< Detras de la cortina

Henry Williams: “Resulta peligroso acceder a todo lo que pide la muchedumbre”

Williams calificó como “democracia a la inversa”, la elección de Sagasti, en el entendido que la democracia es el gobierno de la mayoría y no de la minoría, como en este caso, en que el Presidente de la República fue elegido del partido que obtuvo la menor votación.

La interminable crisis política que tiene en vilo a muchos peruanos, reflejada en la salida de dos presidentes, ha puesto de manifiesto la extrema precariedad de nuestro sistema político.

Al respecto, el Dr. Henry Williams Ramos, periodista, relacionista y comunicador, experto y consultor en Gestión de Crisis, y destacado catedrático universitario, expresa con claridad y valentia la posicion de muchos sobre este periodo de informalidad constitucional y legal, asi como sobre las graves carencias de nuestro sistema politico.

Ddlc: ¿Cómo evalúa la salida de Martín Vizcarra del gobierno y la asunción de Manuel Merino de Lama?

HWR: La salida de Vizcarra era necesaria e impostergable, no se puede convivir en un ambiente enrarecido por acusaciones de corrupción e impunidad.

Algunas personas expresaban que era mejor que concluyera su mandato ya que faltaban solo pocos meses para ello, yo considero esto una insensatez y un riesgo, pues le permitía al exmandatario utilizar el poder, inmunidad e influencia para librarse de la justicia, y tener la posibilidad de presionar a sus acusadores.

Cuando un funcionario es procesado, inmediatamente es retirado del cargo, en cuanto duren las investigaciones y se determine su situación. No podemos mantener un doble rasero.

Todos los peruanos tienen los mismos derechos y obligaciones. Esto también me recuerda al caso de una mujer que era asistida tras los golpes que le propinaba su pareja y que se quejaba por el maltrato constante. Cuando se le preguntó ¿Por qué no lo denunciaba ante las autoridades? Ella respondió: “...es que es el padre de mis hijos y además ¿quién me va a mantener?”

Ddlc: ¿Es congruente hablar de un golpe en ese caso, y calificar como “constitucional” la elección de Sagasti?

HWR: En cuanto a que si fue constitucional la salida de Vizcarra y la asunción de Manuel Merino considero que sí, pues se emplearon los mecanismos que dispone la Constitución del Estado para estos casos, haciendo la salvedad que en el caso de Sagasti se dio lo que llamaría una “democracia a la inversa”, entendiéndose que la democracia es el gobierno de la mayoría y no de la minoría, como en este caso, en que el Presidente de la República fue elegido del partido que obtuvo la menor votación de la población.

Ddlc: ¿Considera que fue constitucional el cierre del Congreso anterior?

HWR: La disolución del Congreso por Vizcarra a todas luces, no fue legal. Me hizo recordar a los tiempos de Fujimori, en los cuales se hablaba de la llamada “interpretación auténtica”.

Ddlc: ¿Qué opina sobre la actuación de la prensa en estos últimos años?

HWR: Lamentablemente esta pandemia ha mostrado mucho de la miseria de la gente, de la que no está exceptuado cierto sector del periodismo, que se benefició del Plan “Reactiva” y de la publicidad del gobierno, claudicando de los principios de objetividad y veracidad que debían prevalecer, y sobre todo de la ética. Quizás por ello, el primer mandatario se presentaba semanalmente ante los medios, en lo que él llamó “conferencias de prensa” y que distaba del formato ideal.

Durante el inicio de la crisis, varios medios de comunicación se dedicaron a reprimir a la población para que se abstenga de salir de casa, en lugar de orientar e instruir de manera imaginativa e inteligente para que la gente evite infectarse, y no generando pánico. Un periodismo cómplice, que imputa y hace responsable a la población, en lugar de exigir al gobierno la falta de oxígeno, hospitales, camas UCI y atención primaria en salud.

Ddlc: Lo increíble vendría después.

HWR: Efectivamente, cuando varios conductores de televisión dedicaron largas jornadas de transmisión de las protestas, estigmatizando la labor policial, y callando el vandalismo de un sector de los manifestantes, quienes provistos de piedras y bombardas atacaron a las fuerzas del orden, y que jamás mencionaron la hoz y el martillo que las cámaras de televisión se negaron a ocultar.   

