Detras de la cortina

Carreteras, calles, plazas y ahora, centros comerciales tomados ¿Hasta cuándo?


Durante los últimos años, se ha hecho costumbre, casi parte del paisaje, para los ciudadanos encontrar, dentro o fuera de la capital, calles o carreteras tomadas. Ya sea el SUTEP o la CGTP que interrumpen el tránsito en el centro de Lima por la ley SERVIR, la reforma magisterial, la “política neoliberal” (¿?) o pobladores que reclaman alguna obra, calles y plazas se han convertido en espacios privados de estos grupos. El último caso ha sido el de los mineros informales y o ilegales que han ocupado kilómetros de carreteras para pedir una ampliación del plazo de formalización. Independientemente del fin de la huelga (todo hace pensar que han salido gananciosos), nada les da derecho a atentar contra los derechos humanos, en este caso el de libre circulación, sobre el cual ninguna ONG se pronuncia jamás. En este paro falleció una pasajera, y que se conozca, nadie está procesado. Cuando hay desmanes o muertos, y la policía los detiene, la fiscalía los libera, ya sea por un tecnicismo o presión. El estado es demasiado celoso para cobrar impuestos a pocos ciudadanos o empresas, pero incapaz de proteger a la población, como se demuestra también con la muerte en el fútbol, y saqueos anunciados en Facebook ¿Hasta cuándo?