< Detras de la cortina

Aurelio Ochoa: La obsesión por la exportación de gas ha llevado a esta situación

Al cierre de esta edición, el ambiente en el Cusco era tenso, con secuestros de agentes de seguridad, y quema de instalaciones, mientras los ciudadanos asistimos a un debate permanente y estéril de acusaciones entre autoridades: ministros, presidentes regionales y alcaldes, sin que se solucione el paro regional indefinido.

El Ing. Aurelio Ochoa, consultor energético, nos brinda su opinión del problema que ha provocado un conflicto social, uno más en nuestra existencia.

Ddlc:¿Qué es lo que está ocurriendo con el gas actualmente? Hace unas semanas hubo un problema de desabastecimiento de GLP, empleado en vehículos y domicilios, y ahora ocurren estas protestas en Camisea ¿Por qué?

AO: Bueno, para empezar habría que decir que el GLP se produce a partir de lo que se extrae en Camisea. Cuando sale de superficie, se separa. Los líquidos se van a Pisco, que es donde se fracciona, de ahí se obtiene el GLP, diesel, y el gaseoducto que va hacia Lurín es el que trae el gas natural.

En el caso del GLP ya se ha resuelto el problema felizmente, pero en el caso del gas natural el problema persiste. En este momento se ha generado un clima de convulsión social en el Cusco, porque se ha iniciado la exportación de gas natural a través de la Planta Melchorita (Cañete).

En el Perú se está consumiendo bastante gas natural, y la demanda del mercado interno es creciente. Hoy en día, por ejemplo, hay una demanda insatisfecha de aproximadamente 700 a 800 millones de pies cúbicos diarios, lo cual significa que la oferta del mercado local es de 300 millones de pies cúbicos diarios. Esto implica - y no ocurre en ninguna parte del mundo - que mientras hay una escasez en el mercado interno, nosotros estemos exportando más del doble, porque vendemos justamente 620 millones de pies cúbicos.

Ahora, no es que estemos contra la exportación. Me parece que la exportación es buena, también tenemos otros commodities (productos de exportación). Lo que pasa es que ningún país exporta mientras no se abastezca primero el mercado interno, y las leyes así lo señalan. Eso ha generado lógicamente ha desconcierto y malestar en la población.

Pero lo más grave acá resulta ser el precio al cual está siendo vendido el gas natural al exterior.

Ddlc: Según su artículo publicado en “El Comercio” seis veces mayor…

AO: Para que tengamos una idea, el gas se vende a 0.53 $ a boca de pozo, ahora se vende afuera a un precio mucho mayor, y al país, al consorcio que lo produce le paga esa cantidad por cada millar de pies cúbicos, lo que significa que a partir de ese precio se calcula la regalía y la parte impositiva.

Mientras, por ejemplo, el consumidor industrial está pagando 2.54$ y 3.21$, un precio absurdo, cinco o seis veces más de lo que paga el exportador, y a la vez canon y regalías. Estamos exportando a precios depredatorios, y justamente reconociendo esa situación, se promulga el  D.S - 039 -2010 de Energía y Minas, que intenta corregir algo que es inviable, de tal manera que se modifiquen las regalías.

El presidente en su mensaje de Fiestas Patrias viene a confirmar ello, pero ha mencionado algo que contradice el dispositivo. El dice que no habría en ningún caso, los locales podrían pagar menos que el exportador, pero la norma dice el promedio, y al señalar el promedio ¿Qué pasa? Que el mayor consumidor de gas natural en el Perú es el sector eléctrico, con más o menos el 75%, pero es un sector regulado en cuanto a la tarifa se refiere.

Entonces, de cierta manera estamos subsidiando la tarifa eléctrica a través del precio del gas natural.

Ddlc: ¿Es una distorsión?

AO: Claro, entonces va haber una distorsión en cuanto al promedio se refiere, porque el promedio va a ser como el eléctrico, y este sector como señalaba tiene una tarifa regulada. No puede tener la misma figura el exportador, entonces de acuerdo a la norma como está hasta ahora estaría pagando el exportador, si llega a buen término la renegociación, como máximo algo parecido a lo que paga el sector eléctrico, que ahora paga 6 veces menos que el industrial.

Entonces, en el mejor de los casos con esta “renegociación” estaría pagando el exportador 3 veces menos que los industriales y la petroquímica. Entonces sólo disminuimos a la mitad lo que está pagando el exportador.  

Como le menciono, de 0.53$ a 2.54 a 3.21$ hay una gran diferencia. El consumidor peruano petroquímico y el industrial están pagando entre 5 y 6 veces más de lo que paga el exportador.

Obviamente, si compro a ese precio, desde ya ese precio es bajo. Imagínese entonces que el de exportación es todavía mucho más bajo, porque señalan con relación al mercado internacional que el gas en el Perú es bastante barato. Si es barato, se hace súper barato para la exportación, con lo cual se perjudica no sólo el usuario local, porque el industrial traslada su costo mayor hacia el consumidor, pero lo peor es que el industrial no tiene suficiente como para poder realizar sus proyectos. Ése es el drama.

