El rompecabezas electoral del país
A un mes de las elecciones municipales y sin resultados oficiales en muchos lugares, y con segunda vuelta, apenas se puede hacer un balance preliminar.
Lo primero que se puede decir es que a los partidos nacionales no les ha ido bien, o mejor dicho, tanto ha sido su miedo al fracaso, que partidos tan importantes como el APRA y el PPC, no han presentado candidatos en muchas municipalidades.
Lo que ha primado una vez más, es la aparición de movimientos regionales y locales que han desarrollado una agenda propia, porque probablemente, al igual que en el resto del país, no se identifican con los partidos tradicionales.
En este escenario se verán pues infinidad de candidatos para las elecciones del 2011, algunas en forma de alianzas, y otras temerariamente solas. En el APRA se eligió a Mercedes Aráoz, luego de coquetear con el PPC, y el ex alcalde Castañeda, quien está en tratativas con Perú para Todos del economista Drago Kisic, que puede proveer cuadros, algo que Solidaridad Nacional difícilmente dispone en este momento para elaborar y ejecutar un plan de gobierno.
Tampoco se descarta retomar una alianza con Acción Popular o el PPC, al que la derrota electoral ha colocado en una situación muy delicada, incluyendo a su llamada “candidata natural” Lourdes Flores.
Perú Posible no sabe si va a ir solo o con Fuerza Social, el movimiento de la alcaldesa, que ya muestra grietas en su interior, ocasionada por discrepancias entre el grupo susanista y el MNI.
La izquierda aspira a una unidad liderada por Ollanta Humala, pero ahora tendrá que competir con la figura emergente de Villarán, quien tendría que desmarcarse de sus aliados y elegir una figura de arrastre, como Hernando Guerra-García del movimiento emprendedor.
El fujmorismo también se prepara entusiasta para la elección, y debemos recordar lo que el analista Enrique Castillo mencionó: por ahora, los dos primeros en la carrera electoral representan tendencias autocráticas, en menor o mayor grado, aunque cabe preguntarse si las tendencias o partidos nacionales que ya gobernaron y persisten en participar el 2011, podrán asegurar al electorado que esta vez habrá eficacia y eficiencia en sus gobiernos.
Frente a esto, la irrupción de nuevas figuras como Guerra-García, como parte del llamado capitalismo popular, o Córdova en el PPC, servirá de poco si es que los dirigentes de los mal llamados partidos no hacen una autocrítica y un acto de inclusión, a fin de validarse y ganar representatividad. El país necesita pues una gran reforma institucional, pero está visto que por ahora no hay ningún interés por hacerla.
Mientras que los políticos hacen su rompecabezas y los ciudadanos jugamos con estas fichas desgastadas, el país espera -como nos recalca nuestro entrevistado, el periodista y analista político Agustín Figueroa- que quienes postulan al gobierno le informen a los confundidos electores cuáles son sus planes, posiciones o lineamientos con los que piensan gobernar el país, en temas tan importantes como nuestra relación con Chile y Bolivia, las firmas de otros tratados comerciales, cómo pretenden mejorar nuestra educación, combatir la corrupción, acabar con el terrorismo, reducir la delincuencia y lograr un desarrollo socio-económico e institucional.
En suma, los electores claman por candidatos que expresen con claridad y honestidad cuál será su plan de gobierno, y si éste considerará objetivos concretos de inclusión social y económica. La socióloga María Ana Rodríguez, en una nota publicada en Perú Debate (que reproducimos en esta edición), agrega el rasgo gerencial, para una administración más eficiente, eficaz y proba de los recursos financieros, pero además, permitiría comprender las necesidades, angustias y perspectivas del sector emergente: la micro, pequeña y mediana empresa. Esto explicaría el surgimiento de líderes como Hernando Guerra–García en Lima o César Acuña en Trujillo.
Este aspecto no sólo se presenta en el Perú, en este último tramo de la campaña electoral de EE.UU., un sector amplio del electorado y de los republicanos reclaman representantes con un perfil empresarial,- como la candidata republicana de Dakota del Sur, Kristi Noem-, que ha tenido buena presencia en medios- pues demandan una administración cuidadosa de los recursos estatales y la eliminación o reducción de los gastos innecesarios. Afirman que los resultados económicos de Obama han sido discretos porque no tiene experiencia empresarial, con dos programas billonarios de recuperación aprobados y un desempleo de 19,5%, además de la falta de una estrategia de comunicación efectiva para explicar a la población que la recuperación económica tomará tiempo.
Volviendo a nuestro país, es importante no perder la visión sobre los problemas nacionales, a pesar de este rompecabezas electoral. Las elecciones son un medio y no un fin para comenzar a afrontar los retos pendientes.
Por ahora, entre quienes dicen que el vaso está lleno y quienes prefieren decir que está medio vacío, en ocasiones nos sentimos confundidos.