Víctor Andrés Ponce: La convulsión social nos puede llevar de regreso a los 90
Llegamos al encuentro presurosos y encontramos a Víctor Andrés Ponce, periodista y abogado- con incursiones en la literatura-, en medio de la vorágine de su trabajo. Ponce que es además columnista de Perú.21 y periodista de CPN Radio, nos ofreció su visión sobre los hechos de Bagua y sus consecuencias. Aclaramos, por cierto, que nuestro entrevistado no tiene parentesco con el editor.
Ddlc: La censura al Gabinete Simon no se produjo. ¿Cuál es su reflexión?
VAP: Evidentemente, la primera reflexión es que el gobierno ha triunfado, es decir, ha logrado desmontar un agrupamiento de fuerzas opositoras.
Ddlc: Temporalmente.
VAP: Claro, decía que lo primero que me viene a la mente es que el gobierno ha ganado en este momento. Pero lo único que ha conseguido es postergar la solución de un problema que se ha creado con el “Baguazo”.
Ddlc. ¿Cree usted que existe un “efecto Bagua”?
VAP: Hay un efecto Bagua. Ayer (29/06), por ejemplo, los transportistas querían la derogatoria del Código de Tránsito, la negociación directa con Yehude Simon y la firma de un acta, y antes cuando salían en la televisión si uno los escuchaba hablaban de “seguir la lucha de los pueblos amazónicos”.
Si uno se da cuenta después de Bagua vienen Andahuaylas, Canchis…
Ddlc: Pero puede ser una forma de validar su protesta aprovechando la coyuntura.
VAP: Lo que ha ocurrido es que el manejo en Bagua fue tan errado –55 días sin tomar una decisión- que para evitar una polarización mayor, el sistema democrático tenía dos opciones: ceder o recurrir a la fuerza. Si se recurre a la fuerza, la imagen del sistema se deteriora. Había que ceder. Pero esa no era la fórmula, sino que los errores habían llevado las cosas a esa situación. En el Perú desde que estamos en crecimiento hay movimientos sociales de protesta, ese es otro aspecto muy importante. Es decir, no es por la pobreza o la inflación: es por la necesidad de distribuir el canon, hay demandas por recursos.
En el país existe un sector importante, moderno, que ha crecido a velocidad crucero, ha expandido sus negocios, y otro tradicional que no se ha empobrecido, sino que ha crecido lentamente. Si un sector crece rápidamente y el otro a paso de tortuga, viene alguien y dice: “este es un régimen para los ricos". Luego lo repite como un afiebrado bolivariano, cuando lo que ocurre es que el estado no hace su parte: no construye las carreteras, no da las leyes necesarias. No dialoga, no incluye.
Ddlc: El estado no cumple.
VAP: Existe un estado tetrapléjico que es incapaz de dialogar con las organizaciones sociales. Y cuando hablo de estado me refiero a esta especie de Estado descentralizado, amorfo, y adiposo que se ha empezado a construir. Me refiero no sólo al gobierno central, sino a los gobiernos regionales que reproducen todos los vicios del centralismo. No hay consulta, no hay participación de la gente. En cada región se crea un centralismo, se crea una exclusión, de lo que se aprovechan otros.
Ddlc: En ese sentido ¿No es exagerado responsabilizar únicamente a la confluencia de fuerzas opositoras internas y externas de la convulsión que se vive? ¿No es una forma de relativizar responsabilidades y de achacar todo únicamente a una teoría de la conspiración?
VAP: Ninguna revolución, ninguna protesta social se explica por la conspiración. La conspiración es el efecto del fracaso de un estado. ¿Por qué sucede lo de Bagua?
Ddlc: Por la falta de mecanismos de Seguridad: Consejo de Defensa Nacional, Servicios de Inteligencia…
VAP: No, eso es lo secundario, porque el Estado a través del gobierno central, las regiones o los municipios no puede dialogar con las comunidades nativas, no consulta a la gente. Entonces, si existe un estado que no consulta, ¿Qué información va a tener la gente?
Tenemos un Estado ensoberbecido por las cifras que consigue en la macroeconomía, entonces reitero, mientras unos crecen con velocidad, o han crecido, porque ya no estamos creciendo, y otros lo hacen más lentamente, viene un conspirador de discurso demagogo y puede desarrollar un psicosocial.
