Francia, Alemania y la belleza clásica de Europa
Con ocasión de un evento laboral, tuvimos ocasión de ir a Alemania vía Atlanta, donde permanecimos un día, y como no encontramos a nadie, nos fuimos en tren a Stuttgart, y de ahí a Estrasburgo (Francia).
En Estrasburgo se encuentra la sede del parlamento europeo. La ciudad es una mezcla de modernidad y tradición. Tanto en Francia como en Alemania es posible encontrar casas del año 1300 o 1400. Ahí comimos entre otras cosas, pato a la naranja y torta flameada. El transporte es muy moderno.
Heidelberg es una ciudad universitaria, algo así como Cambridge, salvando las distancias. Ahí han estudiado personas como Koch (descubridor del bacilo de Koch), Hegel, Feuerbach, Weber y Jaspers. En la zona se ubica un puente de piedra que cruza el río Necker, en el inicio de la Selva Negra, ahí estaba lo que se denomina el camino de los filósofos, en vista que por ahí caminaban muchos pensadores de la época, mientras, suponemos, hacían sus disquisiciones.
Ahí también está el Còdex Manesse, manuscrito medieval perfectamente conservado que contiene la más amplia colección de canciones y versos de la Edad Media.
En los días libres que tuvimos en Munich, conocimos la casa de Roetgen, creador de los rayos X y por supuesto, la plaza Mariè Platz, (algo así como la Plaza de Armas). Durante el recorrido por la ciudad, nos contaron que el emperador Luis de Baviera creó una institución donde preparaba a los mejores estudiantes. Hoy sólo se brinda ese privilegio a 8 y no son servidores públicos.
Otro de los atractivos de la ciudad son los 3 castillos de Baviera, dentro los que destaca Linderhof (el más pequeño y único terminado, cargado y recargado, barroco y rococó), también se encuentra el de Neuschwanstein, ubicado en la frontera con Austria. Se afirma que Disney se basó en éste para construir su castillo.
Los jardines de Herrenchiemsee son muy parecidos a Versalles. Ludwig II, o Luis II, tomó como inspiración esta obra francesa. La historia oficial cuenta que murió en “extrañas circunstancias”, en una laguna con su psiquiatra. La leyenda popular narra que fue asesinado, porque estaba llevando a la quiebra a Baviera. Además se añade a eso su condición de homosexual (quizá por eso su predilección por la arquitectura recargada). Por aquel entonces, Alemania no estaba unificada.
Stuttgart es una ciudad automotriz, mejor que Detroit, dicen. Ahí se fabrican el Mercedes Benz, Porche (ingeniero que produjo para Hitler y que creó el Volkswagen, "el auto del pueblo") y otras maravillas rodantes. En las autopistas alemanas de 4 carriles no hay límite de velocidad . Uno puede ir a 160 km /h y siempre habrá alguien más veloz. Pese a esto, el porcentaje de accidentes es muy reducido. No tenemos la certeza, pero asumimos que será por una marcada educación vial.
A la hora de comer, en Alemania lo básico (y lo más económico) son las salchichas y el chucrut. Un almuerzo promedio en un restaurante promedio cuesta 60 euros. Las salchichas y el chucrut 8 euros, cerveza incluida, y extraordinaria. Y la comida es de más calidad que la que se ofrece en Burger King, Mc Donald o Kentucky Fried Chicken.
Un punto inevitable de nuestras conversaciones fue la crisis. Para los alemanes - por lo menos con los que hablamos - consideran que en su país no habían mayores problemas, que éstos se encontraban básicamente en lo que podríamos denominar una europa latina, y no anglo - sajona, teutona y nórdica. Más ahorrativa y organizada.
Otra de las grandes ventajas de Alemania es su educación gratuita, pero a decir de sus habitantes, no es gratuita, la pagan los ciudadanos con sus altísimos impuestos. Impuestos altos y servicios de calidad. Y pensar que en nuestro país algunos piensan que la educación pública de calidad debe ser totalmente gratuita.
En nuestro grupo de trabajo había un coreano, un ucraniano y una estadounidense. El coreano nos dijo que él nos veía a todos los latinoamericanos igualitos. Al igual que nosotros vemos o confundimos a muchos asiáticos, a quien decimos, por lo general, para no complicarnos la vida, chinos.
El árabe saudita nos preguntó si el Perú era la tierra de los Incas y qué idioma hablamos ¡pensaba que era el inglés! Nos vimos forzados a darle una explicación histórica, y que en casi toda sur y centro América se habla castellano y portugués (por la conquista española y portuguesa), y en norteamérica inglés (exceptuando México).
Un tema sensible en la Europa y Alemania de hoy es la migración. En la actualidad, hay una colonia turca numerosa y árabe. Los turcos se han integrado mejor a la sociedad teutona. La comida turca es muy apreciada. Los árabes usan burkas, algunas simples y otras estilizadas con pliegues. La mayoría de estos grupos son exitosos comerciantes textiles. En las tiendas exclusivas, los que más consumen pertenecen a estos grupos.
En la Alemania que vimos, no encontramos sinagogas. Nos contaron que hay un “museo de sitio” financiado por los nazis y el cual tiene esvásticas. El nombre Adolf está proscrito, fiel reflejo del sentimiento de un pueblo, que aunque en el pasado participó activamente en dos guerras, hoy es un amante de la paz.
*Administrador de Empresas, Universidad Ricardo Palma