Ddlc: ¿Estamos frenando el desarrollo?

AO: Estamos frenando un desarrollo competitivo. Nos encontramos frente a Tratados de Libre Comercio que se nos vienen. ¿Cómo va a hacer nuestro aparato productivo para hacer frente a una situación como ésta? Es una desventaja. Sin embargo, nos damos el lujo de exportar a esos precios un recurso, y esto es lo grave, un recurso no renovable, porque las reservas son limitadas. Estamos comprometiendo en cierta manera nuestra independencia energética para los próximos años, lógicamente a este gobierno le queda un año. Entonces, poco le interesa en realidad.

Ddlc: ¿Existen suficientes reservas? El ministro dijo que sí y que el abastecimiento al mercado local estaba asegurado. ¿Se ha equivocado o está asumiendo una posición política?

AO: No, es obvio que lo que hace el gobierno actual y el anterior es justificar la exportación, porque han tenido la obsesión por la exportación, y le dicen a la población que hay suficiente gas.

En este gobierno, el mismo consorcio Camisea, el más interesado en que las reservas sean las máximas porque las entregan al ministerio, contrata a una empresa certificadora seria, Gafne and Kline, la cual hace su evaluación durante 2 años y al final le da una sorpresa al consorcio y le comunica que tenía 8.8 tcf en Camisea, entre los dos lotes, 88 y 57. Fue una sorpresa el año pasado, la empresa esperaba tener más porque en años anteriores le había remitido cifras mayores a las del Ministerio, bordeando los 14 tcm, y cuando viene esta empresa, da esa cifra y se cayó el castillo de naipes, tanto para el ministerio, obsesionado por la exportación como para el consorcio. Pero esos eran los números, pero no contento con ello, este año, el gobierno lo que hizo en vez de aceptar esas cifras fue contratar a otra empresa que se adecuaba a lo que quería.

Niederland es una compañía seria. Pero en un mes y medio, desde Houston, llega a una cifra en una dirección que más o menos quería el ministerio. Retornar a las famosas 11.2

De la noche a la mañana, y desde un escritorio, las reservas se incrementaron en un 27% sin perforar un solo pozo exploratorio. En el mundo la única manera de encontrar reservas es perforando pozos, el resto son reevaluación de reservas que hay que tomarlas con pinzas.

En este caso, el ministerio en vez de ser el fiscalizador de la empresa, resulta que se convierte en su abogado y se entregan resultados de reservas superiores a los del propio consorcio interesado. El ministerio ha usado esas cifras y dice con 11.2 hay suficiente. Tampoco es suficiente, porque la demanda entre la exportación y la local supera el 11.2. La esperanza es que se encuentren más reservas, repito, la esperanza.

Las reservas probables y posibles que evidentemente puede haber, tienen un alto sentido especulativo, obviamente lo que interesa son las probadas, y dentro de éstas existen las desarrolladas y las no desarrolladas. En el caso de Camisea, sólo la mitad de los 8.8 son probadas y desarrolladas. Si analizamos más las cosas, encontraríamos que hay relatividad en las cifras dadas por Gafne. Ellos sí dijeron 50% son probadas y desarrolladas y el otro no. Ni siquiera ese poco, ese 8.8 está cercano a lo que dijo Shell Mobil en el pasado. Si no se ha hecho exploración. ¿De dónde salen las reservas?

Ddlc: ¿Es posible corregir la situación, considerando que lamentablemente, se ha politizado?

AO: En cualquier país estos temas son sensibles, desde principios del siglo pasado, y con mayor razón ahora, con el desarrollo de las telecomunicaciones. Todo el mundo está informado en tiempo real, y eso es lo que hace la gente.

Creo que en nuestro país se está haciendo ante nuestros ojos, exportar sin tener asegurado un mercado interno… se protesta, esto no debe asustarnos. En otros países son más radicales, pero esperamos que se solucione.

La propia Sociedad Nacional de Industrias remitió el mes de mayo una carta, un S.O.S al premier y le dice “señor usted está haciendo una subasta, una subasta a la que estamos sometidos en ese momento,” lo que demuestra una vez más lo absurdo de la situación.

Como sabemos, una subasta es una actividad comercial y se vende cuando no se posee suficiente capacidad para absorber la demanda del mercado. Ya se hizo una subasta y luego se va a hacer otra para volúmenes muy pequeños. Esta segunda operación ha sido observada por la S.N.I, pero qué subasta se va a hacer si sólo se tiene 155 millones de pies cúbicos y ya no del lote 88 de Camisea, sino del lote 57 de Repsol, otro lote y a otros precios.

La S.N.I., no los analistas, los políticos, los congresistas, o los de La Convención le dicen al gobierno que ya no va a ser del lote 88, sino del 57, y van a ser 155 millones. Pero eso no es cierto, le dice, porque si se suma los dos proyectos petroquímicos entre los dos suman 150 millones. Sólo restaría 5 pies para subastar, y la demanda es mucho mayor.

Ddlc: ¿Qué ocurrió con la central de Chilca?

