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Clorinda Matto de Turner: figura del Bicentenario

Como Flora Tristán, Clorinda Matto tuvo que enfrentar la incomprensión política, el celo literario y el “machismo” social.

Desde su niñez estuvo vinculada al campo y al mundo andino en su hacienda Paullu, en Calca, donde observó el sufrimiento del indígena, deploró su postración económica y se conmovió ante su desdicha. Estas vivencias sensibilizaron su espíritu y la impulsaron a escribir en defensa del indio y a protestar con vigor por las injusticias que padecía.

Hizo sus primeros estudios en el colegio de Educandas del Cuzco. Concluida su preparación académica, contrajo matrimonio con el ciudadano inglés José Turner, hombre de sólidas convicciones evangélicas y propietario agrícola, quien respaldó las preocupaciones sociales de su esposa y alentó sus afanes literarios. Al cabo de una década de compartir ideales, la desgracia cayó sobre el hogar de los Turner Matto, en 1881, ella enviudó y su familia quedó sumida en el dolor y el abandono económico.

Como Flora Tristán, mujer inteligente y altiva, tuvo que enfrentar la incomprensión política, el celo literario y el “machismo” social. Asumió la jefatura de redacción del diario La Bolsa de Arequipa, desde donde desarrolló impactantes campañas durante los aciagos días de la guerra con Chile. Su inteligente prosa, la convirtió en una de las invitadas más apreciadas de la tertulia literaria en la ciudad blanca. Su actividad como periodista la ejerció sin descanso; dirigió la sobresaliente revista El Perú Ilustrado (1889), que buscaba descubrir nuevos temas en la escritura nacional. En ese mismo año dio a conocer su novela más sobresaliente: Aves sin nido, que generaría detractores y apologistas.

Sin ser alumna de Ricardo Palma, asumió la línea crítica del tradicionista, buscando en sus temas perfilar un nuevo encuentro con la totalidad del Perú; el campo aparece como paisaje de su literatura, los andes y el indio aparece como parte de su paisaje literario. 

Clorinda Matto es una de las primeras en la evolución de la novela peruana. El literato Estuardo Núñez afirma que ella es una innovadora de su temática “por incorporar a la literatura los conflictos propios del hombre del país en toda su dramaticidad”.

Luego de la traumática Guerra del Salitre y su secuela de frustración y pérdida territorial, Clorinda Matto busca reivindicar a los heroicos campesinos andinos que resistieron al invasor sureño; ellos tan maltratados por el Estado, no obstante tuvieron la grandeza, al lado de Andrés A. Cáceres, de defender como pocos la unidad de la patria herida. Aves sin nido plantea la situación de servidumbre en que se hallan aquellos célebres combatientes en su propia patria, pues, una “trinidad” corrupta (el cacique local, el político bribón y el cura degradado) los habían postrado en el abandono total.

Su novela es una de las primeras obras en engrosar la incipiente literatura social que, partiendo de una demoledora crítica al status, busca motivar la reflexión entre los grupos dirigentes para hacer reformas políticas. Sus denuncias noveladas provocaron la grosera de las instituciones cuestionadas, quienes censuraron duramente sus denuncias noveladas. Su efigie fue quemada públicamente en Cuzco y Arequipa en 1890 por haberse publicado en El Perú Ilustrado un artículo de Cohelo Netto titulado “Magdola”, cuyo contenido irritó al intolerante Arzobispado de Lima.

Alejada del Perú por controversias políticas, buscó refugio en Argentina donde su reflexión y producción continuó hasta 1909. Agónica en Buenos Aires, quizá tuvo la lucidez para imaginar a Killac, el pueblito de la fantasía de Aves sin nido, donde el paisaje físico, bello y en armonía, contrastaba con el paisaje social, sombría y humillante, que aguardaba una nueva era con la reivindicación del hombre andino.

Publicado en https://www.elbicentenario.pe/

29/01/21