< Detras de la cortina

José María Salcedo: Cuando se divide a un país entre corruptos y no corruptos, terminamos así

Vuelve a la carga. Luego de unos meses de para por hechos ya conocidos, el conocido José María Salcedo, periodista vasco-peruano, llamémosle así, analiza nuestro dramático escenario político- ahora que el actor Salvador del Solar funge de Presidente del Consejo de Ministros- con la “incorrección política” que lo caracteriza.

Además, habla acerca de sus futuros proyectos den RPP y su próximo viaje a Ruanda, un país cuya historia deberíamos profundizar.

Ddlc: ¿Cómo observa, no alejado, pero sí distanciado, de la política local?

J.M.S: Bueno, inestable, en crisis, y recientemente se generó, por ejemplo, un gran revuelo con las declaraciones de Rosa Bartra.

Ddlc: Lo que pasa es que lo ha dicho Rosa María Bartra, y lo menos que se puede decir del gobierno es que se muestra incapaz. Y afirmar eso no significa coincidir con ella políticamente.

J.M.S: Así es. Y mientras tanto en las Bambas entramos a un enésimo diálogo, para que la solución se concrete dentro de un año. El estado peruano está acostumbrado a no tomar decisiones, y esto resulta una debilidad.

Ddlc: Retornando a la escena local, pareciera, penosamente, no haber soluciones a la vista.

J.M.S: Cuando se politiza la corrupción, y se usa como parteaguas parta dividir un país entre corruptos y no corruptos, terminamos así. La democracia se analiza, y sus grupos se califican por aspectos como el plan de gobierno.

Antes la división era más clara, entre derecha e izquierda. Ahora todo es amorfo, y cuando la democracia se divide en estas categorías morales, se vuelve inoperante.

Ddlc: Con el agravante que los órganos de justicia también están severamente cuestionados.

J.M.S: Así es, y hay algo muy importante y de extrema gravedad: ningún presidente puede encabezar una lucha anticorrupción. Eso es un error, solo lo hace un régimen totalitario, donde no hay autonomía de la fiscalía ni el poder judicial.

Esa lucha, en realidad, debe ser encabezada por el fiscal de la nación.

Ddlc: Y por los presidentes de las cortes.

J.M.S: ¿A alguien se le ocurre alguna vez que el presidente de Finlandia, o la reina de Inglaterra, encabecen la lucha contra la corrupción? Jamás. Se reirían de ellos. Sólo aquí y en otros países de América Latina el presidente está al frente.

Eso no puede ser, porque ésta se politiza. ¿Por qué es tan difícil de entender?

Ddlc: En eso la prensa tiene mucho que ver.

J.M.S: Efectivamente, el mercado está difícil, y existe una enorme sensibilidad de los medios sobre la publicidad o propaganda estatal.

Es la misma torta para más medios. Es como si hubiera un cumpleaños y llegaran más personas de las esperadas. Pero esto es un problema que ocurre en varias partes del mundo entre la prensa y la publicidad estatal. Y ahora se ha agregado Internet y las duales redes sociales. Entonces los medios ven con desconfianza cualquier intento de regulación. Cumplir la cuota de publicidad es cada vez más difícil.

Ddlc: Hace unos meses entrevistamos al analista político José Carlos Requena, y nos señaló que había información sobre el caso Odebrecht en la que se mencionaba a Martín Vizcarra.

J.M.S: Por eso no puede liderarla, porque en una verdadera democracia no hay intocables, y él puede ser investigado. En el Perú no hay un sistema de justicia, sino uno de sanción.

Ddlc: Por otro lado, la economía sigue mal.

J.M.S: Ahora pocos hablan lo suficiente de economía, de inversión pública y privada.

Ddlc: ¿Cómo evalúa la actuación de la fiscalía y el Poder Judicial en los casos de corrupción?

J.M.S: Existe la creencia extendida en el país de que la señora Fujimori y el expresidente García son los únicos corruptos. Sin embargo, casi no se mencionan otros casos, y destinamos mucho tiempo en, por ejemplo, gastronomía.

Ddlc: Hay que darle cobertura a esos temas, pero en la medida adecuada.

