Rock n’ roll: Sobre héroes y tumbas
“Básicamente el rock &roll es pasarla bien, vivir aprisa y morir joven”.
(Joe Jackson, músico ochentero británico)
El siguiente es un esbozo de lo que puede ser una galería de desaparecidos del rock, una actividad que dentro de la vida disipada a la que se asocia las artes en general y la música en particular, es también la más estereotipada. Sin embargo, y por doloroso que parezca, es verdad que los rockeros casi siempre se mueren sin avisar y muchas veces es producto de su vida desordenada, pero también de sus conflictos e inseguridades, para no hablar claro está de las perversiones del sistema, que se identifica con la disquera, el empresario o el productor que exprime la creatividad de los músicos, cuales limones.
Iggy Pop -que algo sabe de esto- declaró que “la industria de la música es muy peligrosa”. Uno de los integrantes de AC/DC -no recordamos cuál- cuando le preguntaron por su célebre “Highway to Hell” (Carretera al Infierno) y su posible satanismo, respondió que se refería a las giras infernales. Claro está que tampoco ellos son angelitos.
Habría que decir, sin embargo, que los excesos no son sólo propios de los rockeros. Alguna vez escuchamos que los pianistas clásicos Haydn o Mendelssohn usaban morfina, aunque no sabemos con qué propósito, y Arthur Conan Doyle, el genial creador de "Sherlock Holmes" también. Y ni hablar de la leyenda con que se asocia a Ernest Hemingway, de quien se dice escribía de madrugada y hecho una miasma de alcohol.
En nuestros tiempos se habla del célebre salsero Héctor Pérez (Lavoe), Luis Miguel, y el muy popular y talentoso Carlos Estévez (Charlie Sheen para los amigos). Ni José José se salva, pero claro, la mayoría de estos personajes están vivos.
El primero en la lista sería Jim Morrison de "The Doors", quien según sus compañeros tomó la decisión de morir en 1971, sin importarle su banda, sus amigos, su mujer especial Pamela Courson (porque tuvo incontables), quien murió 3 años después de una sobredosis. Su santuario en el cementerio de Père-Lachaise es uno de los lugares más visitados de París.
Janis Joplin: Esta extraordinaria bluesera de los sesenta, apodada “el chico más feo de la escuela” vivió cantando y maravillando con su música mientras consumía whisky en cantidades industriales y la heroína era parte de su vida. Alguna vez dijo que “algo que la hacía sentir tan bien no podía ser tan malo”. Murió en 1970.
Johnny Allen Hendrix, James Marshal Hendrix (Jimi Hendrix): El tercero de esta santísima trinidad. Jimi Hendrix era un portentoso guitarrista, capaz de tocar con la lengua y hacer espectaculares riffs mientras su voz era un componente perfecto de la melodía. Su álbum The Jimi Hendrix Experienced se considera una obra maestra, y canciones como “Hey Joe” perduran hasta hoy. Hendrix murió en Londres, pero los detalles de su muerte no se han aclarado.
John Bonham: Baterista de Led Zeppelin. Uno de los mejores bateros del rock, y quien le ponía el sello a la banda, falleció el 25 de setiembre de 1980, ahogado en su vómito. La banda se disolvió porque a decir Robert Plant, su vocalista, “Zep no era lo mismo sin él”.
Bon Scott (AC/DC): El primer vocalista de esta mega banda australiana era delgado, pelucón y enérgico, aparece en caravana de “It’s long way to take to the top of rock n’ roll”, y en otro video disfrazado de sacerdote en un púlpito. Muerto en 1980 por intoxicación alcohólica fue reemplazado por Brian Johnson, con singular éxito y con "Back in Black", el mejor disco de la banda. Para quienes piensan que AC/DC está de caída, pueden escuchar “Anyhing goes” y “Rock n’ roll train” del “Black Ice” de 2008. Siguen tocando como siempre y con la ropa de siempre (de colegial).
Ian Curtis (Joy Division): Este notable cantante fue líder de unas de las mejores bandas de new wave. Curtis era un letrista depresivo pero genial, como se puede notar en “Love will tear us apart” o “She lost control”. Sus bailes evocaban su epilepsia. Se ahorcó en 1980 luego de ver una película de Werner Herzog sobre un artista atribulado que se suicida. A su muerte, se formó New Order.
