Daniel Mc Bride: “El sistema de la Federación Peruana de Fútbol es un sistema que se sirve a sí mismo”
Con motivo de las abortadas elecciones en la Federación Peruana de Fútbol, el tema de la institucionalidad volvió a la actualidad, trascendiendo a nuestra política. Desde ahí, los políticos lo convirtieron un tema de trinchera, mientras la corrupción avanza y la economía se sigue enfriando, con las graves consecuencias en la marcha del país.
“Detrás de la cortina” reproduce esta interesante entrevista, que va más allá de las bravatas e intervenciones, y que busca plantear perspectivas y soluciones institucionales que saquen del marasmo a nuestro fútbol. Y que sirvan de referencia en otros deportes.
La postergación de las elecciones en la Federación Peruana de Fútbol ha evidenciado la crisis en la gestión deportiva en nuestro país y la informalidad del sistema dirigencial de nuestro fútbol. Conversamos con Daniel Mc Bride, especialista en el tema de nuestra Universidad, sobre la necesidad de formar más gestores deportivos y sobre los grandes retos a los que se enfrenta nuestro deporte.
Se piensa que el problema del deporte es de presupuesto. Pero el fútbol maneja muchos recursos y aún así no alcanza resultados. ¿Qué más se necesita?
Los deportes que tienen dinero en el Perú son el fútbol y el vóley, sobre todo por la capacidad para conseguir auspicios. En este tipo de instituciones los problemas no son de asignación de recursos, sino de la poca capacidad que tienen para pensar al largo plazo. Lo que pasa en el fútbol no es un tema de presupuesto, tampoco de entusiasmo. El problema es la visión a largo plazo y la rendición de cuentas. En la Federación de Fútbol Peruana, como en los clubes, no hay rendición de cuentas porque el club deportivo tiene una visión muy de corto plazo, definida por la necesidad y exigencia de los resultados.
Mirando lo que pasa en la Federación Peruana de Fútbol. ¿Podría decirse que el sistema de gestión deportiva está en crisis?
Es un símil de lo que sucede en la gestión pública peruana. Todo el mundo habla de la gestión pública, cómo mejorarla, lo mismo pasa con la gestión deportiva. Se trata de un contexto en el cual es complicado gestionar porque los sistemas de rendición de cuentas no son claros. Lo que sucede es que lo que encuentra alguien que quiera hacer bien las cosas es un sistema creado para que no gane el mejor, sino quien hace mejores lobbys. Eso pasa mucho tanto en la gestión pública como en la gestión del deporte. Entonces hay muchas personas que tienen redes de contacto, no todas malas, pero que carecen de una mirada a largo plazo.
¿Cómo evaluaría la gestión de Manuel Burga?
Se hicieron algunos esfuerzos y se plantearon algunas estrategias interesantes, pero creo que el sistema de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) es un sistema que se sirve a sí mismo. Es una organización que funciona para los que están adentro. En ese sentido el objetivo no es que el nivel del fútbol peruano sea mejor sino se resume en cómo ganar las elecciones del siguiente año. Entonces, se crea una modalidad de trabajo hecha para reelegirse constantemente y es lo que ha pasado en las gestiones de Nicolás Delfino y Manuel Burga.
Pareciera que no hay personas capacitadas para ejercer dicha función.
Hay un problema de rendición de cuentas en la FPF. El resultado debe ser lograr que el nivel competitivo de la selección sea cada vez mejor, pero quizá ese no sea la visión de los encargados. Para ello, es necesario tener indicadores de gestión. Hay que tener claro eso porque si no seguiremos con sistemas caudillistas. Tanto Burga como Delfino han creado un sistema reelecionista de corto plazo y la FIFA lo avala.
¿Cuál es el papel de un gestor deportivo?
La clave es la gestión. Puedes tener malos o buenos deportistas, pero necesitas de un sistema de respaldo que tiene que ver con clubes, universidades, colegios. Tiene también que ver con él que diseña todo ese sistema alrededor de esas instituciones y eso necesita gestión, tener estrategias claras, pensar en el largo plazo. Esas capacidades son escasas en el mundo del deporte. Hay muchas personas que han entrado a la gestión deportiva porque fueron deportistas. Se han especializado en el tema, pero no de una manera profunda como se debería.
¿Cómo hace un gestor deportivo para convivir con la visión del resultado?
Es un aspecto interesante, y hace que la gestión deportiva sea más compleja, en la medida que tiene que enfrentarse a la disyuntiva entre el largo y el corto plazo. Con el fútbol esto es muy claro, todos queremos que nuestro equipo gane y si no lo hace se cuestiona a los jugadores, se cambia de técnico. El reto es ganar cosas en el corto plazo pero pensando en el largo plazo. La capacidad que tiene que tener el gestor deportivo es una idea clara de cómo debe ser ese club en el largo plazo, pero también que haya objetivos que estén alineados a esta visión.
¿Cuáles diría que son los grandes retos de la gestión deportiva en el Perú?
En los grandes retos de la gestión deportiva una de las primeras conclusiones a las que se llegó luego de reuniones de trabajo, es que el deporte es algo que tiene cada más importancia en nuestro país, por el crecimiento económico, por los Juegos Panamericanos, y porque la sociedad viene generando una cultura de la actividad física. Por otro lado, también creemos que el sistema deportivo no está articulado, es decir cada federación o club hacen lo que crean conveniente hacer.
El Ministerio de Educación no articula con el Instituto Peruano del Deporte. Ese es un aspecto en el que hay que trabajar más. Otro tema es el relacionado con la carencia de infraestructura. Asimismo, se trata de un sistema que aún se rige por normativas públicas, ciclos presupuestales que son muy de corto plazo, no hay gente capacitada. Y ese es un aspecto importante, la necesidad de tener más gestores deportivos.
DANIEL MCBRIDE | GESTIÓN DEPORTIVA | MANUEL BURGA
AUTOR: MIGUEL SÁNCHEZ
FOTOS: FELIX INGARUCA