< Detras de la cortina

Series policiales de ayer y hoy

Nuestra generación es hija de la televisión. Si nuestros padres y abuelos eran hijos de la radio, nosotros hemos crecido con ese artefacto que algunos llamaban la caja boba, o peor aún, la caja idiotizante. Y la generación de ahora con la computadora y toda su parafernalia (nativos digítales les dicen).

La TV penetró en nuestra vida y se hizo parte de ella. Si en la niñez vimos dibujos (cosa que hasta hoy disfrutamos) otra de las cosas que veíamos, antes de dormir, por supuesto, y en compañía paterna, eran las series policiales. Como quiera que el nuestro es un país atrasado, los capítulos también llegaban atrasados.
 
Entre las primeras que vimos estaba Barnaby Jones, un veterano detective interpretado por Buddy Ebsen que trabajaba con su nuera, Ironside, un policía paralítico (Raymond Burr). Por aquella época, observamos también Cannon, con un obeso William Conrad, Rockford Files (Archivo Confidencial), donde un cargoso James Garner - Maverick, el tramposo jugador, que después de muchos años protagonizó Eight simple rules, la exitosa y última comedia de John Ritter (Tres son multitud), donde también figuraba Kaley Cuoco, de The Bing Bang Theory - investigaba casos, para lo cual recurría a su amigo policía, mientras discutía con su padre y ordenaba su tráiler.
 
Otra de los clásicas era Perry Mason con un joven y notable Raymond Burr interpretando a un abogado honesto e implacable. Un Mc Coy de aquellos tiempos. Y también Los intocables y su lucha contra la mafia del alcohol con Robert Stack, actor cumplidor que apareció en “¿Donde está el piloto? Una serie retransmitida años después fue Mannix, el genial detective, con Mike Connors, (de origen armenio).
 
En ésa época apareció también Patrulla juvenil, y Mujer policía, con la entonces bella Angie Dickinson. Una de las más recordadas, es sin duda, Las calles de San Francisco, con un veinteañero Michael Douglas y un maduro aunque siempre divertido Karl Malden, (retransmitida en los noventa). Después Douglas fue reemplazado por Richard Hutch. Luego apareció Columbo, con Peter Falk en el papel de un (aparentemente) despistado e inquisitivo teniente que resolvía crímenes en 80 minutos, aproximadamente. Fran Drescher, graciosa y pizpireta, decía en la Nana que se descubría al criminal en los primeros minutos y los otros eran para saber cuál era el ojo de vidrio del protagonista. Era época de Kojak, aquella donde aparecía Telly Savalas, de ascendencia griega, como un teniente de origen griego, rudo y firme, pero humano, en su lucha contra el crimen, mientras disfrutaba su infaltable chupete.
 
Hawai 5 - 0 era una de nuestras favoritas. Contaba con Jack Lord y James Mc Arthur en los papeles principales. Mc Garrett representaba al policía duro y eficaz. Su inconfundible melodía era el aviso de su lucha contra el crimen, sin la tecnología de hoy, más allá de un auto, un teléfono, un dibujante o un equipo rastreador de llamadas. Por esta época ya se transmitía Dos tipos audaces, con Roger Moore y Tony Curtis, en los roles de dos ricos y solteros ejecutivos, un estadounidense y un británico, Danny Wilde y Brett Sinclair, que fungían de detectives al servicio de un juez. La serie alternaba romance, humor y acción.
 
Muchas de estas policiales las vimos en blanco y negro. En los ochenta, y ya a color se veía Los Ángeles de Charlie y Starsky y Hutch, y aunque ahora las consideramos limitadas, en aquel entonces eran populares. Recientemente ambas fueron llevadas al cine, con resultados de discretos a aceptables. Quizá más divertida resultó la del tono de humor de Starsky y Hutch, con Owen Wilson y Ben Stiller, y donde los actores originales, David Soul y Paul Michael Glaser aparecen unos minutos, y el cantante Snoop Dogg, tiene un papel. Quizá la escena más impactante sea la de los autos volando con el fondo de la clásica de Aerosmith, Sweet Emotion. Y la predecesora de CSI podría ser Quincy, la del forense, a cargo de Jack Klugman, un actor de comedia, que había hecho La pareja dispareja, con Walter Matthau.
 
Una serie que marcó la diferencia por aquellos años fue Matlock, con Andy Griffith en el papel de un abogado curioso que trabajaba con su hija, en una primera etapa Linda Purl, y un asistente. También era la época de Las Vegas, El cazador, y Hart to Hart, donde Robert Wagner y Stephanie Powers dan vida a un par de ricachones con vocación de detectives, en medio de romance y humor.
 
