Este video - que desgraciadamente, es una edición- debe verse con detenimiento. Las denuncias contra Alejandro Toledo no son de ahora, ni comienzan con el caso Ecoteva. Al ex presidente se le voceó como ministro de Economía en el segundo gobierno de Fernando Belaúnde, y luego trabajó algún tiempo en el primer gobierno de Alan García. Cuando inscribió “País Posible”, su primer movimiento, el 10 de octubre de 1994, dijo: “el presidente Fujimori ya escribió varias páginas de la historia del Perú. Hagamos que no se borren y la única manera de hacerlo es consolidando los progresos”. Luego vendría el asunto CLAE, de su hija Zaraí, y donde citó ¡en su casa¡ al juez José Silva Vallejo, que estaba viendo el caso, su “secuestro” y todo lo demás, su matrimonio y re -matrimonio con Eliane Karp., el caso Soros... Sin embargo, la denuncia más grave fue la del 27 de febrero del 2001, donde Fernando Olivera, hoy en el ostracismo, recuerda que, el 18 de junio del 2000, el propio Toledo denunció que “mensajeros” no identificados, le ofrecieron “indirectamente” 50 millones de dólares, para que abandone la campaña. “Me lo han insinuado indirectamente con mensajeros. Pero tengo una responsabilidad con mi país a la cual no claudico. No importa cuál sea el precio”, señaló ante la prensa, agregando después que “no hay plata que compre mis convicciones... uno puede vender cualquier cosa menos su conciencia”, afirmó el ex presidente en aquella ocasión. Años más tarde circuló la versión según la cual el hoy preso Óscar Medelius por el caso de la falsificación de firmas de Perú 2000, había participado en la falsificación de firmas de la inscripción de Perú Posible. Pero de esto se sabe poco o nada, y tememos que nunca se sabrá. Pregúntenle a Carlos Espá. Mientras tanto, el ex presidente hará lo imposible para salir bien librado de la sombras que lo acosan. Pero quedará la duda de sus reales vínculos con la autocracia corrupta a la que dijo, supuestamente, combatir.