2011: ni a la derecha, ni a la izquierda
Como lo mencionamos en nuestro editorial de agosto (Un quinquenio de tres años), la gestión del gobierno en términos reales ya acabó. Lo que se ve - y lo que se viene - es una serie de medidas que comienzan por la designación de la nueva ministra de Economía, y pasa por relajar el SNIP hasta la propuesta de elevar el impuesto a los cigarrillos porque “hay que cuidar la salud de la población”, totalmente demagógica en razón que el aumento de impuestos promueve el contrabando y disminuye la recaudación tributaria (¿fue esa la verdadera causa?) y también porque para cuidar la salud de la población se puede apelar a campañas informativas eficaces que mencionen los riesgos del tabaco, si es que las advertencias en las cajetillas no surten efecto.
En medio de un verano nublado, la carrera electoral municipal y presidencial calienta, con un festival de voceados candidatos y precandidatos. En el caso del oficialismo, ya empezó demostrar si no fisuras, por lo menos sectores que se inclinan a favor de uno u otro dirigente. El auto lanzamiento del ex premier Del Castillo no cayó nada bien en el aprismo, que vía Mauricio Mulder, secretario general, Luis Gonzáles Posada y Mercedes Cabanillas le han puesto paños fríos, argumentando que “esto se vería en el congreso partidario”. Cónclave postergado por mucho tiempo. Por lo demás ¿Ese va a ser el único tema a debatir? De otro lado, personajes como la ministra de
En Unidad Nacional las cosas no están mejor. Todavía no se decide si Lourdes Flores es candidata a la alcaldía o a la presidencia, lo que demostraría que es la "única" candidata del partido, ya que otros dirigentes como el renunciante Salvador Heresi o Alex Kouri habían sido desechados. Uno por recelos y el otro por “razones morales”, como sentenció Flores, olvidando que Luis Bedoya de Vivanco, hijo del fundador, fue, al igual que Kouri, visitante del SIN, para buscar apoyo a su candidatura en Miraflores.
A todo esto se suma la indefinición del alcalde Castañeda, que luego de tres décadas de actividad como funcionario público, -comenzó en Emape en los 80-, está evaluando aspirar al sillón de Pizarro, pero habría que recordar que Lima no ha resultado nunca un trampolín a Palacio, como ha quedado demostrado en más de una ocasión con Barrantes o Andrade, aunque claro, este último fue también víctima de una feroz contra campaña del SIN.
En la izquierda, o lo que queda de ella, lo más saltante es un comunicado en el cual un grupo de intelectuales apoya la candidatura de Ollanta Humala. En realidad, se trata de los mismos personajes de hace treinta años, algunos radicales, que suscriben su candidatura, lo cual sugiere una purga dentro del partido. En cuanto al contenido, el humalismo sigue hablando de “un estado propietario de los recursos naturales”, “una economía nacional de mercado” (¿?) y la revisión de los tratados comerciales que afecten la soberanía, con el mismo tufillo velasquista y proponiendo, en buena cuenta, las fórmulas que nos llevaron a la hecatombe económica y al caos político que engendran las autocracias o los antisistema.
Todo esto coincide en una corriente que menciona como un logro “la transformación” iniciada durante el régimen velasquista. Proceso nefasto que destrozó la economía, envenenó la política y sembró la violencia, pero hoy existen voces que hablan, por ejemplo, de las bondades de la reforma agraria como “freno” al terrorismo. ¿Treinta mil muertes no le parecen suficientes? ¿Acaso no fue - básicamente - el campesinado pobre y la masa estudiantil la base de la subversión?
Dentro de este redil de izquierda se encuentra el padre Marco Arana, quien para empezar tendría que decidir cual apostolado escoge (si es que la política es un apostolado) y por cuál izquierda se va inclinar. La moderada o la radical.
Entre tanto, la lideresa fujimorista Keiko Fujimori sigue manteniendo una posición expectante en las encuestas, no por méritos extraordinarios, sino principalmente por la ineficacia del sistema en abordar los problemas del país. La hija del condenado ex presidente está segunda en las encuestas. ¿No es esta la muestra palpable que el sistema no camina?
El fujimorismo, en realidad, debería olvidarse del indulto y dedicarse a hacer una agenda de gobierno, si es que quiere aprovechar estas ventajas.
El cuadro se completa con el ex presidente Alejandro Toledo, y ya se rumorea una alianza con Acción Popular, con Víctor García Belaúnde de vicepresidente (el mismo que “mató” al ex presidente Paniagua y, si mal no recordamos le confesó al entonces periodista y ahora congresista Guido Lombardi, -que cuando fue secretario general de la presidencia del Consejo de Ministros, durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde- le hubiera gustado hacer “más losas deportivas”).
Esta bruma política presenta también la exótica y cuasi oficial candidatura de Jaime Bayly, por lo menos por ahora, carente de ideas de cómo administrar el país, pero en un escenario como el que hemos descrito, nada desdeñable.
Como se ve, en vez de tener planteamientos claros y nuevos cuadros, lo que se observan son los mismos nombres, peleas en público, a horario estelar e ideas vagas.
Del movimiento filo senderista no vamos a hablar. Estas son, en resumen, las opciones que tendríamos el 2010 y 2011, debido a este sistema político. ¿Qué les parece?