Sid Vicious - Simon John Ritchie (Sex Pistols): El bajista de la agrupación que fue el pistoletazo de salida del punk, luego de luchar contra la heroína y ser acusado de matar a su novia, Nancy Spungen, falleció de sobredosis en 1979. Había tocado en otra banda germinal del punk, Siouxsie and the Banshees, y es la voz que se escucha en la versión que hizo la banda de “My way”, creación no de Frank Sinatra, sino de Paul Anka.
Marvin Gaye: Uno de los cantantes negros más importantes del soul, influido por el góspel, y quizás uno de los últimos ídolos de Motown, aquel sello de músicos negros como Diana Ross, Ray Charles y Stevie Wonder. Fue muy popular en los 60, pero se le recuerda por “Sexual Healing”, canción de ritmo envolvente y sensual. Gaye murió trágicamente en 1984, asesinado por su padre, quien alegó defensa propia.
Phyl Lynott (Thin Lizzy): Este cantante de origen brasileño, aunque algunos afirman que su madre fue uruguaya, encabezó una banda de culto a quien le debemos “Cowboy Song” y “Boys are back in town”. A su muerte se editó un disco póstumo, del que destaca “Dedication”. Murió en 1986 víctima de sobredosis.
Freddy Mercury (Farrokh Bulzara): Líder de Queen, nacido en Zanzíbar, Mercury poseía como características principales usar atuendos extravagantes al estilo de Liberace, el genial pianista setentero, y una voz lírica que se dio el lujo de acompañar alguna vez a Montserrat Caballé, la soprano española (catalana). Mercury falleció en 1991, víctima de SIDA. Su carrera estuvo llena de gloria, pero también de excesos. Su último disco, Innuendo, contiene un título, acaso premonitorio. ¿Quién quiere vivir por siempre?
Kurt Cobain (Popain): Voz de Nirvana, banda noventera que puso de cabeza a todo el mundo. Era como un híbrido entre los punk y el rock zeppeliano, con letras crudas, como “Smells like thin spirit”. Se disparó con una escopeta en abril de 1994, víctima de una depresión. Su amigo íntimo, Michael Stipe (REM), le había dicho “que no se crea eso de ser una estrella de rock”, y además le dedicó un disco. Perdió la lucha contra la heroína. Una versión perversa habla que su esposa, Courtney Love, estuvo involucrada.
Joe Strummer (John Mellor): Compositor y guitarrista de The Clash, hijo de un diplomático británico acreditado en Turquía, y parte fundamental de este grupo que combinaba punk, rock, pop, y que creó “Spanish Bombs” y “Train in Vain”, para no hablar de “Police and thieves”. Rabia y enojo, pero también cadencia como “Bank robber”, melodía en tono de reggae. Falleció en diciembre del 2002 víctima de un problema cardíaco.
Michael Hutchence: Líder de INXS y una de las voces de los 80. Mezcla de Jim Morrison y Mick Jagger en su atuendo y actitud, era considerado un sex symbol. Estuvo ligado entre otras, a Kylie Mynogue, a quien se dice le dedicó “Suicide Blonde”. Su disco Kick fue récord de ventas. Murió en 1997 poco antes de iniciar la gira por los 20 años de su banda. Días antes de su muerte declaró que era feliz, que iba a lanzar un nuevo disco (“Elegantly wasted”), que quería a su familia y no era autodestructivo. Aparentemente se ahorcó en un ritual auto erótico fallido. Su hermano Scott dijo: “Sólo Dios y Michael saben lo que pasó”.
También podriamos hablar de las trágicas muertes de Keith Moon y John Entwistle (The Who), Dee Dee y Johnny Ramone (Ramones) banda icónica de punk rock estadounidense, Syd Barrett (Pink Floyd), de James Honeyman-Scott y Pete Farndon de The Pretenders, pero repetimos, esto es sólo un esbozo.
Este borrador felizmente no incluye a Mick Jagger, Lou Reed, Eric Clapton, David Bowie, Iggy Pop, y a nuestro próximo visitante Ozzy Osbourne. Véngase no más, alunado.