Se le acabó el recreo
Transcurridas algunas semanas de instalado el gobierno, gran parte de la población tiene la sensación de que, el gobierno “ha despegado con cierto retraso”. Primero tuvo que negociar el voto de confianza y enfrentar las consecuencias políticas que implicó, luego lidió con las facultades solicitadas al Congreso, para legislar en temas cruciales para el país.
Ya otorgadas las facultades, esperamos que el régimen no se demore mucho en presentar sus medidas de mediano, largo, y corto plazo. Es importante consignar que, de reforma del Estado se ha dicho poco y sobre la reforma política, nada, ni en el Congreso ni en el Ejecutivo, pero sí en algunos medios de comunicación. Y si ambas reformas no se emprenden de manera simultánea, poco se avanzará.
Quienes creían que el parlamento iba a tener un desempeño obstruccionista se equivocaron. Pocas veces se ha visto una labor parlamentaria tan cooperante, pero crítica. Los agoreros que vaticinaban un bloqueo del fujimorismo a las propuestas del gobierno, hasta ahora, por lo menos, fallaron, y también al cuestionar la posible interpelación al Ministro de Educación, Jaime Saavedra. El ex viceministro Idel Vexler y el especialista León Trahtemberg, ya han esbozado varias críticas al titular del sector.
Parece, por otra parte, que respecto al presidente y al gobierno, un sector de la prensa y de la opinión pública prefieren ser acríticos, lo cual es errado. No se le puede pedir al Congreso que deje de ejercer el control político que le corresponde.
Que no se piense tampoco que los problemas del país se solucionan con leyes y en 120 días. No hay que ser legalistas. El Estado peruano necesita reformas profundas que no sabemos si el Ejecutivo y el Congreso emprenderán, pero entretanto la población requiere acción y liderazgo, más que chistes y muecas. El presidente y el gobierno deben entender - por utilizar su propia frase de campaña- que se les acabó el recreo.