El fútbol continúa
Transcurridos algunos días de la eliminación peruana en el Mundial de Fútbol, podemos decir algunas cosas.
En primer lugar, que hemos avanzado mucho. Ya no nos ganan con tanta facilidad, ni nos expulsan jugadores. Nos enfrentamos bien a los rivales que tenemos al frente.
Gareca ha promovido una serie de jugadores de indudable talento y proyección: Trauco, Tapia, Cueva, Aquino, Loyola, Santamaría. Le ha dado personalidad al equipo, y nadie nos mira por abajo del hombro.
Pero no por eso el técnico es “incriticable”. Si en las eliminatorias se aprovecharon las circunstancias y se corrigieron errores, en esta fase, y luego del caso Guerrero -y desgraciadamente en pleno mundial- se han repetido errores tradicionales, especialmente dos. Primero, esa tendencia-casi suicida- de los jugadores peruanos de salir tocando, en vez de “reventar” la pelota hasta alejar el peligro.
La otra es querer anotar tocando en el área chica, sin resolución o sin calma. Estos dos errores han provocado nuestra eliminación.
La selección ha hecho un papel decoroso, más que aceptable, y se le ha ganado a Australia. Pero no ha pasado a segunda ronda, más allá que, en nuestra opinión y la de muchos, sí debió incluir a Guerrero en el debut.
Cueva falló en la ejecución del penal, pero también Farfán y Carrillo, por citar sólo dos nombres. Esos errores se pagan. México y otros equipos avanzaron por su eficacia.
Lo dijo Fernando Morena: “los partidos no se merecen, se ganan o se pierden”.
Que le debemos agradecimiento al técnico y los jugadores, sin duda. A la afición por supuesto, y por favor, no nos sintamos campeones por nuestra hinchada, eso es destacable, pero no lo más importante. No era un campeonato mundial de barras.
Tampoco nos engañemos, nos falta mucho para ser un equipo de actuaciones estelares. Y un pase a segunda ronda es lo mínimo que se le debe pedir a los equipos peruanos en cualquier competición. Aprendamos de México, Corea, Japón que han mejorado ostensiblemente. En el primer caso se observa una consolidación.
La permanencia de Gareca, en este contexto, sería una buena opción. Pero antes resulta imprescindible hacer un balance de su desempeño, de las eliminatorias hasta el triunfo con Australia. Las personas son importantes, pero los procesos también. Si el técnico no prosigue en el puesto, habrá que encontrar a alguien para seguir en el derrotero de “mejora continua”. Aquella que funciona en instituciones y grupos ganadores.
No hay nada que reprochar, pero sí aspectos por criticar. Salvo mejor parecer. El fútbol continúa.