Detras de la cortina

Entre el descontrol y la esperanza

El Perú atraviesa una situación singular. Por un lado, la inseguridad campea, la crisis arrecia y el Estado no responde adecuadamente.

A propósito del REINFO, supuesto y fracasado plan de formalización, el ministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, fue censurado por el Congreso. Del exministro se esperaba bastante, pero no pudo ni siquiera, sacar adelante Tía María. Además, una vez más no fue capaz de persuadir a la señora Boluarte de la inutilidad de Petroperú. Una empresa que, no se quiere sanear, esperando tal vez, ingenuamente - y dicen que la ingenuidad no es más que una forma de estupidez - que el próximo y esperemos menos catastrófico gobierno enfrente el problema.

Las carreteras están bloqueadas, las calles son zona roja, y el Estado no presenta planes coherentes para enfrentar el problema, mientras ciudadanos, empresarios y no empresarios temen por sus vidas.

Por otro lado, está el país que inaugura un super puerto, que organiza una exitosa reunión de APEC, donde se firman acuerdos con China y Hong Kong, y se difunden las bondades geopolíticas del país.

La obra, de 3500 millones de dólares, inversión del gobierno singularmente capitalista y marxista chino, impulsará definitivamente, nuestro comercio exterior.

Pero nada de eso servirá si es que no se entiende, lo remarcamos, que en el país no hay seguridad ni para los inversionistas ni para los ciudadanos. El Estado tiene que tomar alguna medida efectiva para que la esperanza prime sobre el descontrol, en un contexto donde observamos, mayormente, la dictadura de ciertos grupos, especialmente de una prepotente y levantisca judicatura.

Es en ese contexto que, rechazamos la medida sobre el señor Nicanor Boluarte, que- disculpen la frase aburrida- tiene que responder, pero no frente a los fallos abusivos e indebidos del juez Carhuancho. Estamos cansados del gobierno y del Congreso, sin duda, pero de la misma manera nos provoca repulsa los Pérez, Vela y Carhuancho.

Repetimos, si no se actúa con un mínimo de eficacia, el descontrol aumentará, con los peligros que ello implica.