País paralelo
Después del mensaje de Fiestas Patrias, en el que el presidente se dirigió fríamente al país, nos quedó la sensación que uno de los dos, el presidente o el pueblo, vive en un país paralelo.
De otra forma no se explica el casi desbordante optimismo al hablar de reactivación económica, y del irresuelto, ni mucho menos el eficazmente abordado problema de inseguridad ciudadana.
Solo en el caso de la reactivación económica, esta no empieza. Es más, la crisis se agudiza a cada momento. La inversión se reduce, los ingresos fiscales también, y la formalidad- una promesa del discurso inaugural- no avanza.
El mandatario hace un llamado a promover el turismo, pero en ese mismo momento, delincuentes del SUTEP, Conare o lo que fuera, o infiltrados dentro de esos grupos, bloquean carreteras en Cuzco y toman aeropuertos en Arequipa. El gobierno llama al diálogo- que es un medio y no un fin para acabar con el conflicto- pero es incapaz de poner orden, a través de la policía que responde a las órdenes del mediático ministro Carlos Basombrío. Aquel que ya fracasó en el régimen del prófugo Toledo.
Aboga por los servicios de Salud, pero su ministra Patricia García sigue mostrándose inoperante, nerviosa y soberbia. Las epidemias, y la escasez abundan en su gestión, pero ella continúa casi inamovible en el cargo. Y además tampoco puede lidiar por una grave huelga de los médicos de su sector, y ya se anuncia una de enfermeras.
El presidente tampoco ha enviado los mensajes claros en la lucha contra la corrupción (que debe incluir a su gobierno). La salida de las procuradoras pudo estar de acuerdo con la ley, pero los rumores sobre la “inaplicación” de una ley que permitiría investigar a a él y a su entorno dejan mucho más que un halo de sospecha. Encima, nombra a la incombustible Fiorella Molinelli en un Ministerio, obviando-nuevamente- un tema de imagen.
En Justicia, lanza una iniciativa para reformar el Consejo Nacional de La Magistratura, que algunos podrían tildar de injerencista-palabra preferida de la dictadura chavista- y que ha despertado cuestionamientos y rechazo. Aunque en esto, la judicatura presenta un problema secular: no se reforma por dentro, ni desea que se le reforme por fuera.
En Minería, se anuncian proyectos, pero no la seguridad para que las empresas puedan operar sin miedo a ser atacados por vándalos y terroristas, los cuales actúan muy despreocupada y descaradamente.
Al abordar el tema de Educación, Kuczynski omite de una manera, por lo demás grosera, la inacción del gobierno, o del Estado, que él representa, a una huelga que lleva varias semanas, y que perjudica, especialmente, a los alumnos.
De Pesquería y Agricultura se habló poco. Tal vez lo más saltante sea la iniciativa de crear una Autoridad única del Transporte, idea que ya se debate en el Congreso.
En vez de imaginar situaciones ideales o países paralelos, el presidente debería darse cuenta que estamos en el mundo real, donde se toman posiciones, se asumen liderazgos en reformas importantes, y sus costos. Pero con él no es.