< Detras de la cortina

Texas y la sazón peruana

Si nuestros platos típicos se sirven en China, España y hasta en Rumania, no debe sorprendernos entonces encontrarlos en Texas, un estado que se caracteriza más bien por la comida Tex-Mex, con una  notoria influencia de la gastronomía mexicana. 

De tal forma que cuando llegamos al restaurant Rocoto’s – cuyas mesas estaban ocupadas en un tercio de su capacidad - no nos sorprendió encontrarnos con una carta que incluye platos tradicionales como la Carapulcra y Ocopa a la Arequipeña, como ya nos lo había adelantado una ecuatoriana a quien conocimos en una reunión parroquial.
 
Sin embargo, la carta del restaurante precisa que se trata de comida latinoamericana, así que nuestros platos comparten el menú con platos típicos de América Central y de México.
 
Es más, uno de los propietarios tiene un acento marcadamente mexicano o de América Central. Quizás uno de ellos sea peruano, lo que explica el decorado netamente peruano - bandera incluida- y un video promocional del Perú.
 
Como nos consideramos apasionados de la gastronomía peruana, preparamos nuestros paladares para deleitarnos nuevamente con nuestros platos típicos, luego de tres meses de esperar esta oportunidad (la que pensamos se ofrecería más bien en la ciudad de Houston, a tres horas de San Antonio, y en donde la comunidad peruana es más numerosa). Así que de inmediato pedimos un Cebiche de pescado, un Ají de Gallina, Papa a la Huancaína y un lomo saltado. Este último satisfizo nuestras expectativas, tanto en color como en sabor. Los demás platos carecieron de la sazón particular que tienen dichos platos.
 
La crema a la huancaína nos recordaba más bien el sabor de las papas a la diabla. En cuanto al cebiche, definitivamente el limón mexicano no es un sustituto siquiera aceptable. Y el choclo que lo acompañaba tenía los granos “acuosos”, lo que significa que viene congelado.
 
Tampoco tuvimos compensación alguna con el Ají de Gallina. Desilusionados, esta vez no nos animamos a probar los postres.
 
Seguramente no resulta rentable importar los ingredientes necesarios para obtener el sabor característico de estos platos del Perú (probablemente porque no somos muchos en San Antonio). Sin embargo, ya es posible encontrar algunos productos de origen peruano. Por ejemplo, en los supermercados Wal-Mart se encuentra frijol peruano embolsado en México y en HEB paltas peruanas.
 
Por suerte, la Inka Cola podemos comprarla en la cadena de supermercados Target.
 
Nos preguntamos, finalmente, si en Houston encontraremos un lugar donde podamos volver a disfrutar de la sazón peruana tradicional.