Ddlc: En el caso de las protestas en la Selva, los decretos legislativos no parecen incluir nada negativo, pero las comunidades nativas argumentan que en el pasado han tenido malas experiencias, que las tierras podían pasar de concesión a propiedad, aparte del tema de la explotación y la visión de la selva como una zona exclusiva de extracción de recursos.
VAP: No se puede crear un sistema de derechos de promoción para la inversión privada en petróleo, minería, si es que a la vez no has creado un sistema de derechos para proteger a las comunidades nativas...de saber qué les pertenece y qué pueden hacer con sus derechos.
Acá lo único que se estaba creando era un sistema de derecho para promover la inversión privada, pero ojo, la ausencia de derechos en la selva está terminando con la selva. Existen 13 o 15 millones de hectáreas deforestadas, producto de la tala ilegal y la acción de los colonos provenientes de la sierra. Sin mencionar el narcotráfico, y la contaminación que produce la minería informal, como ocurre en los ríos de Madre de Dios.
Ddlc: En este contexto, ¿Cómo evalúa la labor de la prensa?
VAP: Es un activo de estos años. Hay ultraconservadores, socialistas, alarmistas, centristas. También hay mentirosos. Se denunciaban masacres en la selva y no era cierto. En fin, ése es el juego democrático, y lo veo muy bien, y ayuda a que respuestas extremistas de derecha o de izquierda no se desarrollen.
Ddlc: Usted ha mencionado en sus artículos que este tipo de convulsiones hacen que la gente se incline a posiciones más conservadoras y que promuevan más autoridad.
VAP: Exactamente. No vamos a hablar del Presidente García. Él habla de 50 mil personas. Yo no lo creo. Digamos que han participado un millón de personas, estirando la cifra. ¿Y los 27 millones restantes? Aquellos que el martes 30 han tenido que ir a sus trabajos, ¿qué piensan, incluso los que viven en la Selva, en donde en un momento tenían que pagar 25 o 50 soles por un kilo de pollo?
Esa gente en su fuero interno empieza a rechazar este tipo de acciones, en la cual unas minorías bloquean carreteras, toman hidroeléctricas y paralizan ciudades, ¿qué nos recuerda? La vuelta a los 90, donde habían esas cosas.
El otro día en la radio entrevisté a Keiko y le dije por qué no le manda flores o chocolates a Ollanta Humala que es el mejor jefe de campaña que usted tiene.
Ddlc: ¿Cree usted que esta convulsión es una crisis de gobierno o del sistema político?
VAP: No llegamos a un punto en que una crisis de gobierno se esté volviendo una crisis del sistema político, porque pongámonos en escenarios extremos. Imaginemos que a la convulsión de Andahuaylas se sumaba el bloqueo de la Carretera Central por el caso Doe Run. Puno y el Cusco bloqueados.
Ddlc: Que según muchas versiones, es el siguiente paso.
VAP: Así es. Bloquean la carretera central, se desabastece Lima y otras ciudades. Los precios vuelan. En ese momento un gobierno tiene dos opciones: o se pone de rodillas o utiliza la fuerza. En ese momento, pueden haber más muertos y ojo, es cierto, que hay quienes quieren conspirar. Pero para mí no es lo principal. Pienso que los principales errores provienen del gobierno y del Estado. Es cierto que los conspiradores quieren 10 ó 12 muertos para crear tal crisis política con ciudades desabastecidas, que se produzca un vacío de gobierno y adelanten elecciones.
Ddlc: Cambiar la revolución por la revuelta.
VAP: Y adelantar elecciones. Keiko cumplirá 35 el próximo año, si se adelantan elecciones a fines de diciembre ella no será candidata. No voy a votar por ella, voy a votar por Toledo, o quien se ponga. No pienso votar por ella ni por Humala.
Ddlc: El ciudadano ve conflictos, muertos, bloqueos, paros... Y en ocasiones se pregunta si el país está jaqueado.
VAP: ¿Qué ocurre si le dan cinco millones al INDEPA, una ampliación presupuestal para movilizar al estado, a las comunidades nativas en un diálogo fructífero y se convierte el “Baguazo” en un momento de renacimiento de la Amazonía? Depende.