< Detras de la cortina

Recuperación económica: tarea urgente

Lench afirma que Alva debe demostrar, alguna vez, habilidad técnica y autoridad moral, para explicar a la ciudadanía nuestra real situación económica y cómo la superaremos.

El desafío de la titular de Economía, María Antonieta Alva, es reabrir la economía para que se recupere, mientras continúa la crisis del covid-19. Se debe volver a las actividades normales, y a la vez ir dejando prudentemente el aislamiento obligatorio que ha ayudado, con relativa eficiencia, a salvar vidas.

Debemos dar una respuesta adecuada de política macroeconómica a través de un gasto fiscal agresivo, una inversión pública importante, y apoyo de asistencia social a trabajadores, empresas y otros agentes afectados.

La ministra Alva viene aplicando lo que sostiene la brasileña Esther Duflo, Premio Nobel en Economía 2019, quien sostiene que los gobiernos deben hacer “transferencias directas de efectivo a los individuos. Ayudar a las personas a mantenerse económicamente y mejorar las condiciones de salud; tienen que ir de la mano. Porque si no se asegura a la gente que podrán comer en el futuro, será imposible que se queden en casa”

Duflo considera que las transferencias no deben ser grandes, solo suficientes para sobrevivir mientras la persona se queda en casa y no trabaja. Si un segmento de la población deja de comprar cosas como productos alimenticos y agrícolas, se podría ocasionar a una crisis económica mucho mayor.

Alva y algunos políticos hablan de economía de la solidaridad y hay que decirles que este tipo de economía entraña peligro. Si bien para reducir el número de necesidades hay que transferir recursos, el resultado de manejarla inadecuadamente genera un número mayor de necesitados.

Hay que recordar además, como dice Hay que recordar además, como dice Zigmunt Bauman, que "las medidas económicas emprendidas en nombre del «rescate de la economía» se pueden convertir, como tocadas por una varita mágica, en medidas que sirven para enriquecer más a los ricos y empobrecer más a los pobres.”

La recuperación es la fase del ciclo económico donde se reanima las actividades económicas, aumenta el empleo, la producción, la inversión y las ventas. Las variables económicas crecen, lo que se refleja en la actividad económica en general, tendiéndose al empleo. Es la fase ascendente del ciclo: se produce una renovación del capital que tiene efectos multiplicadores sobre la actividad económica, promoviendo el crecimiento económico y la superación de la recesión.

¿Por qué es importante recuperar y reactivar? Primero porque genera empleo. Si se produce más, las empresas demandan plazas. Pero para que esto ocurra debe haber personas que tengan las calificaciones requeridas para que sean contratadas por las compañías.

En segundo lugar, producir y vender más aumenta la recaudación tributaria, y se eleva la capacidad de gasto del gobierno. El crecimiento económico financia el mayor gasto público. No obstante, una cosa es tener el dinero, y otra muy distinta saber gastarlo en objetivos que se relacionen directamente con el bienestar.

La secretaria de Economía debe demostrar, alguna vez, habilidad técnica y autoridad moral, para explicar a la ciudadanía nuestra real situación económica, y que se puede superar con capacidad y honestidad. Pero depende que identifique bien los problemas, y los diagnostique con racionalidad, trabajando concertadamente en sus soluciones, aplicando una política económica que atraiga la inversión privada.

Mantener la demanda para hacer uso de la capacidad de la economía

Como afirma Paul Krugman, nobel de Economía, se deben aplicar medidas de recuperación y reactivación que beneficien a las mayorías, excluyendo a empresarios inescrupulosos, sin más interés que aprovechar el beneficio que ofrece el trabajo barato.

Para reactivar la economía se debe actuar en el mercado interno, externo, y en la inversión pública. El interno depende de la capacidad adquisitiva de la gente, la cual le permite disponer de los bienes y servicios que necesita. Cuando los ingresos de las personas disminuyen o lo que es peor, desparecen, ya no adquieren bienes y servicios, disminuye la demanda, y por tanto reduce la actividad económica, poniendo en riesgo de pobreza a muchas personas.

En el caso del externo, es necesario impulsar el sector minero y las exportaciones no tradicionales agrarias, para incrementar los ingresos de divisas (por el incremento de los precios de las materias primas, nuevos mercados que acepten los productos agrarios competitivos), generando mayor recaudación tributaria y empleo en el campo.

Por otro lado, la inversión pública en infraestructura debe acelerarse, para complementar la inversión privada, como puede ser en el caso del sector construcción y sus colaterales.   

También es necesario pedir una mayor contribución a quienes más tienen (especialmente los oligopolios y monopolios), para inyectar más recursos a la sociedad, redistribuir riqueza y estimular la recuperación económica durante y después de la recesión.

La regla fiscal que impide al gobierno subir el gasto público más allá del crecimiento económico es un error, porque impide al Estado promover reactivación, estimulando actividades generadoras de empleo y productividad. Por ejemplo, cuando el gobierno invierte en construir infraestructura pública, no solo da mejores condiciones materiales a la población, sino que incentiva la creación de empleos, especialmente en estos casos de recesión económica.

La recuperación y salida de la recesión del covid-19 requiere de un rol activo, eficiente, eficaz, y honesto del Estado. Corren las apuestas.