Este ciclo nos permitirá  tener una visión más cercana del  país asiático, que en el ámbito económico mundial superará en las próximas décadas, según afirman los analistas internacionales, a la reinante economía americana, después de una supremacía mundial de más de un siglo. 

A diferencia del cine americano, el cine chino es financiado por el gobierno de ese país, que pareciera, al menos por las películas que he visto, no limitar la expresión de los cineastas al momento de realizar sus obras. Películas como “Vivir”, “Esposas y concubinas” o “Adiós a mi concubina” nos muestran sin reparos las costumbres chinas de antaño que en estas épocas, incluso para ellos, deben ser vistas como lejanas e incongruentes. La obstinación de todo régimen autoritario que por más buena intención que tenga es propensa a desconocer otras opiniones, como presenciamos en “Vivir”. El machismo todopoderoso que limitaba a la mujer a ser un objeto ornamental más en su propio hogar como en “Esposas  y concubinas”. Películas estas dos de Zhang Yimou. O el daño que las tradiciones provocan cuando estas se presentan obstinadas e inflexibles ante las exigencias de una nueva revisión por el paso de los años, como en “Adiós a mi Concubina” del Director Chen Kaige.

No sólo el pasado es revisado en este acertado ciclo del Mali, también el presente es mostrado con las limitaciones culturales, económicas y sociales que se le presentan al ciudadano común chino, y que más allá de esas diferencias está unidos a nosotros y a cualquier miembro de cualquier otra nacionalidad, por esas características humanas que nos hacen a todos ciudadanos de un mismo planeta. “Ni uno menos” y “Camino a casa” (debut de la bella actriz Zhang Ziyi) son dos buenos ejemplos de ello.

Y si espectáculo es lo que buscan, que mejores ejemplos que “La Casa de Las dagas voladoras” y “Héroe” para satisfacer nuestro espíritu por la aventura. Dos brillantes películas con escenas de acción coreografiada al mejor estilo de “El Tigre y el dragón”, y con decorados y colores recargados en su elaboración y presentación, que nos hacen recordar que no sólo lo sobrio es sinónimo de belleza.

Acudamos a ver este ciclo, estoy seguro que una nutrida asistencia motivará a las personas del MALI a programar próximamente más películas chinas. Wong Kar Wai, Stephen Chow y Johnnie To,  tres notables cineastas y muy diferentes entre sí, por ejemplo, podrían estar presentes en siguientes ciclos. A continuación el enlace con el MALI para conocer la programación del ciclo (Ir a “Descargar Archivo”). Recuerden que el valor de la entrada es de 6 soles.