La urgencia de un rumbo
La economía peruana no tiene un rumbo definido, sus peligros son: la corrupción, los escándalos y la falta de convicción y seriedad de los poderes legislativo y judicial. Adicionalmente baja la productividad, pésima educación, deficiente sistema de salud demostrado hoy con la covid – 19, debilidades de infraestructura física, desigualdad social y el alto nivel de informalidad, como bien lo señaló hace años Michael Porter.
Tenemos un Estado predatorio y una burocracia paquidérmica compleja con trámites inmanejables que faciliten la inversión; el Estado no funciona y nuestro aparato estatal es ineficiente y cuando se trata de crear las condiciones para generar riqueza, abdica de sus funciones; cuando se relaciona con la inversión privada, las señales son para trabarla. Los burócratas usan su autoridad para maximizar la acumulación de sus beneficios personales. No se ve liderazgo, Ni se ve un norte.
Hay pobreza extrema, conflictos sociales, difícil acceso a servicios básicos, no se tiene contacto con el Estado y si se tiene, se le ve como un enemigo igual que al Poder Judicial, Ministerio Público, Policía Nacional, Salud Pública; los pobres viven alejados, en precariedad, y desconectados del mercado laboral.
¿Dónde radica el problema?
El Estado se debe preocupar por el ciudadano, proteger sus libertades y derechos, ya que solo se ha preocupado por reformar aspectos específicos. Nos encontramos inmersos en una tormenta de factores financieros, peores condiciones crediticias, desgobierno, carencia de una agenda consensuada de políticas públicas, con una endémica corrupción que también desacredita a la clase política por los escándalos y una ausencia de acción eficaz de la justicia que genera desconfianza a los inversionistas privados, complementan los problemas la inseguridad ciudadana, más el rebrote de la pandemia que nos puede mantener en un estancamiento y recesión post covid – 19 de la cual no será fácil recuperarnos.
Se debe reducir la informalidad, combatir la subvaluación, contrabando, piratería, y falsificación de productos (reestructurar a la SUNAT), limitar la acción de los oligopolios (ejemplo, reestructurar el sistema privado de pensiones, lo cual implica generar competencia con las AFP´s).
El Gobierno debe entender que estamos en un proceso de descentralización y debe dar las pautas y acciones estratégicas de lo que se tiene que hacer. La reforma del Estado no solo implica cambiar la estructura del aparato institucional. Se requiere un cambio de visión política, en tanto proveedor de soluciones a los problemas de la sociedad.
¿Cuál es problema de fondo: el modelo económico, o el funcionamiento institucional?
Actualmente estamos sin rumbo, debido a que seguimos con la política de cajeros y no hay una reestructuración del gasto del presupuesto de la Republica con las reasignaciones, los recortes radicales de gastos improductivos y solo ejecutar lo necesario a resolver los problemas sociales, tampoco se utiliza al sistema de planeamiento nacional como herramienta de gestión gubernamental, todo lo contrario, se acusa a los Gobiernos Regionales que no saben gobernar y que no tienen capacidad para ejecutar el presupuesto anual que se les asigna.
Se debe pensar en el mediano y largo plazo para cambiar el modelo actual de apoyar la inversión para la explotación y la exportación de materias primas, por aquella inversión que al tener beneficios apoyen realmente la economía doméstica y se logre al fin una generación de empleo con sueldos dignos, incrementando la productividad de nuestro trabajador.
El estado debe promover el desarrollo
Empresarios grandes y algunos economistas, dicen que el Estado planificador e interventor fracasó y que la economía social de mercado es una ilusión. Las funciones del estado ahora son: a) brindar seguridad, b) justicia para todos, c) estabilidad económica que preserve el equilibrio macroeconómico, lo que elimina al Estado promotor del Desarrollo.
Dicen que estamos en una economía de mercado donde la iniciativa individual y no la estatal es la que decide qué, cómo, cuánto y para quien producir. El consumidor es el soberano y el productor se dedica a servirlo con equidad.
Manfred Neef sostiene que hay postulados que deben sustentar un nuevo sistema económico: la economía es para servir a las personas y no las personas para servir a la economía; el desarrollo tiene que ver con las personas, no con objetos; crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no requiere del crecimiento.
¿Como podría el nuevo gobierno recuperar la economía?
La economía se puede recuperar con una política económica que tenga estabilidad de precios, disminuya el déficit fiscal que actualmente está en -7%, mejorando la distribución del ingreso. Se debe tener liderazgo y fijar metas de gestión institucional por sector, adoptando medidas para fortalecer la capacidad de gestión de los Gobiernos regionales con el MEF y el apoyo de la Contraloría General.
Hay que reformar el Estado, reducirlo, disminuir la burocracia por una selección de directivos capaces y restructurar el presupuesto de la república. Con un rol activo, eficiente y eficaz.