Sobre la devolución del 25% de los aportes aprobado por el Congreso de la Republica, la “ministra” de Economía, María Antonieta Alva, dijo que había margen de maniobra para que los aportantes realicen un retiro de los fondos de las AFP, pero que no sea masivo, para no afectar el futuro del Sistema Privado de Pensiones. Por tanto, el gobierno aceptó devolver S/. 2,000.  

Alva sostiene que el costo de devolver el 25% del aporte aprobado por el Congreso sería S/. 36,000 millones, y afectaría a la economía por la inyección de mucho dinero.

Luego, entre indecisiones por falta de planeamiento estratégico, el régimen anuncia un Decreto de Urgencia que será promulgado, para que se devuelva hasta S/ 3000 más, totalizando S/.5,000. Nuevamente se está jugando con las expectativas de los aportantes.

Esto requeriría que la secretaria de Economía, María Antonieta Alva, demuestre un mínimo de habilidad técnica y autoridad moral para explicar al pueblo nuestra real situación económica y que los problemas se pueden superar con esperanza, capacidad, honestidad. Pero primero, que diagnostique con racionalidad, establezca prioridades, y trabaje concertadamente en sus soluciones.

Al parecer la señorita Alva no recuerda que las AFPs ofrecen retirar hasta el 25% del costo para comprar un departamento nuevo y endeudarnos con el oligopolio de la banca, pero cuando se trata de devolver el 25% de los aportes, sostiene que no hay recursos y que el sistema peligra.

En diciembre de 2019, a través del Decreto de Urgencia Nº 030-2019, se establece la reprogramación de pago de aportes previsionales a los fondos del sistema privado de administración de pensiones, adeudados por entidades públicas, lo que significa, en buen romance, más dinero para las AFPs.  

Cabe recordar que antes del coronavirus, este oligopolio tenía S/. 18,000 millones perdidos de sus aportantes.

El año pasado, sin embargo, obtuvieron S/.501.6 millones de utilidad neta. Es importante señalar que el fondo de estas compañías asciende a S/171,000 millones, que están invertidos en diferentes tipos de instrumentos: acciones, bonos y certificados de depósito, y S/ 78,660 millones que están invertidos en el exterior. Por lo tanto, su valor no caería, ya que nuestra economía tiene un impacto muy pequeño.

En la medida que la economía crezca, que la gente siga comprando, vendiendo, el efecto será reducido. 

Joseph Stiglitz afirmó que las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) generan poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones. “A pesar que toda la sociedad paga el costo, aquí el que gana, es el sector financiero. Esto ha realzado el ingreso del sistema financiero (...) y es un juego negativo. Es una pérdida para la sociedad”

El objetivo de las AFP no es pagar pensiones dignas, sino financiar a grandes grupos económicos. (Prima - Credicorp Banco de Crédito), (Profuturo - Scotiabank).

Hay que tener presente que el crecimiento del PBI 2020 será de - 4.5% según el FMI, y el Banco Mundial, lo que se traduce en recesión. En esta situación se ha reducido la producción de bienes, servicios, y obviamente el consumo. Pero si empeora, gran parte será atribuible a las reducciones de nuevas inversiones, que han sido suspendidas, o han quedado sin efecto, como ha ocurrido con las mineras.

La caída de la producción, a su vez, genera que las empresas contraten menos mano de obra, se produce un aumento del desempleo y cae la utilidad de las empresas.  

Lo que debe aplicar la secretaria de Economía, son medidas reactivadoras que beneficien a las mayorías, excluyendo a algunos empresarios rapaces sin más interés que aprovechar las oportunidades de beneficio que ofrece el trabajo barato.

En la emergencia se eliminó el trabajo concertado. El Congreso solicitó al Ejecutivo que promulgue la ley que establece una liberación justa y equitativa de los fondos de las AFP y no se hizo; mientras el gobierno anuncia que pedirá facultades legislativas en materia financiera y tributaria, y no se sabe que ocurrirá.

El estado, o específicamente el gobierno, han demostrado con sus opiniones y acciones, que no se pueden calificar de “coincidencias”, y que el régimen ha jugado groseramente en pared con estas empresas.

Si bien es cierto que esos fondos no solucionarán los problemas económicos de las personas, generados por el pésimo manejo gubernamental de la crisis sanitaria, al menos permitirá mitigar sus efectos.

Lo menos que ha debido hacer el régimen en este caso, es no oponerse tercamente a una medida que apenas constituye un paliativo. De lo demás se esperan acciones diligentes y concretas. Para ayer, como se dice ahora.

*Economista