En mayo se inauguró una central en Chilca de 186 megawatts. Bueno, funcionó durante dos horas que se prestaron gas de Cálidda para la foto y hasta hoy esa central está parada, porque no hay suministro de gas. Se sabe que hay otras turbinas que tampoco funcionan por falta de gas.

Por razones obvias, - no quieren enfrentarse con el gobierno - pero ponen en sus costos que operan como termoeléctrica y con diesel. Y lo compro, y lo paso a través de las tarifas eléctricas. Entonces los que pagamos los platos ratos somos los usuarios finales. Así se trasladan los sobrecostos de la tarifa eléctrica, al igual de lo que ha ocurrido con Camisea, que es el proyecto que más facilidades ha tenido en la historia del Perú.

Y hablando de los recibos de energía eléctrica, se impuso al usuario que pagásemos la garantía de red principal, que se denomina GRP, que no lo decía el recibo, pero estaba incorporado, y significaba aproximadamente el 9 o 10% del valor de nuestro consumo, lo que significó un subsidio de los consumidores de energía a un proyecto privado del orden de más de 550 millones de dólares. ¿Cuánto costó el proyecto? 1720 millones de dólares.

Además, se le entregó un contrato por el cual se obligaba a Electro-Perú al take or pay (toma o paga), es decir, comprar 70 millones de pies cúbicos diarios, casi un tercio del transporte y producción de Camisea. Al inicio estaba asegurada la venta que tenía que pagarle de todas maneras 70 millones de pies cúbicos. Felizmente, Electro-Perú lo sacó a concurso y pudo colocar ese volumen. Lo vendió, en otras palabras.

Con eso, y con la venta de los líquidos - la mayor parte de su negocio son los líquidos del gas natural - han hecho que como consecuencia de la subida de los precios del petróleo se hayan disparado. Camisea ha declarado 6676 millones de dólares de utilidades del 2004 al 2010.

Si descontamos regalías, canon, la parte impositiva, gastos operativos, y se restan tenemos más de 3 mil millones de dólares netos. ¿Cuánto invirtieron? De lejos, esto ha sido recuperado al tercer o cuarto año. 

Ddlc: ¿Cómo interpreta este hecho?

AO: No tiene nada que ver con el proyecto de exportación. ¿Es posible que en el mensaje presidencial se justifique la exportación señalando que la única forma de facilitar la llegada a Lima ha sido a través del proyecto de exportación? Como se ve, esto es falso.

La asignación del lote 56 de exportación se entregó en setiembre del 2004, el gas llegó aquí en agosto del 2004. Un mes antes. Quiere decir que cuando ya estaba todo cocinado vino la idea de exportar y se aprovechó la situación.

El proyecto de exportación se sustentó en el proyecto original del 2004, y no a la inversa como nos quieren hacer creer. Agradecer que el gas haya llegado a Lima gracias a Camisea es absurdo.

Ddlc: ¿A qué atribuye usted el problema?

AO: Desde el comienzo, esto estuvo mal planteado por parte de las autoridades de turno, o hubo ignorancia o hubo colusión. No hay más. Sin hablar de las revueltas, si los industriales reclaman es una clara demostración que el mercado interno está desabastecido. La subasta demostró que algo andaba mal. Bases a 10 mil dólares, precios disuasivos, en donde no había gas. De las 11, sólo quedaron dos, la Fénix Power, y la Irradial, que publicó un aviso grande donde demanda gas. Esa es una bofetada al proyecto. Y esta subasta se va a hacer el 2012 y no hay gas para el mercado local pero sí para la exportación. Transgredimos la ley 27133, que señala que las reservas se exportan cuando haya demanda.

Ddlc: Cálidda ha referido en reiteradas ocasiones que las conexiones de gas domésticas no se han realizado por falta de apoyo de los municipios. ¿Qué opinión tiene al respecto?

AO: El cambio de la matriz energética a nivel domiciliario ha obtenido hasta ahora cifras ridículas, y la masificación del gas en 6 años de operaciones es un fracaso. Pruebas al canto: de agosto del 2004 a agosto del 2010 las conexiones efectivas son 25500. Es decir, después de 6 años, frente a un universo de 9 millones de habitantes.

Ahora, para que tengamos una idea: Colombia, bastante cercano a nosotros, con la mitad de nuestras reservas, con problemas de seguridad, con todo eso, sus políticos y empresarios apuntaron bien, fueron sinceros con la población y privilegiaron su mercado interno.

Colombia exporta una pequeña parte en la frontera a Venezuela para asegurar su futuro, porque de donde va importar va a ser de ahí. Son intercambios fronterizos estratégicos.

Perú 25500 contra 5 millones de conexiones en Colombia, más del 50% de la población está conectada al gas natural. ¿Por qué? Porque sus gobernantes y empresarios, a pesar de sus ideas diferentes, concordaron que su mercado interno era prioritario.

En el Perú, la obsesión de sus gobernantes y algunos empresarios, ha sido por la exportación con este resultado. A eso llevan las cifras.