Ddlc: ¿Cuáles fueron las principales fallas del expresidente Merino? ¿Subestimó a sus rivales?

HWR: Manuel Merino se aisló y dio la sensación de buscar apoyo. Tuvo la ley a su favor, pero le faltó decisión y aptitud de estadista. Su elección fue legal pero se convirtió en ilegítima, de allí la frase: “Merino no me representa”.

Ddlc: ¿Cómo se debió proceder con la Policía Nacional en torno al caso de los fallecidos?

HWR: Simplemente, esperar a que el Ministerio Público haga su trabajo. Que las investigaciones determinen y sancionen a los responsables de dichas muertes. No se puede acusar a priori.

Ddlc: ¿Cómo califica la actitud de un grupo de personas que hostiga a quienes no piensan como ellos, o no actúan como ellos desean, como en los casos del periodista Beto Ortíz o del magistrado del TC José Luis Sardón?

HWR: Esa actitud no es democrática, resulta digna de personas que viven en otra época. Hay que aprender a ser consecuentes y respetar la opinión ajena. Como dijo alguien: “yo estoy en contra de tus ideas, pero daría la vida para que tengas la oportunidad de expresarlas”.

Ddlc: ¿Cree usted que hubieron infiltrados violentistas en las protestas, que en teoría, por lo demás, no debieron producirse debido a la crisis sanitaria? ¿Existe un plan extremista en marcha?

HWR: Es sabido que los delincuentes y los grupos violentistas aprovechan las situaciones de crisis, y ésta no sería una excepción.

Durante el desarrollo de las marchas, se hicieron evidentes algunos signos entre mensajes, símbolos, discursos y procedimientos que identifican a estos sujetos. Desde mi punto de vista, obviamente, no se debió permitir las concentraciones públicas, considerando la pandemia que todavía estamos viviendo.                                                      

Ddlc: ¿Piensa usted que el expresidente Merino, el PCM Flores- Aráoz, y el Gral. Gastón Rodríguez poseen responsabilidad penal o solo política?            

HWR: En el supuesto que las investigaciones determinen que dichas personas tengan responsabilidad sobre lo ocurrido, al expresidente solo le alcanza la responsabilidad política, y a los ministros la penal.

Cabe precisar que la responsabilidad penal es individual, y hay que identificar a los autores de los disparos.

Ddlc: ¿Cuál es su opinión sobre la llamada “purga”, y la crisis generada en la PNP? El presidente Sagasti ha afirmado que la medida fue “constitucional”. ¿Comparte usted esa opinión?

HWR: En realidad no hubo purga. Lo que ocurre es que se ha designado como nuevo Comandante General de la Policía Nacional del Perú, a un oficial que ocupaba el puesto número 18 en el escalafón de Oficiales Generales, contraviniendo el Art, 8° del Decreto Legislativo1267 Ley de la Policía Nacional del Perú, lo cual ha generado un gran malestar en la policía.

Hay que tener cuidado con el Síndrome de Hubris, un trastorno que se caracteriza por generar un ego desmedido, un enfoque personal exagerado, la aparición de una serie de excentricidades y, sobre todo, un desprecio hacia las opiniones de los demás.

Ddlc: Durante las protestas, medios de comunicación masiva y algunos congresistas denunciaban supuestas “desapariciones”, mientras que, del lado del gobierno y de la Policía Nacional se sabía poco. ¿Considera que en esa semana crítica no hubo Estrategia Comunicacional del gobierno?

HWR: Evidentemente, tanto Palacio como la Policía Nacional no cuentan con una buena Oficina de Comunicaciones. Ello se advierte por el mal manejo de la información y la ausencia de estrategias. 

Ddlc: ¿Cómo describiría la actual estrategia comunicacional del gobierno de Sagasti, y en general las primeras acciones de su gobierno?

HWR: No la conozco, pero de hecho resulta peligroso acceder a todo lo que pide la muchedumbre. Este gobierno es de transición, el poco tiempo que le queda debe emplearlo en garantizar las próximas elecciones y no en reformas, ni grandes transformaciones.

Ddlc: Algunos consideran a esta “Generación Bicentenario”, como objeto de admiración, y casi de culto. ¿En su opinión tiene sentido esa afirmación?

HWR: La historia se encargará de juzgar si tuvieron razón o se equivocaron. Vistos los hechos, me parece que la denominación es exagerada y pretenciosa.