J.M.S: Está bien hablar de eso, pero hay que seguir el problema del norte. Y el presidente del Consejo de Ministros, Salvador Del Solar no da la talla.

Ddlc: Mucha gente comenta: “Es abogado, tiene una maestría en Derecho Internacional”, como si eso per se fuera una garantía.  

J.M.S: Esta restauración democrática está en el poder hace 19 años y, en general, no tiene logros.

Ddlc: Con el agravante, que muchas veces, cuando uno esboza una crítica, ciertos grupos se manifiestan intolerantes. Pero no parece interesarles la minería, por ejemplo.

J.M.S: El asunto es cómo se ubica un país en el mercado mundial. En el Perú se cree que por haber firmado TLCs ya se ha cumplido la tarea económica.

Ddlc: No hay reformas importantes a la vista. Detestamos a los congresistas-y con razón- pero queremos reabrir el senado.

J.M.S: Eso es una barbaridad, y encima le ponen cortapisas al ciudadano “tonto”, y le dicen “por esa razón yo te voy a inducir, con esta prohibición, por quién votar”.

Suiza funciona bien. No hay presidente, ni senado. Hay elecciones libres y voto preferencial -que acá se quieren eliminar-para salvaguardar la democracia- como lo ha propuesto la comisión que encabeza mi amigo Fernando Tuesta. 

La gente no desea el Senado. En Europa se están revisando estos aspectos, en Francia se está tratando de eliminar a toda costa.  

Ddlc: Lo que se piensa es que tenían representantes de mejor calidad.

J.M.S: Eran mejores oradores, nada más. No todos eran muy ilustrados. Y como se ha recordado, esa cámara no evitó ni la crisis política, ni económica, ni mucho menos la aparición del terrorismo.

Ddlc: ¿A estas alturas, qué piensa de Fuerza Popular, y de Keiko Fujimori?

J.M.S: Creo que es una víctima, y que también ha cometido muchos errores.

Ddlc: ¿El más importante fue asociarse con Joaquín Ramírez?

J.M.S: Ese tipo de personas siempre aparecen. Un error gravitante es que FP se ha formado con personajes sin vínculos ideológicos.

Ddlc: Con orígenes y trayectorias -digámoslos claramente- antiéticos, reprobables, y hasta lumpenescos.

J.M.S:  Efectivamente, y como son más, es más notorio. Y también se ha presentado un factor indirecto, que es la iniciativa de Mauricio Mulder sobre publicidad estatal, y a partir de ahí se alinea toda la prensa, como que era previsible.

Ddlc: Se ha presentado de una manera grosera, como si fuera una censura, a fuerza de tanquetas.

J.M.S: No se podía esperar otra reacción. Me sorprende la ingenuidad del parlamentario.

Ddlc: ¿Si tuviera que añadir algo sobre su trío editorial acerca de Alberto Fujimori, que sería?

J.M.S: Que el fujimorismo sigue siendo importante, para bien o mal, en el Perú después de 30 años. Significa que representó a algún grupo durante este tiempo.

Lo segundo sería analizar que pasó en el cerebro de Alberto Fujimori para que le haga caso a un extraño como Montesinos, en vez de su hermano e hija.

Ddlc: Muchos le contestarán que eran socios y cómplices en múltiples negociados y delitos.

J.M.S: Eso me parece ridículo. Si fuera así, se hubiera ido con el dinero y no postulaba nuevamente. Pienso que la verdadera razón fue la manipulación.

Le hice esa pregunta a Santiago y a Keiko, y no obtuve respuesta. Luego vinieron errores garrafales, como postular al senado japonés, y viajar a Chile. ¿Quién lo engañó diciéndole que ahí no iba a ocurrirle nada?

Son grandes interrogantes que se han discutido éticamente, pero ni sociológica ni políticamente. Keiko realizó la hazaña de construir un partido político sin su padre. La gente no ha reparado en eso.

Ddlc: Claro, pero se edificó sobre bases muy enclenques.

J.M.S: Exactamente, pero todo el sistema político peruano tiene bases enclenques, y FP no iba a ser una excepción. Ella intenta construir una alternativa política, y eso debe analizarse no bajo criterios morales. Esos son estilos de la gente que vive de las contingencias políticas del momento.