En los noventa quizá la más importante es la Ley y el Orden, en sus muchas versiones, la más conocida con Mariska Hargitay, hija del atleta de origen húngaro, Mickey Hargitay, y Christopher Meloni, que resuelven execrables crímenes de tipo sexual, y existe otra versión de Escuadrón Criminal, con Sam Waterston (Los gritos del silencio). Cabe destacar que esta es una de nuestras preferidas, por una sencilla razón: la justicia no siempre gana, y a veces en ese camino se transa con estafadores, narcos o asesinos para atrapar terroristas. Indeseable, pero más acorde con el mundo real. A este grupo habría que agregar Lincoln Heights que no ha llegado a Perú, donde se sigue la vida policial y familiar de un oficial afro americano. La serie terminó el 2007.
 
Pero por esos años dos grandes de la comedia incursionaron en el género. Primero, si la memoria no nos falla, Dick Van Dyke, con Diagnóstico muerte, que interpretaba a un doctor fisgón que apoyaba a su hijo policía. La serie tuvo un gran éxito. El otro fue Bill Cosby, con Los misterios de Cosby.
 
Por La ley el Orden han pasado Chris Noth (Mr. Big de Sex and the City), Paul Sorvino, Dennis Farina, Vincent D’Onofrio, Benjamin Bratt, Judith Light (¿Quién manda a quién?), Sharon Stone, Jeff Goldblum y Safron Burrows (El gran golpe). Es el retrato perfecto de una justicia imperfecta, pero donde la policía y la fiscalía, por lo general, trabajan coordinadamente, aunque a veces discrepen. En la actualidad sólo se produce la versión sobre crímenes sexuales, con Mariska Hargitay y Danny Pino (Cold Case), cuyo trabajo lo está distanciando de su esposa. Su compañera, Kelly Giddish (Rollins) ha sido apostadora y tiene una hermana drogadicta, y el rudo Tutuola, interprretado por el rapero Ice-T, tiene un hijo homosexual. Las demás versiones de esta serie han sido canceladas. 
 
También seguimos Monk, con Tony Shaloub que da vida a un atribulado consultor policial, perturbado por el asesinato de su esposa, obsesivo-compulsivo, y por momentos desesperante que no compone el mundo, pero sí sus problemas, los crímenes. Es un Columbo maniático y brillante, que descubre que cinco muertos no son de un asesino en serie, sino para vengar a un jurado, o cuando soluciona una muerte en un reloj de una torre determinando que se adelantaron sus agujas. Monk no se lleva bien con su hermano (John Turturro), ni con su padre. Shaloub, que empezó haciendo una discreta comedia, Wings, es un conocido actor de reparto, ha hecho teatro con Jennifer Aniston (Friends), y asegura ser un tipo normal. No confundir la persona con el personaje. Y también ha participado en algunas producciones como Miniespías, que no la salva ni la bella Carla Gugino.
 
Sin duda otra de las policiales de esta época es CSI. Se transmite por primera vez a fines del 2000, y producida por William Petersen, se desarrolla en base no al trabajo detectivesco, que sin duda se hace, sino al registro maniático de las evidencias, hechos y escena del crimen. La serie hizo aumentar considerablemente la vocación por la medicina forense, actividad básica en el trabajo policial. A CSI (a secas), le siguió CSI Miami, con el frío pero eficaz Horacio Caine (David Caruso, le decían Archi porque audicionó para una producción de ese personaje) y Gary Sinise (Mac Taylor) en CSI New York. Un sello inconfundible de estas series es la música, tres éxitos de The Who: Who are you (CSI), We won’t fooled again (CSI Miami) y Baba O ‘ Riley (CSI New York).
 
A diferencia de las antiguas, las policiales de ahora presentan historias paralelas de sus protagonistas. En CSI, Jorja Fox (Sara) se enamora de Grissom (Petersen), quien se va a Costa Rica, Sara Sidle renuncia y lo sigue. Grissom es un tipo solitario y se define más como científico que como policía. Su personaje es un tipo cultísimo y refinado, que siempre tiene algo inteligente que decir. No tiene mucho humor, pero le sobra inteligencia, mística y un notable sentido común. Brown (Gary Dourdan) era jugador. Marg Helgenberger (Willows, su lugarteniente, bailarina de night club), Brass (Paul Guilfoyle) tiene una hija drogadicta, alcohólica y prostituta. No son pues padres modelo ni familias típicas. Tienen tantos o más problemas que cualquier mortal. Elizabeth Harnois (Morgan) no tiene una buena relación con su padre, Ecklie. Hay otros con problemas menudos, como Hodges (Wallace Langham), cuya madre, Rachel Welch, quiere que deje la soltería. 
 
