La presidenta Dina Boluarte brindó su primer mensaje a la Nación el 28 pasado. Para la mayoría resultó tedioso e interminable. Sin embargo, el destacado internacionalista y analista político Javier González-Olaechea considera que fue positivo, y que, pese a su extensión y dispersión, contuvo anuncios importantes.

González-Olaechea, PhD en Ciencia Política, graduado en la L’Ecole Nationale d’Administration (ENA), Francia e internacionalista, piensa que los ciudadanos debemos respetar las reglas democráticas, empezando por los mandatos constitucionales. 

Ddlc: ¿Cuál es el balance que realiza del mensaje presidencial? Si bien la Constitución contempla este acto presidencial, ¿Se ha convertido en un ritual que está perdiendo sentido y lo podría realizar el PCM o los ministros de cada sector?

J.G.O.: Todo mensaje presidencial anual tiene por finalidad rendir cuentas de lo hecho y ofrecerle al país reajustes que se estiman necesarios en la política general del gobierno. Si se considera un ritual, posiblemente lo es, así como también indispensable para revisar, contrastar y discutir. Que una buena parte del país se quede con los titulares es otra cosa, y que los medios lo presenten con su prisma deformador también es diferente.

Además de escucharlo, lo leí tres veces, y lo marqué para la entrevista que CNN en español me hizo el 28 de julio y creo que el mensaje no tuvo un hilo conductor, claro, pero sí precisiones y anuncios muy importantes. El balance del mensaje de 28 de julio es positivo, como por ejemplo, proponer, entre otros aspectos, la votación por distrito uninominal, y otro no menos importante, el cambio de régimen migratorio para los extranjeros que cometan delitos en nuestro país, tan agobiado por la inseguridad ciudadana. 

Ddlc: En el mensaje presidencial también se aseguró que, se luchará enérgicamente contra el narcotráfico. ¿Cuán viable es desde una perspectiva financiera, logística y de personal, teniendo en cuenta que hay regiones geográficas nuevas de cultivo y producción?

J.G.O: Casi todo es viable en política si el norte está bien definido, si la voluntad es férrea y si se convoca a los mejores. Hace años se obtuvieron grandes avances y la tendencia era positiva. Es posible, que busquen a esos expertos.

Ddlc: ¿En su opinión, tiene respaldo mínimo el gobierno para concluir su mandato?

J.G.O: El respaldo proviene de una sucesión constitucional y de los demócratas que creemos que debe concluir su mandato. De una vez por todas debemos respetar las reglas del sistema.

Ddlc: Uno de los puntos polémicos del mensaje fue también el anuncio de las reformas políticas y electorales, se polemiza la creación de distritos uninominales

J.G.O: No encuentro allí ninguna polémica. La propuesta del distrito uninominal responde a una interpretación correcta de uno de los motivos de la creciente distancia entre el elector y el elegido.

A mi juicio, ciertos tópicos resultan centrales a ser reformados o incorporados a la luz de fracasos o ausencias.

Ddlc: ¿Qué reformas políticas mínimas se necesitan?

J.G.O: Debemos incorporar el acceso a Internet como un derecho constitucional, establecer un régimen parlamentario bicameral diferenciado, cambiar el ciclo anual presupuestal acorde al tipo de gasto, reformar el régimen de la regionalización para subsanar enormes falencias, evitar robos y redefinir límites y competencias.

Además, pienso que es importante establecer el voto voluntario, el voto electrónico, redefinir los alcances de la vacancia presidencial, redefinir y regular la cuestión de confianza, restablecer la reelección parlamentaria, crear la Unidad de Custodia del Voto de las FFAA  con los dispositivos más modernos geolocalizables para evitar faltas a las normas y bajo responsabilidad penal, la obligación de acceder a los padrones de la RENIEC en las elecciones, darle estatus constitucional y competencias al Consejo de Estado, y otorgarle funciones vinculantes al Tribunal Constitucional sobre la ratificación de los tratados internacionales, dado que la opinión de la dirección de Tratados de la Cancillería resulta juez y parte, entre otros aspectos.

Ddlc: ¿Cuál es su análisis de la ya aprobada “presidencia remota” y que consecuencias podría tener, a partir del viaje de la presidenta a Brasil?

J.G.O: Opinaré cuando se exhiban resultados.

Ddlc: ¿Cómo queda la oposición, especialmente, la representada en grupos radicales?

J.G.O.: Como lo que es, obstáculo para una democracia que debe cerrar brechas y abrirse más al mundo libre.

Ddlc: ¿Cuál es su evaluación del Congreso y la composición de su mesa directiva?

J.G.O: El legislativo refleja lo que somos. Allí están aquellos por los que votamos. La Directiva refleja lo que una democracia está obligada a hacer, sumar votos para garantizar acuerdos. En todas partes es igual.

Ddlc: ¿Hay tiempo para una nueva ola de simplificación administrativa en el sector público?

J.G.O: No hubo ni olas ni tumbos, acaso esfuerzos tibios, intermitentes, fútiles. Siempre hay tiempo para hacer cosas serias. Uno establece sus prioridades, y si no las cumple se equivoca.

Es posible acometer al menos tres y pronto. La reforma digital educativa y la reforma del sistema normativo. Todo en un año. Es indispensable y posible, hay que observar experiencias exitosas. No hay mucho que inventar si observamos tres principios de la praxis política que hace años he definido, tras observar en muchos países en donde he vivido y trabajado: la supremacía de la realidad, la incapacidad material y la progresión.