El reciente episodio de la elección de los directores del BCR por el Congreso, ha demostrado, una vez más, las enormes contradicciones y precariedades del gobierno del presidente Kuczynski. El mandatario dijo primero que estaba de acuerdo, y su ministro de Economía también, luego dijo que José Chlimper “estaba bien elegido”, y sobre los otros nada. (Dicho sea de paso, Chlimper está procesado por los audios y USB por el caso Joaquín Ramírez, pero al grupo “El Comercio” no se le menciona en la denuncia no comprobada contra Keiko Fujimori). Ayer dijo que “tenían un perfil político”. Y ahora señala "que los cuestionamientos hacen tormenta en un gotero". ¿En qué quedamos?

Más allá de las frases, se pueden hacer dos observaciones. En primer lugar, los elegidos eran los más indicados frente a Humberto Campodónico, un economista de izquierda, y Carlos Herrera, ingeniero eléctrico. Y no nos digan que “no son economistas”, porque en ese directorio ha estado Héctor Flores (ingeniero agrónomo), Alberto Benavides (ingeniero), Beatriz Dibós (abogada), etc. Si a un sector de la izquierda no le gusta los designados, se puede “reperfilar el puesto”, buscando economistas con especialidades, o personas o con experiencia en gestión pública y /o privada. Y es bueno recordar que Julio Velarde, presidente del instituto emisor, economista formado en la Universidad de Kiel (Alemania), fue jefe del plan del gobierno del PPC. Y nadie dijo nada.

La otra observación es que el fujimorismo ha hecho uso, no abuso, de su derecho. Que pudo elegir mejores candidatos, sin duda, pero al parecer tampoco tiene gente. Ni una lideresa visible.

El otro hecho que ha marcado la agenda de este mes ha sido el caso Moreno, quien renunció, según dijo el presidente porque tenía mucho trabajo- ¡vaya trabajo!, y los asesores Villacorta y Labán por no estar a la altura de la circunstancias. Nadie escogió a esos asesores. No fue el fujimorismo, el aprismo, ni el izquierdismo. Fue el presidente. Villacorta es allegado al excongresista toledista y andradista Carlos Bruce. En esto el gobierno se ha limitado a hacer comités como si ello fuera a solucionar el problema. La corrupción no va a desaparecer con “comités de integridad ”ni “consejos consultivos”, sino con sistemas anticorrupción que funcionen. Y sería igual de conveniente crear un sistema “anti ineficencia”, si es que queremos entrar a la OCDE.

Para terminar, el ministro Basombrío responsabiliza a la policía de lo ocurrido en “Las Bambas”, y no dice mucho sobre los policías heridos una y otra vez, o las carreteras bloqueadas. A la policía se le ordena que haga uso de sus atribuciones constitucionales, pero no se le empodera, y cuando reprime actos de vandalismo y delincuencia en defensa de la ciudadanía, se le denuncia y se la desampara. Ojo que quien estuvo acusado de crear un “escuadrón de la muerte” en Trujillo, Elidio Espinoza, fue elegido el alcalde de la ciudad. ¿En que quedó el caso del escuadrón para-policial?

La democracia legítima no es boba, ni inerme, ni mucho menos falta de autoridad, la democracia implica el uso legítimo de la fuerza, la existencia de un liderazgo, la uniformidad de gestos y mensajes, no como los confusos y contradictorios mensajes de las ministras Pérez-Tello, y García, quienes hasta ahora, no dan la talla con el puesto.

Mientras esto ocurre, la economía no se reactiva, los ciudadanos mueren abaleados en cafeterías, los policías son agredidos, y los terroristas se muestran devotos.

Pareciera que estamos ante un gobierno débil y confuso. Un bela-toledismo.