Juego limpio
Estrenado el nuevo gabinete, luego de una absurda situación generada por el gobierno, se espera que el congreso le otorgue el voto de confianza.
Con la misma claridad, hay que decir que este gabinete pudo haberse nombrado mucho antes. La presencia de ambos ministros era, pues, insostenible. Carteras como Educación, Salud y Justicia, hace tiempo que requerían cambios.
¿Por qué el ejecutivo demoró tanto en hacer los cambios, algo que otro gobierno hubiera realizado sin dilación? Sea por un ánimo de confrontación, por falta de cuadros, se colocó al país en una situación absolutamente innecesaria. El fujimorismo, por más dividido que estuviera, según las cifras, podría tener en una nueva elección más de 90 congresistas, según un dato de la encuesta de Apoyo que, extrañamente, no se publicó, como señaló el periodista Jaime de Althaus en una de sus columnas.
La estabilidad que tanto requiera el país ocurrirá, en el corto plazo, cuando el gobierno deje de nombrar a personas incapaces y cuestionables, como la reestrenada Fiorella Molinelli o el inseguro Carlos Basombrío, y ni hablar de Fernando Zavala. Si tiene halcones, que no les haga caso. Existen versiones que hablaban de un ofrecimiento a Jorge del Castillo o Ántero Flores-Aráoz, que éstos no aceptaron, porque Zavala insistía en quedarse. ¿Por qué lo haría?
Por supuesto que en ese contexto la oposición tiene una cuota de responsabilidad, por ejemplo, en los lenguajes, pero si el régimen continúa responsabilizándola de todos los problemas, la crisis se agravará.
Esperamos, con más dudas que certezas, que la flamante presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz tenga ideas claras, gente capaz y voluntad política para encaminar un gobierno que va al garete. Hay decisiones urgentes por tomar en materia económica, de seguridad, y no pueden esperar, porque hasta ahora, el régimen parece un rezago del humalismo.
Un ámbito especialmente crítico es el de los conflictos latentes, en numerosas regiones y en diversidad de temas. Mencionar en su exposición ante el Congreso, cuál es la estrategia del gobierno (desde el Viceministro de gobernanza territorial), para lidiar con estos conflictos, sin duda ayudaría a fortalecer la confianza de la ciudadanía y de los agentes económicos.
En este sentido, un indulto al expresidente Fujimori probablemente sirva para la distensión, pero no va a solucionar el grave asunto de falta de liderazgo. Y tampoco servirá empapelar a los opositores 36 ó 72 meses, sólo para tenerlos maniatados. Ya es hora que la fiscalía actúe con prontitud, honestidad y eficiencia. ¿O es mucho pedir?
Al fujimorismo le toca proponer medidas y dejar de realizar análisis político, impulsar una reforma política que nos saque de esta crisis casi sempiterna, y sacar sus esqueletos del closet, algunos los cuales ya no corresponden a los noventa.
En suma, es imprescindible que hoy todos -ahora que el tema futbolístico está tan de moda– tengamos un juego limpio.
Dedicamos esta edición a nuestro querido amigo y colega Walter Samuel Neyra, fallecido tempranamente, víctima de una penosa enfermedad. Hasta siempre, Walter.