En las mismas
En estas últimas semanas, el panorama político y noticioso no ha cambiado absolutamente nada. Cuando uno prende la radio en las mañanas, encuentra lo de siempre: accidentes, denuncias (que quedan en nada), huelgas y desaceleración económica en medio de un crecimiento.
En suma, nada ha cambiado, para bien, obviamente. El estado ¡ recién¡ reacciona en el caso de Áncash, a pesar que desde el 2007 ya se hablaba de una mafia, dirigida, presuntamente, por su presidente, César Álvarez, un funcionario ahora caído en desgracia, pero antes catalogado como exitoso según el propio Ministerio de Economía y Finanzas de este gobierno, y que, según se denuncia, tendría vínculos con el congresista Heriberto Benítez - descubridor de un caso tan confuso como el de Leonor La Rosa, que a decir de varios investigadores, como José María Salcedo, Umberto Jara, y Ricardo Uceda, posee muchos vacíos y contradicciones - y el empresario Martín Belaúnde, ex operador del presidente Humala, y vinculado al Diario La Primera, medio afín al humalismo, desde siempre.