< Detras de la cortina

Sobre la importancia de la cultura afrocaribeña “Salsa”. Apuntes y reflexiones iniciales sobre su actual contexto en el Perú

Muúsicos como Larry Harlow, Johnny Pacheco, Héctor Lavoe, Cheo feliciano, son íconos de la salsa y de la cultura popular. www.telesurtv.net,https://ecuahey.com,www.rpp.pe, www.akangana.com,https://saocosalsa.com, www.diariolasamericas.com, www.torontohispano.com

En primer lugar, agradezco el espacio del Portal Detrás de la Cortina, a partir de la gestión de mi amigo, el economista y también seguidor de la Salsa, Germán Lench.

En 2013, la cadena CNN México informó resultados de un panel de expertos donde se indicaba los efectos a nivel cerebral de las siguientes músicas: salsa, música clásica, rock y reggaetón, informe donde se indicaba que en el caso de la Salsa, ayudaba a reducir el estrés, y producía beneficios físicos, emocionales y mentales diversos, favoreciendo que el cerebro se relaje y active, liberando dopamina y adenalina. La Salsa, en su expresión musical amplia, tenía más beneficios asociados que las otras músicas, donde sus beneficios eran unilaterales o parciales (1). Estaríamos hablando de un género musical de alta relevancia para la salud y la armonía en la vida.

La Salsa, en una gran síntesis, expresa una combinación de ritmos, que se basan en:

El Son Montuno Cubano, distinto del Son Cubano tradicional, creado por Arsenio Rodriguez, llamado “el Ciego Maravilloso”, en segunda mitad de la década de los años 40´s. Quizás la columna vertebral de la música llamada Salsa es la Clave, proveniente del Son Montuno, la clave 3X2 (más usada en la salsa de plazas como New York, Los Angeles, y Puerto Rico) y la clave 2X3 (más usada en la llamada Timba o Salsa Cubana contemporánea). Este Son Montuno, a su vez tenía su antecedente en el Son tradicional y recuperaba la Rumba Africana (Yambú, Guaguancó, Columbia).

La época dorada de las Big Band de Jazz Afrocubano (mayor auge en la década de los años 50s), donde los máximos exponentes, fueron Frank Grillo “Machito”, Tito Rodriguez y Tito Puente.

Influencias complementarias del Blues americano, el Rock y el Jazz Clásico.

Jóvenes músicos, profesionales y empíricos, nacidos o que radicaban en New York, de padres puertorriqueños, como los hermanos Palmieri, Ricardo “Richie” Ray, o Willie Colón; o de padres dominicanos, como Jhonny Pacheco, o de padres estadounidenses de ascendencia judía, como Larry Harlow, son los responsables del movimiento que se llamó Salsa, conjuntamente con jóvenes ya vinculados al negocio musical, como Jerry Masucci y Ralph Mercado. El clímax de este movimiento fue la creación de la Fania Records (1964) por Masucci y Pacheco, y la Fania All Stars (1968). Todos ellos eran seguidores de los conciertos de Machito, Tito Rodríguez y Tito Puente o asistían a los conciertos de Arsenio Rodriguez, cuando este se mudó de Cuba a New York. Así se configuró el proceso de esta música. Cabe indicar que en paralelo, avanzaron propuestas no comerciales, pero de alta calidad, para citar dos ejemplos, el timbalero Manny Oquendo y el Conjunto Libre y los Hermanos Lebrón.

Sobre la creación del término Salsa, el mayor consenso es que fueron Richie Ray y Bobby Cruz quienes bautizaron el término, en su producción Los durísimos (1968), pero el hacedor del concepto y de su implementación, fue sin duda Jhonny Pacheco, cocreador de la Fania, junto a Masucci.

En el Perú, la Salsa llegó, como se ha explicado en medios especializados nacionales, principalmente por el Callao, y difundida inicialmente en Bares, como el histórico “El Sabroso” de Don Luis Rospigliosi, una figura central en la difusión nacional, conjuntamente con otras como Carlos Loza “Caribe Soy” y Luis Delgado Aparicio “Saravá”.

