< Detras de la cortina

Los carteles y el mercado de pases de la política

 

"Para mí, la política no es más que la búsqueda del poder privado por parte de determinados individuos. Pueden disfrazarlo con cualquier ideología, ponerlo en los términos de las estupideces románticas o filosóficas que quieran, pero en esencia es una búsqueda privada del poder." Jim Morrison, líder de The Doors e ícono contracultural.

Una de las características de nuestras campañas electorales, aparte de los ataques y la falta de propuestas, es la propaganda política.
Esta actividad, aunque no nos guste es el único medio, o quizás el más poderoso para -en teoría- confrontar propuestas, realidades y posibilidades. La propaganda política se hace a través de avisos, en sonoras caravanas, volantes, o discursos o entrevistas por medios de comunicación y en estos tiempos, vía Internet. Los tiempos de discursos en las plazas son cada vez menos frecuentes.
Desde 1985 se cuenta con el mecanismo del voto preferencial, aquel que según sus promotores, democratizaba la política. Para 1990, se arguyó como una de las principales causas del fracaso del FREDEMO la pugna por los votos preferenciales.
Hoy, la campaña política se percibe entre otras cosas también por la cantidad de paneles que se ven en avenidas, parques y óvalos, produciendo un fenómeno llamado contaminación visual, una proliferación de paneles que hace imposible la visión. De la ciudad al mar, y del mar a las carreteras. Este verano electoral ha cambiado los avisos de cerveza con modelos en ropa de baño por los rostros de los candidatos uno al costado del otro casi estorbándose, otro con gigantografías como por ejemplo el del congresista ex fujimorista Renzo Reggiardo, hoy unido a ex alcalde Castañeda. ¡Apoya al 8¡
Si el mercado de pases del fútbol peruano se mueve por discretas cifras, el de la política nos resulta desconocido. No estamos diciendo, por supuesto, que en este caso se mueva por dinero,-no nos consta- sino que simplemente no llegamos a entender las motivaciones de las sorpresivas cercanías y manifiestas lejanías. Algunos como el ex congresista y ahora postulante Barba hablan no de transfuguismo sino de no sentirse representados en su agrupación primigenia. El defenestrado Hernando Guerra-García habló de evolución.
También se podría señalar que los políticos quieren simplemente mantener su empleabilidad, porque no pueden ser ciudadanos de a pie. La política no es pues el servicio a los demás, sino un trabajo con muchas ventajas.  
Dentro de Solidaridad Nacional, aunque no hemos visto sus carteles, sorprende la presencia de Isaac Mekler, antiguo compañero de Ollanta Humala, (quien mención al paso ensaya sonrisa, ropa deportiva, y cabello bien peinado con raya la derecha, una estrategia que le habría dado resultados para su crecida, aunque claro, hay que ver su lista y su equipo), y por supuesto de Gustavo Pacheco, el recordado escudero de Toledo, ahora convertido en vocero de Castañeda. ¿Se entiende, o no tiene por qué entenderse, si hablamos de política?
En los predios de Solidaridad Nacional, se encuentra también José Vega Antonio, quien al paso que va el ex alcalde de Lima, no va alcanzar su preciada reelección.
También llama la atención el cartel que se ve en San Isidro del ex congresista Edgar Villanueva esta vez con el logo del Gana Perú, y uno de los firmantes del informe de las Firmas Falsas de Perú Posible, un tema encarpetado en el Poder Judicial. El otro firmante fue el ex ministro y congresista Rafael Rey, que también fue uno de los que rubricaron con el ex ministro Flores Araoz el informe que acusó al presidente García en su primer gobierno.
En este grupo está también Jaime Delgado, patrono y defensor de los consumidores. Realmente tampoco comprendemos su presencia, si se considera que el humalismo no es defensor precisamente del mercado, y se desprende que sus propuestas afectan como ya lo hicieron en el pasado, a los consumidores.
Del mismo modo, la presencia de Javier Diez- Canseco, ex PUM, quien hoy aparece en su lista, y también viejos rostros marxistas como Manuel Dammert, ex Partido Comunista Revolucionario.
Por la avenida La Molina se encuentran varios paneles, uno de ellos el de Carlos Bruce, el popular “Techito” gestor del programa “Mi Vivienda”. Pocos saben o recuerdan que el empezó su carrera política con Alberto Andrade, al igual que el hermano del fundador y ex alcalde miraflorino, Fernando. Según las versiones periodísticas, Acción Popular tiene 5 u ocho curules en esa lista. ¿Apuestan a ganador?
Perú Posible también cuenta con la figura de Carlos Ferrero-Costa, (aunque ahora, según algunas versiones, se encuentra un tanto distanciado) en algún momento cercano al velasquismo, en el 85 a Javier Silva Ruete, entonces socio del aprismo, y después al fujimorismo.
Sin duda uno de los carteles que más impacta es el del pepekista Luis Galarreta. “A mí nadie me rompe la mano” señala con energía, y la imagen que aparece es la prótesis en forma de garfio del parlamentario. Cabe señalar, sin embargo, que a diferencia de sus muchos de sus colegas, a Galarreta nunca se la ha vinculado a algún problema o cuestionamiento. En este mismo grupo también está “la tía” Julia Valenzuela, ex parlamentaria toledista, y Luis Iberico, con una promesa, o mejor dicho, la misma promesa: luchar contra la corrupción. ¿En el FIM lo hizo? Los congresistas son tal parece, saltimbanquis, y los electores quedamos sorprendidos.
Pero más sorprendidos quedamos cuando vemos el rostro sonriente de Alberto Beingolea, con un slogan futbolístico. “El 10 entra a la cancha”, mientras sus votantes o hinchas esperan que su actuación sea descollante. El periodista deportivo es una de las nuevas caras dentro del pepecismo, y ahora del pepekismo. Que recuerde lo que dijo el ex técnico y ahora alcalde Freddy Ternero:”La política es peor que el fútbol”.
En el fujimorismo también destaca en primera fila el ministro Rey, quien en veinte años de carrera política ha pasado por varios movimientos desde el Fredemo, aunque el reitera que sin traicionar a sus principios. Dentro de los naranjas resalta también la figura de Karina Beteta, ex humalista. ¿Los extremos de los círculos se unen?
Pero sin duda la presencia más notable- aunque no postula al congreso- en Fuerza 2011 es la de Jaime Yoshiyama, quien según versiones de la época se distanció del gobierno fujimorista junto con Santiago Fujimori para evitar la odiosa intromisión de Montesinos y sus antidemocráticas prácticas. ¿Qué ocurrirá esta vez?
Como se observa, las transferencias y pases en la política peruana están siempre en a la orden del día. ¿Fiel reflejo de lealtades, traiciones o simples acomodos? Un problema grave que va más allá de la anécdota: la precariedad de los partidos o movimientos políticos y la incoherencia de sus miembros.