, y la norma dice que cuando una parte no cumple se recurre al Consejo de Seguridad, que es una instancia política, a pedir que haga cumplir el fallo.
Ddlc: Durante el gobierno pasado se difundió en la prensa que el Ministerio de Relaciones Exteriores estaba organizando nuestras representaciones diplomáticas según la "densidad de nuestras relaciones". ¿Cuál ha sido el resultado final? ¿Existen hoy menos representaciones diplomáticas del Perú en el mundo?
J.A.G.B: No, creo que incluso hemos dejado un par más. Lo que hicimos fue reorientar con algunos criterios básicos, porque han cambiado las cosas, hay socios que no teníamos antes, con quienes comerciamos y hay posibilidades de desarrollar acuerdos.
Uno de esos criterios empleados es la reciprocidad. Si un país rico como Suecia no tiene una embajada en nuestro país. ¿Por qué el Perú va a tener una embajada en Suecia? No somos beneficiarios de la cooperación sueca, ni existe un cúmulo de inversiones ni de comercio que lo justifique. Entonces, en ese sentido, si Suecia no desea tener una embajada en el Perú, entonces nuestro país decide cerrar su embajada.
Contrariu sensu, Turquía decide abrir una embajada y hay perspectiva de hacer comercio. En vez de tener una representación en Suecia, abrimos una en Turquía. Es evidente que hay mucho dinero en el golfo arábigo - que es así es como se debería llamar - y una de esas compañías grandes, Dubai Ports, opera en el Callao. ¿Por qué no contemplamos la posibilidad de tener embajadas en esos países que exportan capitales, donde algunos empiezan a mirar a la región, y uno de ellos está en el Perú ? Si Hungría, por ejemplo, cierra su delegación aquí, cerramos la de Budapest y abrimos una en Qatar.
Es un replanteamiento porque unas áreas nos interesan y existen otras que no están funcionando.
Ddlc: Y nuestros intereses pueden ser representados por oficinas comerciales, por terceros países e internamente por los gremios empresariales.
J.A.G.B: Exactamente. Y aun siendo absolutamente privado, puede ser conducido, amparado y liderado por el Estado. Hay otras formas de hacer diplomacia. Una embajada es una estructura formal y costosa, hay que aprovecharla de la mejor manera. Uno no puede dejar de tener embajadas en ciertos países, pero hay que evaluar si se justifica esa inversión.
Ddlc: Máxime si son gastos para el Estado. Otro de los temas que se mencionan recurrentemente, aparte de las agregadurías comerciales, es si no tenemos un número excesivo de agregados culturales y militares.
J.A.G.B: No tengo una idea muy clara sobre eso. Yo diría que se evalúe comparativamente con Chile, Colombia, y se estudia cuántas embajadas tienen, cuántos agregados tienen ellos y cuántos nosotros, y con eso tenemos una pauta si exageramos o no.
En segundo lugar, así como hicimos nosotros de evaluar la calidad y cantidad de nuestras embajadas. Este gobierno debe hacer lo mismo, no ahora, sino de acá a un año o dos. Debe ser un ejercicio periódico.
Y en tercer lugar, tratar de hacerlo lo más claro posible, porque lo que suelen irritar son los nombramientos irregulares. Y eso se hace por concurso, como en el caso de los agregados comerciales, donde participa el sector privado a través de COMEX y ADEX. En general, pienso que nuestra cancillería tiene la cantidad de funcionarios que requiere.
En los 5 años que estuve como ministro me preocupé de mantener un número limitado de 12 a 15 ingresantes anuales en la Academia Diplomática, pero vamos a requerir más funcionarios diplomáticos y agregados comerciales porque tenemos TLC con el 85% de los países...
Ddlc: Con la India…
J.A.G.B: Yo lo dejé negociándose, no sé si seguirá avanzando. Pero si ya tenemos esos accesos nos van a faltar oficinas, embajadores y funcionarios especializados en la promoción. Esa es una de las tareas a futuro.
Ddlc: Como ciudadano y considerando que su padre, el Dr. Domingo García Rada, fue víctima de un atentado de Sendero Luminoso ¿Qué reflexión puede hacer sobre la posible inscripción del MOVADEF?
J.A.G.B.: Más allá de lo personal, pienso que ninguna sociedad democrática puede aceptar que un grupo terrorista que no ha abjurado de su pensamiento ni de sus principios, que no ha pedido perdón jamás por el terror que despertó durante tantos años, puede después infiltrarse en el sistema democrático para ver si lo puede petardear desde adentro. Y lo digo con el conocimiento de causa de alguien que vivió en España y que conoció el caso de la ETA y Herri Batasuna, que era su brazo político…
Ddlc: Cuyo número de víctimas no se acerca ni remotamente al saldo sangriento de Sendero Luminoso.
J.A.G.B: Causó terror, pero no fue genocida. La corte española no aceptó su inscripción. Y obviamente en Alemania no se ve un partido nazi, existen personas cercanas, pero no nazistas. Una democracia no puede permitir que aquellos que con vocación polpotiana quieren destruir todo, sabe Dios, pasar con un millón de cadáveres - como ya lo hemos visto en Asia - ahora resulta que como han fracasado, quieren sabotear la paz.
Ddlc: Y esos países ya han abjurado de esas ideas…
J.A.G.B: Y aquí seguimos pensando en matar y convertir al camarada Gonzalo en nuestro Kim IL Sung. De eso se trata.
Ddlc: O como narra la historia de Pol Pot en “Los gritos del silencio”.