Ddlc. ¿Cree que el fujimorismo ya murió?  

J.M.S: No está muerto, pero evidentemente sí muy golpeado. Vamos a ver qué ocurre en las próximas elecciones, pero antes judicialmente, porque al fujimorismo se le ha combatido judicialmente. No existe un movimiento alternativo a las masas fujimoristas.

Ddlc: ¿Qué nos puede comentar sobre su nueva experiencia periodística apoyada en la tecnología?

J.M.S: Muy interesante. Estoy preparando los guiones de unos podcast (programas) para RPP, que se van a transmitir por Internet. Son acerca de Juan Diego Flórez y su “Sinfonía por el Perú”, que es un grupo constituido por 15 mil jóvenes y niños que estudian música.

El proyecto se ha realizado gracias al aporte de la empresa privada, y también al carisma y la gestión del destacado tenor peruano. En estos programas va a narrar su vida, relatando sus experiencias en la ópera, y contando cómo esos jóvenes se convierten en músicos, estudiando en forma gratuita gracias a aportes privados.

Es una experiencia notable.

Ddlc: ¿Qué opina del periodismo ciudadano?

J.M.S: Es un gran problema. Alguien lo ha creado, y como todos tenemos celulares, se piensa que eso basta para transmitir información, y los medios lo emplean para ahorrar.

Entonces, se produce un incendio, se envían malas imágenes con el celular, se difunden en medios e Internet. El periodismo es una ciencia que consiste en elaborar una noticia en base a la jerarquización de los hechos. Eso se aprende, estudia y practica.

Si ocurre algo en San Juan de Lurigancho, grabo y lo envío para las autoridades actúen. Eso es válido.

Ddlc: ¿Cuáles son sus proyectos en ciernes?

J.M.S: Me voy a Ruanda en junio.

Ddlc: ¿Cuánto tiempo estará por ahí y con qué propósito?

J.M.S: Unos 15 días, más o menos, para elaborar un documental sobre la guerre y posguerra que vivió. 

Ddlc: ¿Qué información maneja sobre el país?

J.M.S: Como es evidente, tiene muchas secuelas y heridas después de la terrible guerra civil que padeció.

Ddlc: 800 mil muertos a hachazos constituyen una huella trágica y al mismo tiempo macabra.

J.M.S: En estos tiempos, sin embargo, se le conoce en los círculos económicos de Estados Unidos como “la Singapur de África”. Con eso le digo todo.

Ddlc: Tiene un potencial extraordinario, a pesar de lo que le ha ocurrido.

J.M.S: O quizás -fíjese lo que estoy diciendo- gracias a lo que le ha ocurrido. Le ha obligado a establecer la política de perdón de reconciliación más ambiciosa de todo el planeta.

Ddlc: Y la más ilógica.

J.M.S: Exactamente, porque nadie en su sano juicio podía pensar que alguien se iba a abrazar, por ejemplo, con la persona que mató a sus hijos. Y espero dar testimonio de ello en ese documental.

La medida se ha tomado por necesidad. Cuando el presidente, que era jefe de esa guerrilla -del Frente Patriótico Ruandés- toma el poder, el país se encontraba en un caos total, porque los hutus arrasaron, no sólo con las casas, sino con los títulos de propiedad, entre otras cosas. Los ciudadanos iban y venían, en medio de epidemias como lepra, sífilis y VIH, y se discute a cuántos culpables se pueden procesar y sancionar.

Se capturan a los cabecillas del genocidio. Rescataron el derecho consuetudinario, que nosotros hemos perdido de vista, organizaban tribunales populares, y los autores de las masacres iban y se arrepentían.

Ddlc: ¿Cuál es su percepción sobre esta medida radical?

J.M.S: Puede parecer extrema, pero ha ayudado, mal que bien, a voltear una  página trágica de la historia del país, y a trabajar. Un día a la semana la población hace tarea comunitaria, en abril tiene una semana de duelo, medita y visita los lugares de la masacre, porque ésta comenzó el 7 de abril, y terminó el 8 de julio de 1994.

El proyecto lo hago con mi socio Jaime Vásquez. Mis contactos los hago con gente de allá.