Centrándonos en la Salsa, en su vertiente Boricua (Puerto Rico), de New York y Los Angeles, lo que podemos decir, con cargo a precisiones posteriores, es que como expresión musical, han venido avanzando durante las últimas dos décadas (2000-2020), posteriores al llamado “boom de la salsa romántica y erótica”, de mediados de los 80s y 90´s. El periodo 2000-2020 ha sido ciertamente crítico en términos comerciales, con contextos diversos dentro de este promedio; en Puerto Rico de poca producción discográfica nueva (aunque de alta calidad, como producciones de Gilberto Santa Rosa, Willie Rosario, Don Perignon, Sonora Ponceña, Gran Combo, para citar algunos exponentes), pero de mayor oferta de conciertos fuera de la Isla (donde el reggaetón es actualmente la música más masiva), donde los conciertos crecieron en plazas de Latinoamérica, Cali (ya consolidada), Medellín, Caracas, y México DF. En la plaza de New York, sin embargo, la producción nueva en cantidad y calidad ha sido importante, donde los principales exponentes han sido la SHO (Spanish Harlem Orchestra), el maestro Eddie Palmieri, Jimmy Bosch, y en la variante de lo que sería el Mambo Salsa, The Mambo Legends Orchestra (formada por gran parte de los ex músicos de la última orquesta de Tito Puente), aportando una nueva generación de buenos cantantes y soneros, como Herman Olivera, Frankie Vásquez y de los más jóvenes, Jeremy Bosch. Junto a ellos, un grupo mayor de buenas orquestas y cantantes. En la plaza de Los Angeles-USA, quizás el principal exponente era Johnny Polanco y Su Conjunto Amistad.

¿Cuánto de esta propuesta musical y cultural, con altibajos comerciales, pero con alta calidad, ha sido recogida en el medio peruano? La verdad, muy poco, casi nada, en un periodo donde la mayor parte de los discos son digitales. No conozco con precisión que requerimientos legales hay para que las radios peruanas masivas difundan música latina nueva de calidad. Lo concreto es que, hoy, las principales radios “llamadas salseras”, difunden música Salsa proveniente de Puerto Rico y USA, en su gran mayoría, previa a los años 2000, como si en los últimos 20 años no hubiera seguido produciéndose salsa de calidad. Y la música difundida previa a los años 2000, se basa en los temas repetidos hasta la saciedad, usando 1-2 temas por producción, relegando temas que musicalmente son, incluso mejores que los más difundidos. Me resisto a creer que este contexto responde a que “las radios locales difunden lo que la gusta a la gente”, buscando convencernos que responden a un patrón de demanda. Hoy están postulando al Grammy Latino excelentes producciones de Gilberto Santa Rosa y Rubén Blades, absolutamente desconocidas en el medio peruano, y el Grupo Niche ha ganado un Grammy (americano) y un Grammy Latino por su producción “40”, de homenaje a su fundador, el maestro Jairo Varela, y ningún tema de esa producción suena en ninguna radio comercial peruana. Es probable que música más elaborada, con arreglos más rigurosos, sea más difícil de “procesar” por el oído promedio. Radios virtuales peruanas como Herencia Rumbera (3) Mambo-inN (4) difunden esta oferta contemporánea, junto con lo mejor de la salsa histórica.

De lo reseñado anteriormente, creo que se hace necesario, que en los medios comerciales, se incluya nueva música bien hecha, de calidad, promoverla convenientemente, y medir la reacción de ésta en el público seguidor. Creo que los resultados serían mejores de lo que se espera. Es un desafío importante, como se ha demostrado científicamente, no solo para beneficio de la esfera musical, del bailador, sino para aumentar el disfrute de la vida, a través de la buena música.

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[1] https://gestion.pe/tendencias/el-tipo-de-musica-que-escuchan-las-personas-inteligentes-segun-la-ciencia-noticia/

[2]http://www.herencialatina.com/ANGA/Alfredo_Linares/Lucho.htm#:~:text=La%20Salsa%2C%20una%20traves%C3%ADa%20de,que%20tiene%20el%20primer%20puerto; https://www.youtube.com/watch?v=DRDROMggCrA

[3] https://herenciarumberaradio.com/

[4] https://www.mamboinnradio.com/