< Detras de la cortina

Hora de desinfectar la política nacional

El escándalo de la compra/venta de conciencias sigue generando escándalo y mentiras, a tal punto que aparecen diálogos en los que alegremente se acusa sin mayor prueba que el atrevimiento. 

Algunos aplauden las palabras de un traidor; otros habiendo sido los “cerebros” de la traición ahora fungen de componedores haciendo llamados de “unidad”.

Otros hablan de ruptura en Fuerza Popular. Yo diría que más bien se trata de una purga necesaria que deberá alcanzar no solo al felón sino a todos aquellos que lo siguieron en su intento de romper este partido. 

Desgraciadamente esta purga trajo consigo el escándalo y hechos delictuosos que deberán ser merituados por el Ministerio Público y los culpables afrontar su responsabilidad. 

Hace 18 años hubo hechos similares que fueron evidenciados con diversas grabaciones a los que se les llamó los “vladivideos”. Esta vez era “vox populi” que algo similar estaba ocurriendo para parar la vacancia del ex presidente PPK. Fue negado con todos los tonos y en el colmo de la desfachatez se pedía “pruebas” que confirmaran estas denuncias. Sin embargo, en entrevistas a periodistas “amigos” los cómplices de esto afirmaban que “había votos suficientes” contra la vacancia pero que no podían decir aún los nombres de los “amigos”. 

En el mes de diciembre el primer pedido de vacancia no logró obtener los 87 votos. Ya en esa ocasión el felón y sus 9 seguidores así como los comunistas de Nuevo Perú impidieron la vacancia. En marzo de este año se preveía que sucediera algo similar. Ante esta situación no había otro camino que evidenciar los actos de corrupción y la compra/venta de votos y conciencias. Ya otros más salían a anunciar su “disconformidad” con la vacancia gracias a las gestiones del “estratega de la traición”, quizás secundado por alguien por quien muchos peleamos durante largos 18 años. 

“Tanto nadar para morir en la playa” dice un antiguo dicho. Durante 18 años se hizo lo imposible para superar el karma de lo que ocurrió en el año 2000. Fuerza Popular es producto de esa lucha, de esa apuesta por zanjar por el pasado. Con sus altas y sus bajas Keiko Fujimori y un grupo de dirigentes han trabajado para ofrecer una nueva alternativa. Frente a ello, los desplazados que no lograron “su numerito” se alinearon con el intento cainita y so pretexto de la libertad de Alberto Fujimori, que era justa y necesaria, diseñaron una campaña que paradójicamente contaba con el beneplácito de los enemigos de la libertad de Alberto Fujimori. 

Ya es hora de desinfectar el Congreso. La tan mentada renovación por tercios debe darse ahora con la salida de todos aquellos que vendieron sus conciencias, los que conocemos y los topos que aún se esconden. No solo deben irse ellos sino todos aquellos que presentan manchas. El Congreso es muy importante en la vida democrática del país por lo que tiene que recobrar la confianza de la ciudadanía. 

Frente a las mentiras e intentos por desacreditar a cuanto rival político se debe alzar la verdad y la firmeza para combatir la corrupción. 

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