En CSI Miami, Horatio Caine (David Caruso) desconoce si su hermano, agente encubierto de narcóticos, está vivo o muerto. Su bella esposa, Alana de la Garza,(La ley y el Orden) hermana de Erik Delko (Adam Rodríguez) es asesinada, tiene que soportar a una cuñada complicada, Elizabeth Berkley (Salvado por la campana) o a su sobrino problemático. Gary Sinise es viudo. Su esposa falleció el día del ataque a Las Torres Gemelas. En las versiones de estas series han aparecido Kim Kardashian, Tony Curtis, Raquel Welch, Roger Daltrey (vocalista de The Who), la actriz mexicana Kate del Castillo, América Ferrara, de origen guatemalteco y protagonista de la versión estadounidense de Betty la fea, y los cantantes Ludacris y Justin Bieber. Sólo falta Miranda Coosgrave.
 
En la Ley y el Orden, S. Epatha Merkersen lidia con una quimioterapia mientras resuelve intrincados crímenes, Vincent D’Onofrio tiene una madre con alzheimer (Rita Moreno) y un hermano vagabundo. Entre sus invitados ha tenido a Debra Messing (Will and Grace), Elizabeth Berkley, Debra Jo Rupp (That '70s Show), Fran Drescher, Vanessa Ferlito (CSI New York ), Sonia Braga, Linda Carter (La mujer Maravilla), Carol Burnett, Hillary Duff (Lizzie Mc Guire), Melissa Joan Hart (Clarisa - Sabrina, la bruja adolescente) y al cómico Martin Short. En Monk, el capitán Stottlemeyer se divorcia y su nueva novia va a la cárcel, al igual que el novio de Julianne Reynolds (La ley y el Orden).
 
Recientemente se ha anunciado el fin de la escena en Miami, por costos de producción, y Petersen ya no participa en la original, debido a un problema cardíaco. Como jefe de laboratorio lo ha reemplazado Lawrence Fishburne (The Matrix) y el gran Ted Danson, mostrando su versatilidad, como su esposa Peri Gilpin (Frasier), en el papel de Marg Helgenberger está Elizabeth Shue (Peggy Sue, su pasado la espera, y Kill Bill) y ha aparecido también Enrique Murciano (Sin rastro).
 
Los crímenes que se investigan en CSI son a cada cual más truculentos, pero recordamos uno en el que la muerte de dos ancianos se debió a un gato que quiso comerse a un ave. El capítulo terminó cerrando la imagen al estilo del Show de Porky. Un guiño a los dibujos animados o a las historietas. También recordamos otro en el que uno de los personajes es encerrado en un ataúd con una cámara y una pistola, una referencia a Kill Bill, capítulo dirigido por el mismo Quentin Tarantino, fanático de la serie.
 
En este tiempo también se transmitía Sin rastro, una serie muy buena donde se trataba los casos de personas desaparecidas, y contaba con la participación de la bella boricua Rosalyn Sánchez - que actuó en Rush Hour, con Jackie Chan y Chris Tucker - y Anthony La Paglia, a quien vimos en un rol cómico en Frasier. La serie se canceló.
 
Tanto CSI como Sin rastro fueron ideadas por Jerry Bruckeimer, uno de los hombres más importantes de la televisión estadounidense actual.
 
Además estaba Comisario Rex, una producción austriaca donde el mejor policía era un pastor alemán que se comía la morcilla de sus compañeros humanos. Inteligente y divertida, tuvo muchos cambios en su elenco, se sigue filmando, pero no llegan sus capítulos nuevos. Esta serie alternaba con otras europeas más serias, como Prime suspect (Sospechoso principal) y Hellen Mirren en el papel principal.
 
Hawai 5-0 cuenta con una versión moderna, con Alex O’Loughlin y Scoot Caan (hijo de James Caan), como protagonista, una producción muy bien lograda, pero que más allá del título no guarda mayores similitudes con aquella interpretada por Jack Lord, un actor popular de la época que apareció en westerns como Bonanza y el Gran Chaparral. Esta versión además narra una historia personal diferente: Mc Garret (padre), policía, es asesinado en 1992. Y la consecuencia de eso la vive hasta hoy. Grace Park (Kono), miembro de su equipo, tiene un novio que es hijo de un jefe de la yakuza (la mafia japonesa), y Daniel Dae Kim (Ho), su primo, pierde a su esposa y tuvo que mentir para salvar a un tío.
 
Por estas épocas destacan Castle, un escritor metido de policía, The Mentalist, Criminal Minds, Bones, Blue Bloods (con el recordado actor de Magnum, Tom Selleck) entre otras, y recientemente Perception con Eric Mac Cormack dejando la comedia de Will and Grace y The New Adventures of Old Christine. Salvo error u omisión, hay para todos los gustos.