Días de sangre
Transcurrido un mes de la asunción de la Dra. Dina Boluarte como presidenta constitucional, el balance que se puede hacer es, en el aspecto institucional, positivo. El Perú no tiene el mejor gobierno, o el que necesita, sino simplemente uno transicional, aunque posee mejores equipos que los del catastrófico régimen de Pedro Castillo,más allá de cuestionamientos, que siempre van a existir.
El ataque al aeropuerto de Puno podría responder, entonces, a una “conmemoración” de este aciago aniversario, y habría que preguntarnos, entonces, si los endebles servicios de inteligencia tenían la información al respecto, y si se tomó alguna acción preventiva.
El presidente de Consejo de ministros, Alberto Otárola, es sin duda, la cara visible del mismo, y su experiencia política y capacidad le son muy útiles a una política e inexperta presidenta. En Economía, el ministro Contreras garantiza cierta coherencia en la línea de manejo del Estado, aunque le resultará muy difícil gestionar en una época de guerra como la que vivimos.
En el sector Interior, el ministro Víctor Rojas más que comunicar, lo que sin duda es válido, debería mostrar resultados en la lucha contra esos grupúsculos violentistas que perjudican al país. Aunque en esa tarea debería informar también, el Ministerio Público, más allá de las versiones que circulan.
Los peruanos deseamos saber a qué y a quiénes nos enfrentamos, y por favor, las fuerzas del orden deben tener el respaldo total del gobierno e instituciones. No pretendamos combatir a los extremistas a pañuelazos. Ya ha habido demasiada sangre. Y en ese sentido, personajes de izquierda deberían abogar, por una vez, aunque sea, por los policías y militares que nos defienden.
En estas horas difíciles es imperativo también que el Congreso apruebe las reformas que nos garanticen una mejora mínima del sistema político.
El gobierno, que no ha generado la violencia, tiene que enfrentar la difícil situación y asumir responsabilidades, lo cual pasa por una aclaración de las muertes ocurridas, pero hay que recordar que estamos en un Estado de Emergencia, las garantías están suspendidas, lo cual no les interesa en lo más mínimo a los extremistas, y esperamos realmente, por la salud del régimen de nuestro país, que logre controlar la situación cuanto antes.
El Perú ha derrotado militarmente a la subversión. ¿Por qué no puede derrotar a estas minorías organizadas y violentas?